Histórica bajante de los ríos Uruguay y Paraná
El prefecto Rubén Martínez informó a El Día que no está previsto ningún organigrama de emergencia ante el actual panorama. “Se estima que en tres ó cuatro días el río comience a crecer”.
Sí, aclaró, el personal está atento a las actividades náuticas y la presencia de la gente en las playas. “Deben ser precavidos cuando se meten al agua porque, al estar bajo el río, sin darse cuenta la persona camina mucho al interior del mismo. Más al medio está la zona de pozos”.
En tanto, el Río Paraná presenta un panorama mucho más grave producto de la extrema bajante.
Si bien en Entre Ríos el río retrocedió casi dos metros en su cauce, y advierten que la situación podría empeorar, afecta únicamente la permanencia de las playas. En Rosario peligra la potabilización de agua por lo que la empresa Aguas Santafesinas Sociedad Anónima (Assa), instaló una bomba suplementaria, con capacidad para extraer 1.500 metros cúbicos de agua por hora.
La navegación comercial no corre riesgo en esta parte del país. En cambio en Chaco, Formosa y Corrientes padecen el desabastecimiento de combustible porque las barcazas no pueden navegar por el bajo caudal, según se informó desde Prefectura Naval Argentina.
Este contenido no está abierto a comentarios