Trabajan en una ordenanza que regule los espectáculos masivos de Gualeguaychú

Es uno de los temas que, sin lugar a dudas, deja tela para cortar después de una muy buena temporada de verano en cuanto al arribo de turistas a la ciudad: el mal estado de buena parte de las instalaciones del corsódromo de Gualeguaychú. 

Hace un tiempo que el ingeniero y ex presidente de la Comisión del Carnaval, Juan Carlos Isola, viene advirtiendo la necesidad de realizar mejoras en el espacio público de más de siete hectáreas e, inclusive, ha llevado la discusión a otra esfera. En una nota publicada por AHORA ElDía, había puesto de relieve la necesidad de “generar normas que garanticen una mayor seguridad en los espectáculos públicos (más allá del caso del corsódromo en particular), tanto ordenanzas locales como leyes provinciales”. Hay que “poner blanco sobre negro en la cuestión y delimitar claramente los derechos y las obligaciones de todos los que intervienen en la organización de un evento masivo, incluyendo a los estados, municipal y provincial, que son quienes deben garantizas la seguridad de las personas”. 

Con esa voluntad, desde el Colegio de Ingenieros Especialistas de Entre Ríos, en conjunto con el grupo Accesibilidad Gualeguaychú, conformado por maestros mayores de obra estudiantes de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), organizaron el primer encuentro abierto a toda la comunidad para empezar a trabajar en una ordenanza municipal que regule este tipo de espectáculos. 

Del mismo participaron profesionales de diversas disciplinas -arquitectura e ingeniería, sore todo-, representantes de instituciones de la ciudad, como la Cooperativa Eléctrica, dirigentes políticos y personas interesadas en el tema, como es el caso de Melina Romero, la hija de Hugo Romero, quien falleció el año pasado tras caer de una grúa mientras trabajaba en una de las carrozas del Carnaval del País. 

En la reunión, que comenzó pasadas las 20 horas, se compartieron varias anécdotas que dan cuenta de la precariedad con que funciona el corsódromo de Gualeguaychú, un escenario imponente con falencias propias de una canchita de fútbol de barrio, si de seguridad se trata. “No han pasado cosas graves porque hemos tenido suerte”, fue una de las frases que se escucharon. 

La propia Melina Romero relató las situaciones por las que tuvo que pasar tras el fallecimiento de su padre y el concejal Luis Castillo el desafío que significó asistir al sector “VIP” del carnaval con su hijo no vidente. Como esas, hubo varias situaciones compartidas. 

También fueron parte representantes de la Asociación de Cooperadoras Escolares de Urdinarrain (ACEDU), organización que está a cargo de la Fiesta Provincial del Caballo y de los Corsos Populares. Quienes se sorprendieron al anoticiarse que la Comisión del Carnaval del País no tiene personería jurídica, entre otras cosas que hablan de la informalidad del espectáculo. 

“Fuimos casi treinta personas y lo más interesante es que estuvo la gente que tenía que estar. Los chicos de Accesibilidad Gualeguaychú son muy profesionales y tienen un compromiso enorme con la ciudad, después quienes estuvieron son personas que realmente quieren avanzar en una normativa”, expresó el ingeniero Juan Carlos Isola. 

“Fue la primera de varias reuniones, nos planteamos plazos para tener resultados concretos. La idea es lograr una ordenanza bien hecha, práctica y aplicable. En 45 días queremos tener un primer borrador y en 90 días tenerla terminada; queremos que participen todos los actores sociales que deseen ser parte, con tiempo para hacerle todas las reformas y mejoras posibles al proyecto”, explicó Isola.