CASO BENTANCOURT
Requirieron penas máximas para Genaro Gutiérrez y el viernes se conoce el veredicto
La audiencia de alegatos finalizó poco después de las 15, convirtiéndose en la más extensa de todo el juicio. La Fiscalía unificó todo su pedido de pena en 24 años, en tanto los querellantes abogaron por la pena máxima. El defensor recurrió al pedido de absolución. Este viernes a las 12 se conoce el dictamen.
Finalizó el juicio por el crimen de Lucas Bentancourt. Se realizó la última audiencia, donde cada una de las partes alegó sobre sus requerimientos de pena al Tribunal de Juicios de Gualeguaychú. Los acusadores formalizaron su pedido de que se apliquen penas altas al joven de 20 años, en tanto el abogado defensor habló durante casi dos horas y pidió la absolución por padecer un cuadro morboso de alteraciones psicopatológicas. El primero en alegar fue el fiscal coordinador del Ministerio Público de Gualeguaychú, Lisandro Beherán. El representante del Estado acusó por los dos hechos que se le imputaban a Genaro Gutiérrez en este juicio. Por un lado el homicidio de Lucas Bentancourt y por el otro la tentativa de hurto de un stereo ocurrido en el mismo barrio donde se cometió el crimen, pero varios meses antes. Beherán pidió 20 años de prisión efectiva por el homicidio simple y 1 año y 2 meses por la tentativa de hurto, además de que le fuera revocada la condena en suspenso que le fue dictada tiempo atrás. Por todo esto requirió que se le fuera unificado todo en 24 años de cárcel. El Fiscal brindó un alegato muy técnico y formal, prolijo, en donde hizo hincapié en los testigos presenciales y en que estaba acreditada la materialidad del hecho y una imputabilidad evidente que no eran derivadas del consumo y la situación mental que pretendió instalar la defensa durante el juicio. En su alocución, Beherán descartó la amnesia a la que recurrió el imputado en su declaración y las condiciones graves de consumo, aunque se refirió a la patología adictiva general de Gutiérrez para que se tome en consideración como un atenuante. Sin atenuantes Después de una hora de escuchar a la Fiscalía, tomaron el micrófono los dos representantes de la querella. Primero lo hizo Rubén Virué que repasó la materialidad del hecho y todo lo que se probó en el juicio. Habló de las personalidades de los involucrados, lo comprometido que Lucas estaba con el barrio, que era una persona estimada por los vecinos, y las características que se describieron durante el debate las mismas personas que calificaron a Gutiérrez como alguien conflictivo y delictivo. Virué se introdujo en cómo fue probado el hecho, la autoría y la prueba que incriminaba de manera directa a Genaro Gutiérrez. No solo se refirió a los testigos presenciales sino a las circunstancias que rodearon al hecho, lo que conocían los testigos sobre los antecedentes a este desenlace. Su colega Martín Britos se refirió a la imputabilidad, los elementos científicos, los informes técnicos, las testimoniales y la declaración de Gutiérrez para acreditar que había responsabilidad penal y que descartaba que la condición de consumo agudo pudiera ser tomada como un atenuante. Incluso, utilizó la declaración de Gutiérrez y la de su madre como contradictorias porque la mujer indicó que entre el día antes y después de cometido el hecho no había notado nada raro en su hijo. Britos también se basó en la prueba química, que contradijo lo que el acusado había indicado que había consumido, y la declaración del psiquiatra Simón Gighlione, que ubicó al acusado dentro de los parámetros de normalidad y de persona imputable. Pero lo más importante que aportó este abogado fue que el hecho no se trató de un arrebato, sino que había un móvil. Para los querellantes el móvil fue que Lucas Bentancourt echaba del barrio a su victimario cada vez que lo veía y esa noche lo sorprendió tratando de robar. Se tomaron las circunstancias como agravantes: el homicidio ocurrió de noche, las circunstancias de indefensión de la víctima, la sorpresa con la que fue atacada, el atacante tenía un cuchillo y Lucas no tenía nada para defenderse, el ataque fue de imprevisto, en un sector despoblado del barrio, Gutiérrez se da a la fuga y dejó en evidencia su desprecio por la vida humana arrojándole piedras después de haberlo apuñalado. Por todo esto se requirió la pena máxima de 25 años de prisión porque consideraron que no hay atenuantes. El pedido de absolución El abogado defensor Pablo Di Lollo habló por más de una hora y media e hizo mención a los argumentos en los cuales basó su estrategia a lo largo del juicio. Puso en crisis la autoría material y se refirió a su cliente como una persona que padece un cuadro morboso de alteraciones psicopatológicas. Para este experimentado penalista la autoría material no fue probada, porque según su alegato el momento en el que se da el encuentro entre Bentancourt y Gutiérrez no había armas de por medio y nadie lo vio, y que la agresión mortal se originó en un segundo incidente en el cual ya no estaba su cliente y que no es su trabajo probar quién fue el responsable de ese ataque. Genaro Gutiérrez mantiene la prisión preventiva y mañana cuando el Tribunal de a conocer el adelanto de veredicto también deberá resolver si le da curso a la continuidad de la medida, que se apoya en el peligro de fuga tras el episodio ocurrido pocos días antes de iniciado el juicio cuando el joven abandonó su encierro en la Jefatura Departamental.
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