ENTREVISTA EXCLUSIVA A LA FISCAL JOSEFINA MINATTA
Vuelos de la muerte: La exhumación de ocho cuerpos abre la posibilidad de “un paso enorme” en la causa
La fiscal Josefina Minatta dio detalles sobre las excavaciones realizadas la última semana en Ibicuy y Villa Paranacito. En principio se habló de diez cuerpos, pero los dos del cementerio de Gualeguaychú fueron descartados de la causa por la imposibilidad de analizarlos. “Puede ser un paso enorme en la búsqueda de la verdad”, adelantó la funcionaria sobre los resultados de los análisis a cargo del Equipo Argentino de Antropología Forense.
Por Luciano Peralta
Por primera vez, después de casi cuatro décadas de democracia, el Poder Judicial avanza, con elementos concretos, en la investigación sobre la eliminación de personas arrojadas desde el aire en el delta entrerriano durante la última dictadura cívico-militar.
En este sentido, días atrás se dio un paso importante: fueron exhumados los restos óseos de ocho personas, enterradas como NN en los cementerios de Ibicuy y Villa Paranacito.
Al respecto, y sobre la causa en general, quien lleva adelante la investigación, la fiscal federal Josefina Minatta, dialogó con este medio.
“La causa estaba en un punto de estancamiento bastante fuerte, lo que se había hecho hasta 2018 era una investigación tradicional, más de escritorio. Se habían librado oficios, preguntando a los cementerios si tenían registros de NN, pero habían contestado que no”, contó. Y puntualizó en que “pese a la cantidad de testimonios de personas que habían visto aviones que pasaban por las puertas de sus casas y tiraban bultos al río, y cuando se acercaban descubrían que eran cadáveres, pese a eso, hasta ahora no había en la causa ni cuerpo, ni restos óseos de posibles víctimas de aquellos vuelos”.
“Nosotros volvimos al Registro Civil, donde había varias partidas de defunción de personas NN, tanto del cementerio de Paranacito, como del Gualeguaychú e Ibicuy. Y a partir de allí tomó vital importancia la labor de la Prefectura Naval Argentina, particularmente la Delegación de Inteligencia Criminal e Investigación de Villa Paranacito, que fueron quienes en los últimos tres años colaboraron para dar con los testimonios que finalmente nos llevaron a la ubicación de estas sepulturas”, indicó la funcionaria, al tiempo que hizo particular hincapié en la importancia de la intervención de la Procuraduría de Crímenes Contra la Humanidad, dependiente del Ministerio Público Fiscal.
“Si bien nosotros teníamos, del Registro Civil, partidas de defunción de NN, cuando íbamos a los cementerios, por distintas razones, ellos no podían precisar dónde habían sido enterrados. En el caso de Villa Paranacito no se podía porque hacia la época de la dictadora el Municipio no existía, el cementerio era gestionado por una junta de vecinos que lo administraba de un modo muy doméstico, no llevaban ningún libro, por ejemplo. Y en el caso de Ibicuy, la documentación del cementerio se perdió en un incendio, por lo que era muy difícil precisar el lugar de las sepulturas”.
-¿Por qué destaca el rol de Prefectura en la causa?
-El trabajo de Prefectura fue fundamental porque en Villa Paranacito ellos dieron, buscado vecino por vecino, con los sepultureros de la época. En el caso de Ibicuy, el sepulturero -actualmente fallecido- había trasmitido de forma oral a los nuevos trabajadores del cementerio la ubicación de aquellos cuerpos enterrados durante la última dictadura.
-¿Son las excavaciones contra el paredón del cementerio que se ven en las fotos?
-Claro. Hubo dos intervenciones del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), una en Villa Paranacito, que fue más sencilla porque el sepulturero está vivo y fue quien marcó los lugares en donde él con sus propias manos había enterrado varios NN. Eso fue muy preciso, tal como nos dijo, los cuerpos estaban ahí. En cambio, en el cementerio de Ibicuy fue distinto porque el lugar es bastante extenso y no teníamos la precisión de ese dato. Entonces Gendarmería tuvo que hacer una tarea de georadarización, una técnica especial para medir las anomalías del terreno. Detectadas las mismas, se fue buscando y se encontró un cuerpo.
-Eso fue en Ibicuy, ¿y en Villa Paranacito?
-En Villa Paranacito fueron siete tumbas más.
-¿Eso es igual a siete cuerpos?
-Sí.
-¿Por qué se habló de diez en un principio?
-Porque había dos NN en el cementerio de Gualeguaychú, pero como estaban en un osario no se pudieron identificar.
-¿Cómo llega a pedir estas medidas?
-Primero, gracias al apoyo del Equipo Argentino de Antropología Forense, que son expertos en esta materia y son ejemplo en el mundo, lo que nos significa un enorme honor. Hicimos un análisis de contexto, se analizaron los testimonios, las partidas de defunción que teníamos, y cunado el equipo (EAAF) pudo venir, el juez (Pablo Seró) ordenó las excavaciones. Ahora queda la etapa más importante, que es determinar si son restos de desaparecidos o no, porque también podría ser que no sean.
-¿Hay un tiempo estimado para saberlo?
-El tiempo que tarde el análisis de laboratorio. En general, lleva entre seis y ocho meses, dependiendo del estado de conservación de los restos.
-¿Qué pasa si efectivamente son restos de desaparecidos?
-Si llegara a haber coincidencias, podríamos empezar a trabajar en las imputaciones de la causa. Por el momento sabemos acabadamente que los vuelos existieron, que nuestro territorio fue utilizado para ocultar los crímenes de la última dictadura, pero no sabemos, todavía, de qué base militar o de qué fuerza de seguridad provenían esos vuelos. A partir de conocer la identidad de las víctimas podríamos reconstruir el centro clandestino en el que estuvo esa persona, bajo el mando de qué fuerza militar, quién pudo haber dado la orden y hasta podríamos individualizar a los pilotos de esos vuelos, como ha pasado en casos de la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada).
-Es largo todavía el camino a recorrer…
-Es un momento en el que hay que tener mucha cautela, porque los resultados pueden ser positivos o negativos.
-En el plano personal, ¿qué significa esta causa para usted?
-Es una responsabilidad enorme, que la tomamos con mucho corazón, porque, más allá de los avances en la causa, tenemos mucho acompañamiento por parte de familiares, y le miramos mucho el costado humano. Hay mucha gente que necesita saber cuál fue el destino de su mamá, de su papá, de sus hermanos, de sus nietos. Así que, de poder avanzar, puede ser un paso enorme en la búsqueda de la verdad.