Un manguito que duele
Un complejo muscular es el que da movimiento al hombro, una articulación que por su gran movilidad puede sufrir algunas lesiones. El “manguito rotador” es el encargado de elevar el brazo hacia afuera, hacia adentro y hacia arriba. Por Elsi Rodrí[email protected] El hombro es una articulación muy compleja, tiene gran movilidad y ello la hace muy inestable. La complejidad que implica la movilidad del hombro es porque en él están involucradas cinco articulaciones que permiten darle por medio de los músculos que las conforman un punto fijo a la cabeza del húmero. Además esa gran posibilidad de movimiento hace que sea una articulación pasible de tener alteraciones que la limiten. Dentro de las afecciones del hombro hay una que se da en una zona con un nombre muy particular: “El manguito rotador es un grupo de tendones planos que se unen y que cubren, por adelante, atrás y arriba, al hombro. Estos tendones son la continuación de unos músculos muy importantes que se originan en el omóplato o escápula. Básicamente son cuatro: el supraespinoso, el infraespinoso, el redondo menor y el subescapular. Cuando se contraen, estos músculos traccionan al tendón del manguito rotador y hacen que el hombro rote hacia arriba, adentro o hacia afuera, por eso el nombre manguito rotador. De estos músculos en el 80% o 90% de las lesiones el más propenso es el supraespinoso,” describía didácticamente el Dr. Diego Bourlot, especialista en traumatología y ortopedia. ¿Qué problemas pueden presentarse?Muchas pueden ser los cuadros de dolor en el hombro. Podemos mencionar los problemas de movilidad, por ejemplo: el hombro congelado. Problemas de inestabilidad, donde el paciente refiere que se le sale de lugar en forma completa o parcial. Problemas degenerativos, aquí se incluye la artrosis y por último, los problemas musculares. ¿Cómo es el mecanismo de acción?Las fuerzas musculares y el peso del brazo pueden causar roturas pequeñas en el manguito rotador. En los problemas de movilidad sucede que algunas personas, el espacio entre la parte inferior del acromion y la cabeza del húmero es muy estrecho, entonces el tendón del manguito rotador y su bursa (como almohadilla) adyacente ante movimientos repetitivos cuando se eleva el brazo con la mano hacia delante se pueden inflamar y ocasionar dolor. Esta afección es conocida como “síndrome de fricción” y el tendón puede sufrir roturas pequeñas en su inserción con el húmero. Con este impedimento continuo, el tendón se daña progresivamente y si no es tratado, puede llegar a romperse. ¿Hay otras causas?En la degenerativa el origen es el propio y natural envejecimiento del músculo por el paso del tiempo. Esto hace que no trabaje con gran eficiencia, entonces ante mínimos traumatismos desencadena una lesión en alguno de los músculos del manguito rotador. Otra de las causas puede ser por microtraumatismos, en donde por movimientos repetitivos en el tiempo se produce la lesión. También cuando hay una debilidad en el complejo del manguito rotador o exclusivamente en el músculo supraespinoso hay un mal desempeño de la articulación del hombro y termina desencadenando como consecuencia una patología que se llama “Slap” que es producto de la inestabilidad. ¿Cómo es el proceso?Este complejo muscular como lo es el manguito rotador cuando presenta alguna lesión, habitualmente pasa por distintas etapas. Estadio tipo 1: Inflamación, edema y hemorragia. Estadio tipo 2: Inflamación, edema, fibrosis y tendinosis. Estadio tipo 3: Fenómeno degenerativo que culmina en la ruptura de las fibras. La lesión o ruptura del supraespinoso es una afección propia de personas mayores de 50 años. Es muy poco común la ruptura del supraespinoso en un chico joven, para que se dé esta situación debe ser producto de un traumatismo muy violento, como puede ser un accidente de tránsito. Pero generalmente antes de romperse el músculo se rompe el hueso. ¿Cuál es el motivo de consulta?El paciente consulta por dolor en el hombro de largo tiempo de evolución, pueden pasar 6 meses y hasta un año. Algunos casos refieren entumecimiento, dolor que se irradia hacia el cuello o hacia el codo. Generalmente aparece en movimientos simples por arriba de la cabeza; hay impedimento para peinarse, abrocharse el corpiño, lavarse la cara, al afeitarse o colgar la ropa, por ejemplo. Esto indica la presencia del síndrome de fricción y muchas personas terminan acostumbrándose al dolor y a convivir con él, pero lo ideal sería la consulta y el tratamiento. Ahora, cuando hay ruptura es absolutamente inhabilitante el movimiento y el dolor es intolerable. ¿Hay quienes tienen mayor predisposición a padecer esta patología?Está comprobado que quienes tienen una rutina de entrenamiento amateur o profesional, que les permite mantener un buen tono muscular, disminuyen el riesgo de tener esta lesión. Así, quienes la padecen con mayor frecuencia por ejemplo son las amas de casa, pues generalmente son quienes realizan menos actividad física programada. ¿Cómo se arriba al diagnóstico?La revisación clínica es clave para el diagnóstico en un 90%. Es posible determinar un síndrome de fricción o una lesión parcial o total del supraespinoso, pero siempre para corroborar la clínica médica y determinar el diagnóstico o decidir una cirugía se recurre a la confirmación por medio de la resonancia magnética ¿Es posible hacer prevención en esta patología?Hoy en día la tendencia mundial es hacerlo. Fundamental es comenzar a trabajar desde la niñez en la escuela y en los clubes en las distintas actividades deportivas. Este trabajo llevado a cabo por los profesores de educación física y entrenadores conducirá a un fortalecimiento equilibrado de los distintos grupos musculares permitiendo y favoreciendo un saludable trabajo deportivo. En el caso del hombro en particular, es óptimo mantener una buena elongación y un buen tono muscular. ¿Cuáles son las pautas del tratamiento?El manejo inicial es sintomático, se basa en aliviar el dolor, limitar los movimientos e iniciar un programa de terapia física con ejercicios específicos para fortalecer y aumentar los rangos de movimiento del hombro. Hasta un 90% de los pacientes que llevan a cabo el tratamiento conservador adecuadamente se recuperan sin la necesidad de cirugía. Pero si a pesar de que el paciente realice un buen tratamiento con un kinesiólogo no logra la recuperación, sólo recién allí se evaluará la intervención quirúrgica, que hoy en día es posible realizarla por medio de la artroscopia. Esto posibilita una intervención mucho menos cruenta, menos dolorosa y una recuperación mucho más rápida. ¿Es un cuadro reincidente?Si el paciente tuvo como causa desencadenante del problema una debilidad muscular o una rigidez del hombro, hace su rehabilitación kinesiológica y mejora, pero luego no realiza un mantenimiento físico para sostener esa mejoría, el problema vuelve a reincidir. Dr. Diego Bourlot Ø MédicoØ Especialista en traumatología y ortopediaØ Especialista en cirugía artroscópica
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