ELECCIONES 2023
Wado De Pedro espera una definición sobre su candidatura, pero se prepara para una PASO contra Daniel Scioli
El ministro del Interior cree que todo se resolverá en una interna con el ex gobernador bonaerense. Sus últimos movimientos.
“Ocúpense de bajarlo si quieren”. El mensaje, dicen, lo bajó Cristina Kirchner a su tropa cuando empezaron a arreciar con más énfasis los pedidos para que Daniel Scioli, con el aval de Alberto Fernández, desactive cuanto antes su postulación.
La Vicepresidenta nunca se refirió en público al tema. No dio ninguna pista pública, en plena temporada alta de operaciones. Pero el kirchnerismo, el jefe de La Cámpora, buena parte de los gobernadores y, a último momento la CGT, se encargaron de filtrar la necesidad estratégica de ofrecer en las PASO una lista de unidad. Scioli tiene resistencia del kirchnerismo: el duro comunicado de este miércoles del PJ bonaerense desnudó al máximo el nivel de tensión. Pero el más abocado en estas últimas semanas al operativo demolición del embajador argentino en Brasil fue Sergio Massa, la presidenta de AYSA, Malena Galmarini y la dirigencia del Frente Renovador, alineada con el encono personal y político con el ex motonauta que el ministro y su esposa arrastran desde hace un buen tiempo.
Eduardo “Wado” de Pedro, por el contrario, nunca fue tan contundente en público con el slogan de “unidad” refrendado por un sector mayoritario del ex Frente de Todos. Tampoco en privado. Más bien lo contrario: según sus colaboradores, el ministro del Interior y delegado principal de Cristina Kirchner en el gabinete nacional ve con muy buenos ojos la posibilidad de competir contra el embajador en una primaria abierta si es que finalmente la cúpula de la flamante coalición justicialista inscripta este miércoles en la Justicia electoral lo unge como el candidato principal del peronismo. Los gobernadores habían presionado, sin éxito, por la inclusión de la palabra “federal” en el nuevo nombre de la alianza oficialista.
“A nosotros nos viene bien enfrentar a Scioli”, resaltaron a este medio fuentes del kirchnerismo que especulan con la postulación de De Pedro como una seria hipótesis de trabajo de cara al cierre de candidaturas del sábado 24. ¿El comunicado del PJ provincial de estas horas abona esa hipótesis?
Daniel Scioli no afloja con su campaña y pide que lo dejen competir
En el kirchnerismo esgrimen para esa hipotética hoja de ruta dos razones: para diferenciarse de Massa, el candidato natural bajo el lema de la “unidad”, y por la necesidad de revalidarse en una interna partidaria y de confrontar con el Gobierno a través de la figura del embajador en Brasil, alineado sin matices con el Presidente y su gestión, como si el dirigente mercedino no perteneciera a esta administración. Para eso, y en el caso de que resulte elegido candidato, De Pedro podría -algunos creen que debería- renunciar a su cargo.
Lo cierto es que, más allá del resultado de las negociaciones políticas que se aceleraron en estas últimas 48 horas, el ministro del Interior se tiene fe. “Estamos muy bien”, le confío el funcionario a sus principales colaboradores en estos días, en el sprint final de la estrategia que el kirchnerismo termina de definir de cara a las PASO del 13 de agosto.
Este jueves, el ministro estará en el Gran Buenos Aires, su primera aparición pública con el nuevo sello, “Unión por la Patria”, ya presentado ante la Justicia electoral.
La ex presidenta, dicen en el kirchnerismo, nunca fue tan tajante ni receptiva con los pedidos para que Scioli decline su postulación, patrocinada por Aníbal Fernández, Santiago Cafiero y buena parte del entorno presidencial, además del jefe de Estado. Pero así como pidió que se ocupen de convencerlo, si es que era el reclamo mayoritario de la coalición, sí fue contundente junto a su hijo Máximo con un mensaje que bajó como un mantra por la propia tropa: “Queremos fidelizar al máximo las listas”.
La titular del Senado y el jefe del PJ bonaerense quieren un bloque parlamentario homogéneo y plagado de legisladores “leales” en la nueva composición del Congreso, a partir del 10 de diciembre. Por eso, en parte, la discusión de los pisos y los porcentajes en la integración de las listas. Para evitar fuga de lealtades.
Cristina y Máximo Kirchner ponen el foco en la conformación de las listas
Este jueves, la vicepresidenta tiene previsto un acto en Río Gallegos junto a la gobernadora Alicia Kirchner, con la que encabezará la inauguración de un hospital en esa ciudad. Según trascendió, su hijo Máximo también viajaba hacia el sur, sin confirmación oficial. La ex Presidenta se quedará en El Calafate hasta el feriado del martes 20. El diputado la podría acompañar. Por esa estadía, y por la importancia de la fecha patria, surgieron versiones de un posible anuncio de la ex mandataria, en principio descartado.
