EL ENSAYO RECLUTÓ A 180 PERSONAS
Un grupo de científicos argentinos busca una solución para personas con diabetes que sería vanguardista en todo el mundo
MicrobiAr lleva reclutadas 180 personas, muchas de las cuales alcanzaron mejoras sintomáticas en su calidad de vida gracias a una alimentación más equilibrada y, en particular, basada en plantas.
La investigación llevada a cabo por científicos argentinos intenta demostrar que se puede lograr la remisión de esta enfermedad metabólica mediante cambios en la alimentación.
¿Somos lo que comemos? Un grupo de científicos argentinos está probando que el dicho popular es, parcialmente, cierto. Sumados a la edad, el sexo, la ubicación geográfica, la familia, la salud mental y hasta tener o no mascotas, todos son factores que influyen en la composición de microbios que habitan en el intestino de una persona: es decir, la microbiota. Esta mixtura de bacterias, virus y hongos es única en cada ser humano y el equipo de MicrobiAr está explorando cómo cambia a medida que la persona adquiere una alimentación saludable basada en plantas (lo que, en algunos casos, la ayuda a revertir la diabetes tipo 2).
“Hay muchísima evidencia que demuestra que el tipo de alimentación está ligada a la predisposición y la facilidad de tener distintos tipos de condiciones en el proceso de salud/enfermedad. Hay muchas enfermedades que tienen una base genética también, para las cuales el entorno influye muchísimo. La alimentación es uno de los factores principales y, a través de ella (sumada a la actividad física y el buen descanso), se pueden revertir un montón de estas afecciones, como la diabetes tipo 2, que estamos estudiando en MicrobiAr. Yo diría que en un alto porcentaje somos lo que comemos”, resume el doctor en Química Biológica e investigador del CONICET Juan Bustamante, autor principal del estudio junto al médico clínico especializado en diabetología Gustavo Frechtel.
El equipo de profesionales de la medicina, la nutrición, la informática y la ingeniería del Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la UBA no solo busca resultados científicamente satisfactorios de su ensayo clínico, sino “mejorar la vida de las personas”, como cuentan en su página web. De hecho, la investigación comenzó hace un año y ya lograron “alcanzar mejoras sintomáticas que las personas disfrutan en su día a día, como por ejemplo, poder descansar mejor, respirar mejor, caminar unas cuadras sin agotarse, no estar más constreñidas”. También registraron mejoras clínicas: “Sus valores de glucemia y hemoglobina glicosilada registran una evolución positiva significativa”, cuentan en el documento de actualización, cuyos resultados aún no fueron publicados en ninguna revista científica internacional.
Actualmente llevan reclutadas más de 180 personas con obesidad, diabetes y/o prediabetes, y otras en el grupo control. Para fin de año apuntan a llegar al total, que son 480 personas. “Los resultados que venimos obteniendo son un poco lo que esperábamos, aunque hay datos que todavía no podemos saber cómo dieron, que son los análisis de microbiota y de microbioma (incluye a los microorganismos de la microbiota, pero también a sus genes y sus posibles funciones) porque recién estamos procesando muestras y son procesos extensos. Mucho de lo que veamos va a ser bastante nuevo porque la realidad es que no se conoce cómo se va modificando la microbiota a medida que una persona va mejorando en su proceso de salud/enfermedad”, señala Bustamante, que también es profesor en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral y en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER).
El equipo de MicrobiAr calcula tener publicados los resultados preliminares en el primer cuatrimestre del 2024 y, al cabo de los dos años que dura el ensayo, a fines del próximo año, van a publicar el estudio más profundo sobre la dimensión longitudinal de la investigación “en revistas de alto impacto a nivel internacional, tal como se suele hacer en muchos estudios de este tipo”, señala el científico.
RED/ACCIÓN