UNA BUENA NOTICIA
Los estudios indican que la chicharrita del maíz está en retroceso
El informe de la Red Nacional de Monitoreo de la plaga, planteó un buen escenario para la producción maicera de la campaña 2024/25.
El quinto informe de la Red Nacional de Monitoreo Dalbulus maidis trajo buenas perspectivas para la producción de maíz de la campaña 2024/25, a nivel cuantitativo e incluso cualitativo, aunque “la emergencia de maíces sembrados y guachos obliga a reforzar el monitoreo en los lotes” y a preparar un manejo integrado para lograr una campaña exitosa.
A nivel cuantitativo, de las 443 localidades relevadas en las cinco regiones críticas del país, más Uruguay, el 99% registró menos de 5 chicharritas por trampa, y en muchas el resultado fue 0.
En cuanto a las regiones que habían estado más comprometidas la campaña pasada, como el NOA, el Centro-Norte y el Centro-Sur del país, la presencia de Dalbulus maidis continuó descendiendo drásticamente con respecto a los relevamientos anteriores.
No todo es chicharrita
A nivel cualitativo, el nuevo relevamiento de la Red Nacional de Monitoreo Dalbulus maidis confirmó un dato muy importante: no todo es chicharrita.
Entre los ejemplares capturados, aparecieron otras especies de cicadélidos que no tienen capacidad de transmitir el complejo de Achaparramiento del maíz.
De todos modos, ante la duda, recomiendan corroborar con un entomólogo o informar a cualquiera de las instituciones de la Red de Monitoreo.
La clave es monitorear
Las oscilaciones térmicas, sumadas a las condiciones de sequía y baja humedad relativa en muchas regiones y a que los adultos invernales de chicharrita se encuentran en la fase final de su ciclo de vida, sugieren que las poblaciones podrían seguir disminuyendo, pero sólo si no logran acceder a maíz, su fuente única de alimentación y su lugar de reproducción.
Por ello, como complemento de las trampas, desde la Red de Monitoreo, advierten que es “crucial hacer monitoreo en aquellos lugares donde se implantó maíz, así como en las zonas donde las lluvias recientes puedan haber hecho surgir maíces voluntarios (”guachos”).
Y agregan que, si las chicharritas que sobrevivieron al invierno logran acceder a maíz, aumentará el riesgo de ninfas en las próximas semanas, por lo que se debe llevar a cabo la eliminación de los maíces “guachos” y, de ser necesario, proceder al control del vector, en el marco de un Manejo Integrado de Plagas más consciente, con el monitoreo como elemento crítico y estratégico para la toma de decisiones.
Trampas cromáticas para monitorear
La Red Nacional de Monitoreo Dalbulus maidis surgió este año, en respuesta al problema del complejo del achaparramiento del maíz transmitido por esta plaga, que afectó gran parte de la superficie maicera de la Argentina. Coordinada por la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), participan en ella instituciones claves del sector agropecuario argentino, como AAPRESID, CREA, el INTA, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC y la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos.
Sus objetivos son informar sobre la captura de adultos de esta especie con trampas cromáticas adhesivas en regiones donde se cultiva de maíz, e informar sobre el porcentaje de la infección estacional de estos adultos con Corn Stunt Spiroplasma (CSS), a cargo del Centro de Bioinvestigaciones de la UNNOBA-CICBA (Conicet).