Terapéutica dinámica
La evolución de la medicina física propone un cambio radical en la manera de abordar patologías articulares y musculares. Por Dres. Norberto Furman y Abel LemiñaJefe y Sub-Jefe Equipo de QuiropraxiaInstituto Furman de Bs. As. Los dolores lumbares, cervicales y otros similares suelen ser motivo frecuente de consulta, donde el síntoma dolor es el disparador o alarma para que se reaccione en busca de una solución.Durante mucho tiempo predominó una visión localista en cuanto a la causalidad, es decir, duele la cintura, el problema es lumbar, duele el cuello, el problema es cervical, entendiéndose la causa como algo dependiente de lo estructural y no teniendo en cuenta lo funcional.En los últimos años comenzó a cambiar esa mentalidad y gradualmente fue ganando espacio el concepto dinámico de causalidad y por ende dinámico también el tratamiento.Además, a esto se sumó una visión holística, que no es ni más ni menos que la comprensión del paciente como un todo, con influencia de lo psíquico por supuesto, pero también una interrelación funcional. Ésta, dada por las conexiones neurológicas, las de las fascias, membranas a las que antes se le daba sólo un papel de soporte, pero hoy se las sabe influyentes, globalizadoras de la función, los músculos respiratorios y su influencia en la columna vertebral, más otras estructuras dinámicas que interaccionan.La comprensión del origen del síntoma es la llave para abrir la puerta de la solución. Hacia un nuevo paradigmaLos tratamientos clásicos van cediendo terreno ante el avance científico de métodos terapéuticos dinámicos, manuales, con ejercicios y posturas metodizadas, que apuntan a la corrección del origen el problema funcional, que determinó la aparición del síntoma y la reacción relacionada con el foco por donde afloró el déficit.Esa disfunción, si no se corrige persiste en el daño estructural y en forma de retroalimentación nociva, éstas, alteran aún más la función y se entra en un ciclo perjudicial que tiende a generar lesiones mayores y con una gran resistencia a la acción de fármacos tendientes a calmar el dolor y la inflamación. Éstos no son malos, sino que a esa altura de los acontecimientos, son insuficientes. Más allá del síntomaLas terapias dinámicas devenidas hoy en terapias de elección para estos trastornos biomecánicos que dan síndromes dolorosos, basadas en maniobras manuales producen cambios en el medio articular, neuromuscular, regulan fascias y postura, donde como mencionamos, hay ejercicios y posiciones especiales.La osteopatía, la quiropraxia, la reeducación postural global (RPG), actúan desde lo global corrigiendo lo local.Un ejemplo claro y práctico es cuando los pacientes refieren que tal medicamento no le resulta para el dolor lumbar pero antes sí le calmaba. No es que el medicamento perdió eficacia, sino que el trastorno funcional más el estructural es tan intenso que no puede ser ocultado por el agente químico.Sin embargo, luego de una manipulación quiropráctica ese mismo fármaco parece retomar su eficacia, cuando lo que pasó es que la corrección dinámica disminuye la potencia de la causa. La función hace al órganoEn fisiología estudiamos que la función hace al órgano, nada más real que esa frase, que se hace evidencia al tratar este tipo de patologías funcionales que tanto sufrimiento producen.Estas terapias no buscan simplemente eliminar el síntoma, sino interpretar la fuente de origen y atacarlo desde lo global promoviendo un orden funcional al cuerpo, poniendo énfasis en el foco agudo, brindando no sólo el alivio sintomatológico actual sino induciendo mediante ese orden de la función, un futuro mejor par las estructuras y por ende una mejor calidad de vida.
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