LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN
Una ciudad de Brasil logró alfabetizar al 100 % de los estudiantes de la educación pública y se convirtió en referente mundial
Sobral, en el estado de Ceará, uno de los más pobres de Brasil, logró una revolución educativa. En 2000 la mitad de los alumnos del lugar cumplía ocho años sin entender lo que leía, pero hoy ese porcentaje se redujo a cero. El foco estuvo puesto en la capacitación docente, en evaluaciones rigurosas de la calidad educativa y en crear un entorno escolar saludable para el aprendizaje.
En junio pasado estuvo en Buenos Aires Veveu Arruda, exalcalde de la ciudad e impulsor de esta iniciativa que logró demostrar que con decisión política, la educación de calidad es posible. “Pienso que Argentina tiene un pasado que puede enseñar al presente a construir el futuro de la anhelada política educativa que se merece”, dijo en su visita.
“Superamos el mito de que la pobreza impide el aprendizaje; no hace falta esperar a mejorar todos los indicadores sociales para que la escuela pública funcione”, dijo José Clodoveu de Arruda Coelho Neto, más conocido como Veveu Arruda, el 21 de junio en Buenos Aires, en un conversatorio organizado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y el Instituto Natura (Argentina).
Arruda es un apasionado por la educación, un hombre de acción cuyo perfil de WhatsApp reza carpe diem (‘aprovecha el día’, en latín). Profesor y abogado, desde 1993 ejerció cargos de concejal, secretario municipal, teniente de alcalde y alcalde de Sobral (2011-2017), un municipio al noreste de Brasil con casi 211.000 habitantes. Fue durante su gestión y bajo su impulso que se implementaron distintas políticas que fortalecieron la educación pública.
La localidad, donde habitan más de 30.000 niños, vivió en los primeros años del siglo una revolución en la escuela primaria y el primer tramo del secundario. A partir de una firme decisión política, mediante medidas concretas y énfasis en la calidad educativa, se convirtió en modelo para la alfabetización.
Los cambios educativos en Sobral fueron drásticos: en el año 2000 solamente el 49 % de los estudiantes que a los 7 años terminaban segundo grado estaban alfabetizados; en 2004 este porcentaje había subido al 92 %. Entre el 2005 y el 2015, la ciudad pasó del puesto 1.336 al 1 en el Índice de Desarrollo de la Educación Básica (IDEB), la prueba nacional de Brasil.
Por resultados como esos, su mecanismo fue modelo para todo el estado de Ceará, uno de los más vulnerables de Brasil. Hoy su estrategia se aplica en 17 de los 26 estados del país y en más de 3.000 municipios. El enfoque educativo de Sobral inspira, además, a todo el continente.
El modelo
Este abordaje para fortalecer la educación pública de Sobral se basó en el trabajo conjunto de diversos actores y en la implementación de medidas a largo plazo .
Una de las principales iniciativas fue la implementación del Programa de Alfabetización en Edad Correcta, que apunta a que todos los estudiantes estén alfabetizados al finalizar el segundo año de educación primaria. Sus pilares fueron el compromiso con la calidad, la evaluación y seguimiento continuos, la infraestructura y recursos, la carga horaria completa y la participación comunitaria. Estos lineamientos, sumados a un fuerte liderazgo educativo y un compromiso sostenido con la mejora continua, crearon entornos más propicios para conseguir aprendizajes significativos.
Al desgranar estas medidas, se puede ver cómo en lugar de centrarse únicamente en la cantidad de estudiantes que pasan de año, Sobral se enfocó en mejorar la calidad de la educación. Se implementaron programas para capacitar y motivar a los docentes, y se aseguró que estuvieran altamente calificados y comprometidos con la enseñanza de alto nivel.
También se estableció un sistema de evaluación riguroso para medir el desempeño de los estudiantes y las escuelas. Esto permitió identificar áreas de mejora y brindar apoyo adicional a los estudiantes que lo necesitaban. Además, se implementaron estrategias de seguimiento, para asegurar que los alumnos estuvieran alcanzando los objetivos educativos.
A su vez, Sobral invirtió en la mejora de la infraestructura escolar y en la dotación de recursos educativos. Tal como lo explicó Arruda en su reciente visita a Buenos Aires, los cambios estructurales consistieron en “todo lo que puede comprar el dinero”: construcción y renovación de escuelas, equipamiento, computadoras, alimentación escolar, transporte escolar, uniformes y útiles. También tuvo lugar el primer concurso público para profesores.
Asimismo, se implementó el programa de tiempo completo en todas las escuelas municipales, lo que permitió ampliar las horas de aprendizaje de los estudiantes. Además de las asignaturas básicas, se incluyeron actividades extracurriculares, deportes y artes, brindando una educación más integral.
Además, se fomentó la participación activa de la comunidad en el proceso educativo. Se establecieron alianzas con organizaciones locales, empresas y familias, que promovieron la corresponsabilidad en la educación, donde alumnos, padres, maestros y directores asumen un rol activo y comparten aprendizajes y responsabilidades.
RED/ACCIÓN