Tormenta injusta
Porque además de los graves inconvenientes que causó en toda la ciudad, ocasionó serios perjuicios a los clubes del carnaval que asumen el riesgo propio de un costoso espectáculo a cielo abierto.o
Sabido es que del total de los recursos que el turismo deja en Gualeguaychú, sólo una parte minoritaria llega a las arcas del carnaval, que atrae la porción mayoritaria de visitantes.
Pero lo del sábado amplió considerablemente la desproporción, aunque en forma circunstancial.
Porque la suspensión de esa jornada -por la tormenta- ocasionó que los miles de turistas que se quedaron sin poder asistir al corsódromo, se lanzaran masivamente a ocupar las mesas de cuanto restaurante, bar, parilla, o pizzería estuviese disponible, mientras el carnaval se lamía las heridas.
Nadie se queja, son las reglas de juego, pero es bueno tenerlo en cuenta.
Si bien en estos últimos tiempos, los prestadores turísticos, como hoteles restaurantes etc, han colaborado con el carnaval -atendiendo a los jurados por ejemplo- otras veces han sido más remisos.
Doblemente injusta; pues, si bien para el campo cualquier lluvia es bienvenida en este contexto de sequía extrema, podría San Pedro haberla ordenado dentro de la semana.
Por lo demás, la lluvia le devolvió agua a nuestro río; el turismo playero y ribereño pudo volver a la normalidad.
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