LA IMPORTANCIA DE SU FIGURA Y EL POCO RECONOCIMIENTO QUE TIENE
El rol clave del virrey Vértiz en la fundación de Gualeguaychú
La villa no hubiera sido fundada por Rocamora sin su decisión. Tampoco el poblamiento entrerriano hubiera tenido lugar. Hay un inexplicable olvido de la figura del virrey Juan José de Vértiz y Salcedo, cuyo nombre debería ser recordado por Entre Ríos como el gran promotor de su progreso.
En gran parte, el mérito de las fundaciones de villas en lo que hoy es Entre Ríos, como las de Gualeguaychú, Gualeguay y Concepción del Uruguay, se ha atribuido al capitán Tomás de Rocamora.
Curiosamente, al hacerlo se “salta” el hecho de que el militar nicaragüense en realidad ejecutaba órdenes del virrey Juan José de Vértiz y Salcedo (nacido en Mérida, México), la autoridad máxima del Virreinato del Río de la Plata en ese entonces y por lo tanto el responsable político de las mentadas fundaciones.
En esencia fue Vértiz fue quien tomó la decisión política y estratégica de poblar estas tierras como parte de un plan más amplio de defensa y expansión territorial frente a la amenaza portuguesa.
Es, por lo pronto, llamativo cómo, en gran medida, el virrey ha sido olvidado o subestimado por la historiografía convencional en lo que respecta a su rol político como fundador de pueblos, especialmente en la región de Entre Ríos.
Se suele perder de vista en este caso la diferencia que existe entre un jefe y un subalterno, que no es sólo de responsabilidad sino de visión. El primero es quien tiene un “cuadro completo” de la situación, en tanto que el segundo se aplica a planos más específicos de la realidad y opera a un nivel inferior.
En este sentido, desde una posición panorámica más amplia, alineada con las preocupaciones geopolíticas del imperio español, que quería evitar el avance portugués y consolidar rutas comerciales, fue Vértiz quien tomó la decisión más trascendental de fundar villas en el territorio entrerriano.
Aunque Rocamora fue el encargado de llevar a cabo el trabajo en el terreno, fue el virrey quien tomó la decisión estratégica, basándose en la información que obtenía a través de su correspondencia con Rocamora y otros funcionarios locales.
Se diría que la decisión del virrey fue ontológicamente decisiva, si uno se atiene a la teoría de las causas de Aristóteles. Y esto porque en Vértiz existió el poblamiento como causa final, la más importante para el filósofo griego.
Según éste, la causa final es la primera en el orden de la intención y la última en el orden de la ejecución.
¿Qué quiere decir esto? Pues que antes de realizar algo, proyectamos una idea en nuestra mente de dicho objeto, así como el artesano piensa la silla antes de fabricarla.
En nuestro caso, la fundación de ciudades fue un modelo o un proyecto que estuvo primero en la mente del virrey, antes de que Rocamora pusiera manos a la obra.
Quizá por esta razón lógica, un historiador entrerriano, Filiberto Reula, es uno de los pocos que reconoció a Vértiz como uno de los “tres criollos” más importantes en la colonización de Entre Ríos, a la par de Tomás de Rocamora y Hernando Arias de Saavedra -más conocido como Hernandarias-.
Escribió textualmente: “Son el Virrey Vértiz, y en particular su comisionado Rocamora, quienes realizaron después de Hernandarias, los tres criollos, la mayor obra de colonización entrerriana”.
En tanto, otro historiador entrerriano, Leoncio Gianello, señala que Vértiz fue “un gran gobernante, cuyo nombre deberá ser siempre recordado por Entre Ríos como el gran promotor de su progreso”.
El dato histórico es que la visión de Vértiz, que delegó en Rocamora la tarea de organizar el territorio entrerriano, fue determinante para la fundación de villas como San José de Gualeguaychú, Nuestra Señora de la Concepción del Uruguay y San Antonio de Gualeguay Grande.
Fue bajo su auspicio activo que se creó, así, la estructura política y social que permitió el asentamiento de pobladores en un territorio hasta entonces disperso y poco consolidado.
¿Por qué la escasa visibilidad histórica de Vértiz como fundador de pueblos? ¿A qué se debe que se le haya quitado mérito en la colonización de Entre Ríos en favor de Rocamora, el ejecutor directo de decisiones emanadas de él?
Cabría especular que el papel de Vértiz en la expansión territorial hacia el interior del virreinato, particularmente en Entre Ríos, ha quedado en segundo plano frente al papel decisivo que cumplió en Buenos Aires, la metrópoli virreinal, donde impulsó la construcción de obras públicas y fomentó la educación y la sanidad.