Es que Cristina Kirchner no prevé repetir la estrategia política, y comunicacional, del 2019, cuando anunció a través de sus redes la candidatura de Fernández, una jugada audaz y guardada bajo siete llaves que le sirvió para ganar las elecciones pero que después fracasó en el manejo de la gestión, por su propio peso específico y sus exigencias, y por la dificultad del Presidente para gestionar ese vínculo que todavía lo atormenta, a un semestre de terminar el mandato.
“Wado” De Pedro es el primero que espera, si termina ungido como candidato, que su jefa no repita esa misma estrategia.
En el sector del kirchnerismo que trabaja casi a tiempo completo para la instalación de la figura del ministro están convencidos que puede convertirse en un candidato potable no solo para ese grupo, si no que podría llegar a pescar en una pecera un tanto más amplia. “El voto K ya lo tenemos”, resaltaron, y agregaron que en este mes hubo un crecimiento singular en los sondeos propios.
No en toda la coalición creen lo mismo: hay ámbitos puertas adentro en los que consideran que el ministro del Interior todavía no tiene el suficiente peso propio como para liderar una candidatura presidencial, que no despegó en las encuestas, y que es solo una maniobra de dilación para terminar de definir a otro postulante.
Sergio Massa (Gustavo Gavotti)
En ese contexto, Massa y Axel Kicillof todavía figuraban este miércoles en la danza de nombres.
El caso del ministro de Economía, sin embargo, es más complejo que el del gobernador bonaerense, que ya dio sobradas muestras de que pretende buscar la reelección, a pesar de la insistencia de un sector de La Cámpora y de un grupo de intendentes del Gran Buenos Aires que lo preferirían de candidato presidencial para que se despeje la administración provincial. Massa, que tiene una estructura política y que el pasado sábado ofreció una demostración de fuerza en Malvinas Argentinas, no se conforma con cualquier lugar en las listas. Ni para él ni para sus dirigentes, si es que no se define que sea el candidato presidencial.
¿El sábado, en su congreso partidario, también le abrió la puerta a una primaria? Pareciera mucho más difícil que lo de De Pedro.
En estas horas, por caso, surgió el nombre de la presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau, como posible postulante a la vicegobernación bonaerense. Todavía son puras especulaciones de cara al cierre del sábado 24. Circuló, en ese sentido, el nombre de Juan Manzur como potencial compañero en el binomio presidencial. El gobernador tucumano recibió el domingo, tras el contundente triunfo provincial, a una representación de colegas liderada por Gildo Insfrán, Ricardo Quintela, Raúl Jalil y Gerardo Zamora. También viajó De Pedro, que le llevó a través de su teléfono el saludo de Cristina Kirchner a la dupla ganadora.
A los gobernadores, el funcionario les cae bien: fue generoso con ellos durante estos años. Puertas adentro, varios de ellos -una mayoría- pidieron por Massa. El plan B tal vez no contagia, pero tampoco expulsa. Hay excepciones: Jorge Capitanich dijo, por caso, que el “candidato a presidente tiene que haber ganado elecciones”. Un mensaje al camporista y a esa agrupación, que en abril vació el acto de operativo clamor de la ex Presidenta montado en Chaco.
“Wado”, de viaje este miércoles por La Pampa -antes se reunió con Insfrán en su despacho de Casa Rosada y el martes pasó por la oficina de la vicepresidenta en el Senado- espera, confiado: nunca imaginó que a diez días del cierre de listas estaría en el pelotón de candidatos. Pero sí ensayó en estos tiempos un restyling de su figura que incluyó alquiler de oficinas, más colaboradores y parte de la estructura de La Cámpora a disposición; contactos más frecuentes con el círculo rojo empresario, judicial, político y mediático -lo respalda Luis Barrionuevo, un símbolo del sindicalismo antiK-, y una agenda aperturista avalada por Cristina Kirchner. A diferencia del jefe del PJ bonaerense, por ejemplo, “Wado” no presentó mayores reparos al acuerdo con el FMI. En términos publicitarios, también fue innovador: el sketch de esta semana junto a Esteban Lamothe era una pieza impensada en el manual del marketing K de hace algunos años.
En las últimas horas, CABA y algunas de las principales ciudades del interior y el Gran Buenos Aires amanecieron empapeladas con el nombre del ministro. En el kirchnerismo deslizan, además, que así como un rato después del acto de la ex Presidenta del 25 de mayo viralizó un spot que tuvo millones de reproducciones, ya estaría encaminada una nueva versión. Por si al final, y contra buena parte de los pronósticos internos, la balanza se inclina hacia él.