Gustavo Grinspun: “lo que fracasó es un modelo político”
El mayor de los tres hijos de Bernardo Grinspun, ex ministro de Economía de Raúl Alfonsín, visitó de Radio Cero y habló sobre la actualidad del país, desde su óptica de economista. Por Rubén Skubij, Marcelo Lorenzo y Gustavo Rivas. De un extenso currículum, Gustavo Grinspun es un reconocido economista, graduado en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Bs. Aires, que realizó una maestría en Política Monetaria en Estados Unidos en la American University of Washington. A los 27 años, durante la gestión de su padre, fue consejero en la Embajada Argentina en Washington. Y como tal, integrante del equipo negociador de deuda soberana frente a la comunidad bancaria internacional y los organismos públicos de crédito.Vivió durante diez años en los Estados Unidos y por ello no se anima a decir que se ha dedicado a la política, "no hay manera de poder hacer política vía electrónica, todavía". Aunque aclaró que tuvo militancia universitaria y desde su regreso ha estado vinculado a la Fundación Illia, una organización no gubernamental.Grinspun llegó a Gualeguaychú de la mano del Ateneo y la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU), para dictar la conferencia sobre Crisis Mundial, Situación Económica Actual y Futura, y Situación del INDEC, en el marco del curso sobre participación política que se dicta los jueves en el Centro Comercial. Esto dijo en el programa "Zona Neutral".- Entre Ríos está mostrando algunos problemas fiscales en sus cuentas públicas, ¿qué tan grave es la situación de las provincias?Es realmente preocupante. No soy amigo de generar expectativas alarmistas y menos, en un contexto como este, donde el tema de expectativas es sustantivo. No lo digo sólo por el contexto nacional, sino globalmente sumidos en medio de una crisis de esta magnitud. Las expectativas son fuertemente significativas, como elemento trasmisor entre lo financiero y lo económico real. No se puede dejar de reconocer que hay una situación fiscal comprometida; por ello hay que ver el nuevo presupuesto que está a punto de presentarse a mediados del próximo mes, en el Congreso.- ¿Qué opina de la estatización de las AFJP?Hace muchos años, junto a mi padre, con motivo de la privatización, denunciamos el sistema Privado de Jubilaciones. Estatizar los fondos significa que el Estado se ve en la obligación de continuar con el nivel inversión que los administradores privados venían realizando, o generar un efecto de disminución en la demanda agregada, en alguna medida.Podrá ser más significativa o no, según cuál haya sido la reutilización de esos fondos. Pero claramente, tomar esos fondos y derivarlos al financiamiento del déficit y a la no caída del superávit, o a la compra de divisas, para mantener el nivel de reservas, es claramente contractivo. Hoy parece ser que la discusión de estos días es discernir si el modelo se ha agotado, o se está por agotar o hay que profundizarlo y es o no reciclable. Diría que lo que está agotado es el modelo político antes que el económico; lo se agotó es una forma de conducción política, y esto se ha manifestado en la ciudadanía. Y llevado esto a la cuestión concreta de conducción de la cosa pública en el terreno de lo económico, lo que genera son discrecionalidades, centralismo de decisión, inconsistencias de políticas, falta de visión estratégica.En otras palabras: se siguen más que lineamientos, se siguen pasos como espasmódicos reactivos ante las circunstancias. Y frente a una circunstancia de esta naturaleza, hay que tratar de brindar es confianza, certidumbre, y esto en sí mismo, es un factor de inestabilidad.-¿Qué cerca estamos los argentinos de ver las cuasimonedas? En Entre Ríos tuvimos el Federal. Schiaretti ya lo está anunciando, Scioli tiene graves problemas.Lamentablemente estamos cerca, pero quiero suponer de que no vamos a llegar a esa instancia. Cuando digo que estamos cerca, lo refleja la gravedad de la situación y el agotamiento de recursos. Es muy importante el manejo de la política económica en todas sus dimensiones, como manejo de expectativas. Pero claramente supone tener un horizonte más esclarecido. Supone un contexto más comprometido; supone salir de la confrontación; salir de la fragmentación. Supone tener racionalidad en el manejo de la cosa pública y la discreción unipersonal, más allá de que se quiera hacer en nombre de los pobres o en nombre del pueblo.