Cambió el foco antipastero: ahora, Colón
Por Verónica Toller
Enviada especial
Ambos obtuvieron lo que buscaban: los gendarmes lograron que el tránsito pase (por su mano, por la mano contraria…) y los asambleístas hicieron cortes intermitentes, de pocos minutos (10, 15), caminaron por la ruta y tuvieron a toda la prensa nacional con ellos.
La jornada de protesta, así, se cumplió sin tensiones, pese a la presencia del Jefe de la Policía provincial, comisario Héctor Massuh; la doble fila de más de 150 gendarmes de fajina a ambos lados de la ruta, sobre la mano que va hacia Paysandú y los 30 gendarmes pertrechados con cascos, morral con gases, bastones, protectores de piernas y brazos, escudos acrílicos.
Una larga cola de autos comenzó a formarse a la madrugada. Muchos turistas querían pasar antes de que se inicien las acciones de protesta. Para las 15, el movimiento ya era mucho menor, y durante la tarde, fueron pocos los vehículos que decidieron pasar.
A partir de las 17 empezaron a llegar asambleístas de Gualeguaychú y de Colón.
A las 18, hora en que estaba anunciado el inicio del bloqueo, los 30 gendarmes con escudos se desplazaron a lo ancho de la ruta, mano hacia Paysandú, y cerraron el paso. Se formó una fila de autos a la espera de paso. “Nos han dicho que vamos a poder pasar, y que la demora se debe a que hay cola de autos incluso arriba del puente Artigas, a la espera de realizar los trámites aduaneros en el control integrado”, dijeron Raúl Arrazola y su esposa, turistas que venían de Río Cuarto y se dirigían a Punta del Este.
Mientras, sonaba fuerte la música típica del cancionero antipastero (incluyendo a la Bersuit Vergarabat) y sobrevolaba la zona un helicóptero de Gendarmería.
A las 19:20, los gendarmes escudados se trasladaron a la banquina norte a paso redoblado. Paralelamente, los asambleístas se subieron a la ruta con numerosos carteles y cortaron el tránsito por aproximadamente 10 minutos. En los pasacalles podía leerse “Señor gobernador, únase a la lucha de Gualeguaychú. ¡Por la vida! Dígale no a las pasteras. Fuera Botnia”, “Tabaré violó el tratado del Río Uruguay, traba justicia argentina, permite puertos ilegales”.
Al momento, una doble fila de gendarmes de fajina abrió un pequeño camino sobre media calzada y generó que vuelva a fluir el tránsito vehicular.
La siguiente estrategia fue, a las 20:10, una caminata. Cien asambleístas, otra vez con carteles, comenzaron a movilizarse sobre la ruta a lo largo de cien metros y ganaron todo el ancho de la calzada, mientras los gendarmes los seguían atrás caminando sobre ambas banquinas. Fueron y vinieron unas cuatro veces. Los gendarmes entonces desviaron el tránsito por la mano contraria.
A las 21:00 volvió a haber novedades: un grupo de asambleístas tomó de nuevo la ruta e inició una sentada. Para las 22, el camino estaba liberado, con gendarmes a cada lado.
Y la situación se tranquilizó.
Raúl Saubelard, de la Asamblea del Pueblo de San Telmo, explicó a El Día que “aunque no se corte la ruta, esto tiene el valor de descomprimir la situación de Gualeguaychú y cambiar el foco, cuando el gobierno quiere encapsularlos”. Adelantó que la próxima acción será en Buquebús, y que el martes próximo a las 17, habrá una reunión de organización entre los de San Telmo, Gualeguaychú y 14 organizaciones más que apoyan esta lucha. “Servirá también para difundir la lucha y para quitar el foco de Gualeguaychú, agregó.
Jorge Fritzler sostuvo algo similar: “no importa tanto cortar como lograr que todo el país vuelva los ojos sobre nosotros y tengamos a toda la prensa cubriendo el conflicto y preguntando por qué lo hacemos”, dijo. Algunos colegas de medios nacionales opinaron por su parte que, en realidad, se trata de un boomerang, que sí atrae a la prensa pero solamente para preguntar sobre los cortes de ruta y no sobre los fundamentos del no a Botnia.
Pese a los rumores previos, no hubo contracorte. Sí se presentaron unos diez comerciantes para aportar su punto de vista respecto de la metodología del corte. Entre ellos, la Presidenta de la Cámara de Turismo de Entre Ríos, Claudia Pagnotta, propietaria a su vez de un complejo de cabañas. “Tengo allí carteles de No a las Papeleras”, dijo, “y todos nosotros estamos en contra de Botnia. Compartimos la filosofía y los postulados de la Asamblea. Pero no los cortes de ruta”. Para ella y otros comerciantes, la estrategia debe pasar por acciones de concientización: “la semana que viene vamos a realizar una volanteada junto con los asambleístas para informar, aprovechando los 22 mil turistas que hay en la ciudad en estos momentos”, ilustró. “Pero no vamos a hacer ningún contracorte: los asambleístas son nuestros amigos y nuestros vecinos”, dijo.
Para Carlos Serratti, de la Asamblea de Colón, “hay alta presión del intendente Marsó y del gobernador Urribari a estas horas, lo que ha generado temor en la gente por la posible presencia policial y la represión”, sostuvo.
“Mañana sábado iremos improvisando según lo que veamos enfrente”, cerró un asambleísta, en referencia a las fuerzas de seguridad.
La decisión de concretar la protesta fue de Colón, Pero la logística la aportó Gualeguaychú: equipos de sonido, combis, freezers, parrillas, carpas, frazadas, sillas, lonas y media sombra, cartelería, folletería. Llevaron también la comida (pizzas para el viernes de noche; cordero, hamburguesas y vaquilla para el sábado). Abundante agua fresca aportó COTAGÚ.
Acompañaron la protesta vecinos de Concepción del Uruguay, de Herrera y otras localidades entrerrianas. Entre 100 y 150 personas se reunieron en total. Entre ellos, integrantes de las asambleas del Pueblo de San Telmo y Ciudadana Ambiental de Río Gallegos, que se opone a la instalación de una mega usina en Río Turbio. Eduardo D’Elía, de Río Gallegos, informó a El Día que su asamblea surgió hace tres años, a imitación de Gualeguaychú. “En nuestra ciudad hay carteles de No a las Papeleras”, dijo.
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