Una fundación creo un proyecto ambiental que generó más de 10 empleos verdes y que puede trasladarse a otras cuidades

Una fundación creó un innovador programa para gestionar residuos y proponen entender “el valor que puede tener cada cosa y tratar de no desperdiciar nada”

Reducir la cantidad de basura que suele terminar en un relleno sanitario y darle un mejor uso a los desechos. Mejorar las condiciones de vida de familias de barrios vulnerables. Concientizar a la población y a distintas organizaciones sobre una adecuada gestión de residuos. Todo eso logra con su trabajo la Fundación Banco de Residuos del Litoral Argentino. Esta organización fue creada por Sebastián Welsh y Dora Brítez en el 2018 en Posadas, la capital de Misiones. Y desde allí busca expandir un modelo que tiene dos ejes: el trabajo en alianza y una apuesta por la economía circular disruptiva. Un modelo que vos podés ayudar a que crezca.

En busca de generar consensos y sinergias entre el sector público, privado y académico, y de fomentar la gestión sostenible de residuos, en conjunto con Carlos Levinton del Centro Experimental de la Producción CEP de FADU-UBA, crearon el Programa de Alianzas para una Economía Circular Disruptiva (PAECD). Se trata de un modelo que llevan adelante en Posadas y que puede replicarse en otros contextos. La iniciativa fue ganadora del premio LATAM IMPACT AWARD 2022, dado por la Agencia Doinglobal en alianza con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la categoría proyecto de Innovación Social.

El PAECD tiene tres líneas de acción:

1. El Banco de Residuos. Consiste en brindar recompensas para vecinos que acercan sus residuos a centros de reciclaje y también en asesorar a empresas en la gestión sostenible de residuos, y darles un incentivo por separarlos en su origen. La fundación tiene convenios con más de 10 grandes generadores de residuos urbanos en Posadas (grandes organizaciones) y así separa los residuos para su posterior tratamiento. Además, previamente separan los alimentos que están disponibles para consumo humano o animal.

2. Un Micro Parque Tecnológico de Reciclaje (MPTR): es una fábrica social donde se realizan compostaje de residuos orgánicos (el abono luego se usa en una huerta propia o se comercializa a agricultores) y se revalorizan los residuos inorgánicos para desarrollar materiales para construcción (como ecobloques o baldosas similares a las de mármol hechas con vidrio), entre otros usos. Asimismo, utilizan biodigestores para mejorar las condiciones de saneamiento y producir biofertilizantes a partir de materia orgánica.

Este tipo de trabajo genera 10 empleos verdes en el barrio El Porvenir (en el que  Brítez es referente barrial), en la zona periurbana de Posadas. En total, la fundación lleva tratadas más de 200 toneladas de residuos.

3. Un Centro Experimental de Economía Circular Disruptiva (CEECD). Tiene como fin investigar, innovar, transferir y desarrollar procesos socio-tecnológicos para elaborar un modelo productivo local inclusivo que pueda replicarse. “La economía circular necesita espacios teórico/prácticos de investigación y desarrollo en que se construya y validen modelos de negocio de transformación de materiales en productos”,

RED/ACCIÓN