Vida sana articular
Las articulaciones suelen ser tenidas en cuenta una vez que han empezado a doler, a inflamarse o a desgastarse; mientras tanto, las sometemos a exigencias que seguramente en algún momento nos pasan la factura. Por Dres. Norberto Furman y Abel LemiñaJefe y Sub-Jefe Equipo de QuiropraxiaInstituto Furman de Bs. As. La artrosis, ese desgaste tan “famoso” suele asociarse con los años, pero resulta que el inicio del proceso puede ser mucho tiempo antes que se evidencien los síntomas.Siempre se pensó que era un desgaste mecánico, y que una vez que la luz articular disminuía mucho, el roce de los huesos provocaba el dolor. La articulación tiene vidaSin embargo, en la actualidad, la ciencia ha descubierto que esa articulación, que ese cartílago que recubre las superficies óseas tiene más vida de lo que se le atribuía.Hay un mecanismo de remodelación, con células que producen sustancias, enzimas que inflaman, otras que las combaten, inhiben o neutralizan; es decir, si bien faltan aún datos, hoy la artrosis se la ve de otra manera. Se la puede definir como la resultante de fenómenos mecánicos y bioquímicos que desestabilizan el equilibrio entre la síntesis y la degradación del cartílago y el hueso subcondral. A veces duele, a veces noLa membrana sinovial recubre y lubrica la articulación para que tenga fluidez en el movimiento, y allí, se producen pequeños focos inflamatorios, reactivos, que darían lo que se llama una sinovitis congestiva, que sería uno de los elementos que produce el dolor artrósico.Este hallazgo ayuda a comprender por qué artrosis severas a veces no duelen y otras de menor grado de lesión duelen mucho. Es decir, el dolor se siente cuando está la sinovitis activa. Confluyen muchos factoresSi uno comienza a enumerar los factores de riesgo de al artrosis, comenzamos con la marca genética, por supuesto, pero a ello se suman el tipo de alimentación, traumatismos previos, especialmente si no fueron tratados adecuadamente o no tratados, sobrepeso y obesidad, diabetes, trabajos de sobrecarga de trabajos, sea por exceso de carga o por reiteración del movimiento, posturas laborales incómodas y también son enemigos de los huesos y las articulaciones, el cigarrillo y el alcohol en exceso.El sedentarismo, contrariamente a lo que se puede pensar, no ayuda a proteger las articulaciones, ya que éstas nacieron para moverse y mantenerlas activas correctamente las alimenta, enviándole estímulos buenos al cartílago y a sus procesos celulares y biomecánicos. Anticiparse al desgasteSabiendo que nuestras articulaciones tienen vida, y de acuerdo a como viven será su futuro y el nuestro por cierto, no cabe dudas que pensar en cuidarlas es la mejor elección.Los factores de riesgo enumerados, nos están dando la receta preventiva, es decir, debemos disminuir al máximo todo lo que sabemos que agrede nuestras “coyunturas”, comiendo sanamente, realizando actividad física y evitando todo lo que cotidianamente juegue a favor de la artrosis.En nuestras conductas está la mejor prevención, luego, si ya comenzó el desgaste, necesitará de ayuda profesional, así que a consultar a tiempo que eso también es comenzar a ganarle a la artrosis.
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