Los hechos
La Comandancia General de los partidos de Entre Ríos fue la organización militar existente durante el Virreinato del Río de la Plata en la mayor parte de lo que hoy es la provincia de Entre Ríos.
Fue creada por decisión de Vértiz y subsistió luego de la caída del régimen colonial como parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata hasta la creación de la Provincia en 1814.
El virrey comisionó el 27 de febrero de 1782 al capitán de Dragones Tomás de Rocamora para solucionar una disputa en Entre Ríos, encargándole además que propusiera un plan para asegurar la paz de los vecinos del territorio con la fundación de villas, ya que se hallaba preocupado por la cercanía de los portugueses.
Rocamora hizo levantar un padrón de los moradores de los cinco partidos (Gualeguay Grande, Gualeguaychú, Arroyo de la China, Nogoyá y Paraná), determinando que vivían allí unas 1.700 personas mayores y le comunicó al virrey con dos informes de los días 10 y 11 de agosto de 1782 sobre su comisión.
El 2 de noviembre de ese año el virrey comisionó a Rocamora para que fundase una población en cada uno de los cinco partidos, enviándole agrimensores y sujetando a su autoridad a los jueces comisionados de los partidos de Nogoyá y la Bajada dependientes de Santa Fe.
Ante la protesta del Cabildo de Santa Fe, los partidos de la Bajada y Nogoyá volvieron a la jurisdicción santafesina, que designó como alcalde de hermandad a Sebastián Aguirre, lo que fue protestado por Rocamora.
El territorio del Partido General de Entre Ríos fue dividido en tres comandancias de milicias:
- De la Costa del Paraná Grande: partido de La Bajada y parte del de Nogoyá, al mando de Juan Broin de Osuna.
- De la Costa del Paraná Chico o del Gualeguay Grande: partido de Gualeguay y parte del de Nogoyá, al mando de Francisco Ormaechea.
- De la Costa del Uruguay: partidos de Gualeguaychú y Arroyo de la China, al mando de Justo Esteban García de Zúñiga.
El 19 de marzo de 1783 Rocamora fundó la villa de San Antonio de Gualeguay Grande con 150 vecinos. Luego se dirigió al Partido del Arroyo de la China en donde fundó la villa de Nuestra Señora de la Concepción del Uruguay el 25 de junio.
Pasó luego al Partido de Gualeguaychú, en donde el 18 de octubre de 1783 fundó la villa de San José de Gualeguaychú. En las tres villas quedaron instalados los respectivos cabildos con sus alcaldes.
La correspondencia entre Vértiz y Rocamora refleja claramente cómo el virrey tomó un rol activo en la decisión de fundar las villas en Entre Ríos. En ella se evidencia que no solo delegó responsabilidades en su subalterno, sino que también monitoreó de cerca el proceso, dando directrices claras sobre la localización, la organización administrativa y las características que debían tener estas nuevas poblaciones.
Esta correspondencia no solo demuestra la implicación personal del virrey en el proyecto de colonización, sino también su capacidad de liderazgo y su entendimiento de la importancia de Entre Ríos dentro del entramado político del virreinato.
El virrey criollo
Vértiz era mexicano, nacido en Mérida, Yucatán, en 1719, en el seno de una familia española noble. Acaso su condición criolla hizo que fuese un funcionario que supo interpretar como pocos las necesidades de los habitantes del territorio.
Algunas biografías resaltan que fue el primer gobernante de la corona con inquietudes culturales, destacándose además por su honradez. Supo además imprimir una impronta modernista a su gestión.
Y su nombre, aunque olvidado, merece un lugar destacado en la historia de Entre Ríos, ya que sus decisiones impulsaron la creación de villas en el territorio, como es el caso de Gualeguaychú.
Fue en 1782, en el último año de su mandato, que Vértiz confió a Rocamora el cargo de comisionado con la misión de poner orden en el territorio y organizar la vida y la seguridad del disperso vecindario agrupándolo en pequeños centros urbanos.
Unos años antes, Vértiz había tenido un papel relevante como gobernador de Buenos Aires. En 1778, había sido nombrado virrey del Río de la Plata, sucediendo a Pedro de Ceballos, quien había sido el primer virrey del recientemente creado virreinato, que abarcaba lo que hoy es Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y partes de Chile y Brasil.
En 1784, Vértiz dejó su cargo como virrey tras una administración considerada exitosa por sus contemporáneos. Se retiró a España, donde continuó ocupando cargos en la corte hasta su fallecimiento en 1799, en Madrid.