ANÁLISIS
Cuando el cannabis es parte de la Salud Integral
Este 20 de abril se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Cannabis, una fecha que se ha convertido en emblemática para los consumidores de marihuana, en muchos lugares se realizan marchas y movilizaciones solicitando a los gobiernos la despenalización del consumo, especialmente el medicinal y la legalización del uso adulto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la marihuana medicinal no representa un peligro para la salud. De hecho, la considera un paliativo para enfermedades crónicas y una ayuda para pacientes con epilepsia. Además, se la utiliza para reducir inflamaciones, aliviar el dolor, el estrés, el insomnio y como tratamiento en adicciones o trastornos mentales.
Sin embargo, este 20 de abril llega a la Argentina poniendo nuevamente en duda todos los avances que se han realizado durante los últimos años, en los cuales no sólo se logró que muchas personas con patologías físicas puedan acceder al cannabis de manera segura sino que además les aleja del narcomenudeo.
Sin embargo, el ataque del gobierno de Javier Milei a estos avances no extraña a nadie. Por un lado tenemos una observancia de todo lo que viene haciendo el Poder Ejecutivo en todas las áreas, y en este sentido no esperábamos algo muy distinto con el Registro del Programa de Cannabis (Reprocann): un argumento cargado de mentiras y de estigmatización.
El vocero presidencial Manuel Adorni anunció que el programa habría tenido irregularidades al aprobar tratamientos no basados en la evidencia científica pero hasta el día de hoy el reprocan sigue aprobando el permiso para personas que lo presentan por insomnio por estrés o por dolor, con la perspectiva de salud integral.
El Reprocann existe desde 2017. Se aprobó por unanimidad durante el gobierno de Mauricio Macri, y fue reglamentado solamente para epilepsia refractaria, o sea para un pequeño grupo de personas. Cuando Alberto Fernández asume la Presidencia cumple una de sus promesas de campaña y modifica con resolución del Poder Ejecutivo y crea el Reprocann ampliando desde una perspectiva de salud integral a cualquier persona que cuente con lo que dice la ley, que es que un médico o autoridad médica con matrícula nacional que así como puede prescribir clonazepán pueda prescribir o indicar un tratamiento con cannabis.
Todo este ataque al Reprocann es falso que se pueda cuadrar en el eslogan de “No hay plata”, porque el Reprocann no significa una erogación de recursos, como la provisión de medicamentos, sino que todo lo contrario. Lo que quieren es achicar las aprobaciones a las personas.
Actualmente circula un borrador del Ministerio de Salud de un próximo decreto en el cual solo podría usarse para una lista de seis o siete patologías que dejan afuera el concepto de salud integral. Solamente estaría apto para algunas patologías, como el dolor oncológico, la neuropatía post herpética, la esclerosis múltiple, la lesión medular traumática, el dolor de sistema neurológico central, la epilepsia refractaria, el autismo, el dolor producido por haber tenido un accidente cerebrovascular (ACV) y algunas neuralgias.
Pero esto descarta la posibilidad de que más personas puedan aumentar el número de inscripto y, de esta manera, lograr correr al narcotráfico y alejar a la gente de la ingesta de productos que vienen envenenados.
Es falso también que les preocupa que mucha gente joven esté accediendo a un marco normativo legal que le permita acceder al cannabis, sino que lo que quieren es dejar de responderles a esos jóvenes bajo el sistema de derechos. Como pacientes que son, pasarán a poder ser perseguidos como narcos, porque la verdad es que sigue vigente la Ley 23.737, que es la Ley Penal Federal de Drogas, que criminaliza con hasta 14 años de prisión la tenencia simple, que la considerada para el consumo personal. Y ni sobre la tenencia y transportar, o poder estar fumando un porro en la vereda. Todo eso puede generarte un severo problema legal.
Entonces, la cobertura del Reprocann, que ha sido utilizada claramente por la población para ponerse a derecho y para pasar por un profesional que indica un tratamiento, ahora se busca desvirtuar.
Existen enormes pruebas sobre los beneficios que tiene el programa para un número muy grande de síntomas, como mejorar el apetito, el descanso, el sueño y algunos estados de ánimo, como el estrés y el dolor. Por ejemplo, yo tengo HIV, y claramente el cannabis no me lo cura, pero sin embargo mejora mi calidad de vida con el apetito, el descanso y el estrés, y esto es fundamental para que mi vida sea más plena y que la medicación, en la cual también interviene el Estado, funcione mejor.
Por otro lado, nos preocupa que si van a publicar en el Boletín Oficial una nueva resolución, la misma no debería ser retroactiva porque ese es un principio jurídico. Pero la seguridad jurídica no está garantizada en este contexto.
Como tantas cosas que han hecho y que no tienen sanción desde el Poder Judicial, mucha gente se pregunta si su certificado va a seguir vigente o si se van a animar a hacer retroactiva una decisión que le cercena el acceso a la salud y que ha demostrado quitar del riesgo del vínculo con el narcomenudeo, porque no hay que olvidar que desde la implementación del Reprocann hay menos gente comprando cannabis que viene sucio, con hongos, con bacterias y que no debería ser incorporado para elaborar un aceite. Se ha ganado en calidad de manera enorme por el autocultivo que permite el Reprocann.
El tema de achicar el programa consiste en quitar el poco personal administrativo. Actualmente están aprobando 40 expedientes por día; 40 cuando hay 1000 solicitudes diarias. Tienen que contratar más gente, pero en cambio celebran cuando despiden al 60% del personal de Ministerio de Salud.
El Reprocann, además, es un programa de investigación y se creó justamente para recopilar toda esta información y producir evidencia científica. Por ejemplo, se comprobó que no hay muertos por usar cannabis autocultivo, pero además que las personas que tienen autocultivo reportan enorme mejorías gracias a la terapia con fitocannabinoides a partir de la prescripción médica. Son aportes científicos reales y rotundos, pero no los quieren difundir y en cambio hablan de auditar.
Un detalle más, los datos consignados en el Reprocann son confidenciales, como cuántas plantas cultivo, mi dirección o el origen de la prescripción médica que me habilita a cultivar. Son datos que deberían ser resguardados, porque cuándo los datos pueden pasar a un conocimiento que exceda ese programa, todo es un problema. Si cambian la normativa, todas las personas que declaren un domicilio para poder cultivar ya no va a ser un domicilio de cultivo sino un domicilio donde uno, presuntamente, quiere cometer un delito
Como consejo, si te inscribiste en el Reprocann apurate a meter la prescripción médica antes de que publiquen en el Boletín Oficial una nueva normativa porque como no debería ser retroactiva –y aunque no te lo hayan aprobado– ya podés asegurarte una especie de garantía.
Que el próximo Día Mundial del Cannabis nos encuentre a todos gozando de nuestros derechos adquiridos, que se siga teniendo este acceso a la Salud Integral y que los circuitos ilegales del narcotráfico sigan disminuyendo su alcance y sigamos teniendo acceso al autocultivo, garantizando así acceso a productos de calidad.