-Ahora muchas cosas se hacen en nombre de los desaparecidos. La discreción pública no es republicana.-Se puede toquetear la economía, las cajas. Pero si no hay credibilidad en los actores económicos....Eso es fundamental en un contexto recesivo. Quiero hacer una aclaración y manejarlo con cuidado, porque en nombre de la confianza pública también hay muchos personeros de lineamientos políticos a favor de la acumulación de capital para generar después el derrame. Y eso es una metodología conceptual, una visión de la cosa económica que ha probado tener, no solamente fracasos concretos, sino derivar a situaciones peligrosas en el pasado del país. Pero claramente, la confianza y la voluntad de riesgo y de consumo, son elementos críticos de cualquier integralidad económica. - Concretamente, la política está estropeando la economía.En un país donde tradicionalmente la economía era el factor inestable sobre la política, nos encontramos con la paradoja de que hoy la política es el factor inestable o potenciador. Hay una preeminencia republicanamente desbalanceada de un modelo político que hasta tiene tinte de carácter autocrático.Se hace nombre del interés popular, del interés de la Nación y creo que somos bastantes grandecitos para tener "papás políticos" a esta altura. Pero más allá de esto, que me genera alguna irritación política, lo que quiero significar es que el modelo, es un modelo de acumulación fiscal que tiene fines de ejercicio del poder político.Un modelo supone -y no quiero entrar en esto en disquisiciones de orden metodológico, semántico o puramente formal- generación de acumulación y de distribución. En un proceso de crecimiento hay un sector que genera, y uno que genera menos o consume parte de lo que genera el otro. Tiene que haber algún tipo de acuerdo social que permita la distribución y que permita generar un modelo integrado.- ¿El INDEC aparece como una manifestación más de este uso instrumental de la economía para el poder?Claramente sí. El INDEC a mi interpretación, aparece primero como un manejo de orden no técnico. Para no decir cuasi coactivo sobre la política de control de precios. Trae alguna rémora de las épocas del control de precios, por el cual yo no creo ni descreo. Para mí los instrumentos son neutros; lo importante es en qué dirección se utilizan. Creo que el INDEC debe tener una función de fiscalización importante sobre ciertos sectores de la comercialización que han sido tradicionalmente muy pro-inflacionarios en Argentina, por distintas circunstancias. A veces por especulación, por mala praxis, socialmente hablando y otras veces porque son sectores que están estructuralmente mal integrados y que tienen situaciones de naturaleza específica que ajustan hacia la suba de precios.- Pero ¿por qué se la toman con las estadísticas?Empezó siendo un elemento de contralor sobre eso. Pasó a ser rápidamente -al momento de la negociación de la deuda pública- un elemento de presión sobre los bonistas, o sobre los efectos fiscales de la nueva deuda que se había emitido bajo condiciones de moneda local indexada. Y terminó siendo un monstruo casi inmanejable, donde toda la política económica empezó a estar condicionada desde la política comercial, por un manejo de discrecionalidad y de acción coactiva que buscaba el mismo fin. Administrar aquellos elementos de la comercialización que tengan que ver con el interés de la acumulación fiscal.- Esa manipulación, al mismo tiempo subestima los fenómenos de pobreza e indigencia.Hace dos años y medio se dejó de publicar la encuesta permanente de hogares. Claramente no hay forma oficial de medir como ha evolucionado la distribución del ingreso.- Hay un debate sobre el tema de la pobreza, ¿estamos peor o mejor que en los 90?Se generan índices de precios que están por debajo de los índices que el sector privado estima más realistas. Claramente, a través de esos índices retocados, se generan definiciones de canasta básica y de canasta de consumo de alimentos que son los parámetros que miden la pobreza y la indigencia. Son parámetros obviamente estadísticos y genéricos, es mayor el universo que excluye de esa pobreza y de esa indigencia. Claramente afecta en una dirección de subestimación las conclusiones que puede haber sobre pobreza y sobre indigencia.
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