Un cumple diferente: “Ni Súperman ni Messi, quiero ser un Bombero”
Hipólito es fanático de los bomberos, y tras una carta que su abuela escribió, dos integrantes del cuartel acudieron a su fiesta de cumpleaños para sorprenderlo. Un episodio que demuestra que los héroes no sólo salvan vidas, sino que además llevan felicidad. Amílcar Nani Estar presente en los momentos más trágicos, salvar vidas y poner en riesgo la propia integridad para hacerle frente al peligro, y siempre de manera desinteresada, son atributos que definen a los héroes, como sin dudas lo son los Bomberos Voluntarios de Gualeguaychú. Pero en este caso, el cuartel local demostró que no sólo está dispuesto a acudir ante la tragedia, sino que también puede estar presente para llevar genuina y verdadera felicidad.Esta es la historia de Hipólito, un niño que el 29 de abril cumplió 4 años. "Poli", como lo llama su familia, no sueña con ser Messi, tampoco con ser famoso. Él quiere ser bombero, y tanto es así que su familia le organizó un cumpleaños con esta temática. Pero el broche de oro de la fiesta estuvo a cargo de su abuela, Amanda Lonardi: conociendo el fanatismo de su nieto, escribió una carta al director del cuartel de los Bomberos Voluntarios de Gualeguaychú, Fernando Müller, quién leyó la propuesta y aceptó encantado ser parte de la sorpresa para este pequeño fanático.Pasada las 16.30, un móvil de los bomberos llegó al frente de la casa de Amanda, donde Poli festejaba su cumpleaños, y dos auténticos bomberos voluntarios de la ciudad sorprendieron al niño transformando automáticamente a esa fiesta en inolvidable, tanto para el chiquito como para toda su familia."La cara que puso Poli cuando llegaron a su fiesta es algo que llevaré para siempre en mi corazón", describe a ElDía la abuela Amanda, sin poder disimular la emoción que le genera rememorar ese momento. Como corresponde, llegaron con las sirenas encendidas y toda la parafernalia. Inmediatamente, Ingrid y Ariel, los bomberos que sorprendieron a Poli, recibieron los besos, los abrazos y toda la admiración del cumpleañeros. Pero no cayeron con las manos vacías: le dieron un regalo y llevaron todos para que el niño se vista con un auténtico traje y casco de bombero."Los integrantes del cuerpo siempre están en las rutas, encarando sin miedo a la tragedia, enfrentando los peores peligros con total valentía. Y con este gesto tan humano, tan sentido, tan emotivo, confirmaron una vez más que son los grandes héroes de la ciudad", reconoce la abuela de Poli, dejando la sensación de que todas las palabras no pueden demostrar completamente lo agradecida que está con el cuartel por haber hecho realidad el sueño de su nieto.
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