QUÉ PASA CON EL SERVICIO
Remises en problemas: notoria merma de autos y pocas soluciones de cara a la temporada
El servicio atraviesa un momento delicado, experimenta una sensible baja de vehículos y son muy pocos los que quieren sumarse o volver a la actividad. Los propietarios de las agencias expresaron su preocupación y buscan encontrar alternativas, de cara a la temporada de verano donde podría generarse un caos para el traslado de vecinos y turistas en las horas pico.
Por Daniel Serorena
No hace mucho tiempo, los remises en Gualeguaychú se convirtieron en el medio de movilidad más usado por los vecinos. El auge marcó que algunas empresas llegaron a tener 300 vehículos en sus flotas, otras también crecieron de forma considerable y algunas más chicas, optaron por garantizar el servicio con un plantel de autos sensiblemente menor.
Pero la cosa cambió notoriamente, la llegada de la pandemia fue un cimbronazo fuerte para el sector y de a poco, Gualeguaychú empezó a vivir una realidad hace pocos años impensada. En algunas horas pico, no hay forma de conseguir un remis, las agencias no dan abasto con los pedidos y resulta casi imposible poder tomar un móvil desocupado en la calle.
Hoy la realidad preocupa a los propietarios de las agencias, también a los usuarios y el coletazo llegó hasta los pasillos de la Municipalidad, especialmente en el área de Turismo, donde empezaron a ver como un problema inmediato la falta de remises de cara a la temporada de verano que asoma como muy buena en cuanto a la concurrencia de gente a la ciudad.
Qué dicen los propietarios de agencias
Isaías Irigoytía es encargado de las empresas de remises Oeste y Este en la ciudad de Gualeguaychú. En diálogo con El Radar (Radio Cero 104.1) explicó que “la situación por la que atraviesa el servicio de remises en la ciudad no cambió y seguramente no va a cambiar, porque actualmente en Gualeguaychú tenemos una capacidad de trabajo, que la cantidad de autos habilitados en la ciudad es de un 50% de los autos que había habilitados hace dos años. Nos hemos puesto a trabajar en conjunto con la Municipalidad, con la viceintendenta, el concejal Pablo Fernández y el director de Tránsito, Oscar Navone, para ver la forma en que podemos darle una solución a este problema”.
A su vez, Irigoytía explicó que “el principal problema es que el remís dejó de ser rentable. Muchos lo vieron como una alternativa, como un segundo ingreso. Y se han elevado notoriamente los costos, no es sencillo el mantenimiento de un vehículo y las ganancias dejaron de ser las mismas. Creo que hay distintas variables que llevaron a esta situación, pero la realidad es que mucha gente dejó de verlo como un buen negocio y optó por sacar su auto de las empresas. Y todas las empresas sintieron ese déficit”.
“Lo que estamos haciendo es tratar de motivar nuevamente a quienes dejaron de estar con su auto como remís. Que trabajen en la temporada, con alguna bonificación especial y pasada la temporada volver conversar para ver si les seduce la idea de volver a sumarse a las empresas. Nosotros desde la empresa nos hacemos cargo de algunas falencias que hemos tenido y que seguramente han motivado a que haya menos coches, pero también es cierto que hemos hecho una fuerte inversión en tecnología para poder tener un mejor servicio, y la realidad de llegar a la empresa y ver que casi no hay autos, es muy cruda”, sentenció el comerciante.
Sobre la realidad de la agencia, Irigoytía expresó que “actualmente sufrimos una merma importante en los autos en nuestra agencia. Tenemos 120 trabajando, pero no en forma permanente, sino en forma rotativa, cuando en su momento llegaron a ser casi 300 autos en la flota. Hay muchos que son dueños del auto y trabajan en turnos de seis horas, pero no está el vehículo trabajando las 24 horas. Hemos charlado con algunos propietarios para que coloquen un chofer, nosotros tenemos muchos choferes que han trabajado con nosotros y actualmente no tienen trabajo, pero eso ya depende del que el propietario acceda a nuestro pedido”.
Acerca del motivo de la merma de coches, puntualizó que “antes de la pandemia se había sentido una baja, pero la pandemia lo terminó de agudizar. Los costos de mantenimiento de un auto se fueron al diablo, todos los repuestos se encarecieron casi el doble de lo que estaban y la demanda de remises, principalmente en los tiempos en que la gente estuvo en sus casas por la pandemia, hizo que fuera un efecto dominó. Y ni siquiera hablamos de la ordenanza de los modelos, que se dio marcha atrás y se pudo dejar como estaba. Acá el problema es que, para muchos, el remís dejó de ser un negocio rentable, hubo mucha gente que se endeudó y no pudo terminar de pagar sus autos y optaron por sacarlo de las agencias”.
En la misma línea, Pablo Leuze y Daniel Torres, nuevos propietarios de la Remisería Boulevar, expresaron que “nosotros tomamos la concesión de la empresa y nos encontramos con una problemática: los teléfonos no paran de sonar y no hay autos. Hicimos una evaluación rápida y nos dimos cuenta que el parque de autos cayó casi a la mitad, entonces buscamos encontrar una solución primaria que fue poder ampliar los modelos de remises a 15 años en lugar de 10 como decía la ordenanza. Pero tampoco fue una solución, los autos siguen sin aparecer, entonces evidentemente el problema es otro”.
En diálogo con Viene con Yapa (Radio Cero 104.1), Leuze indicó que “los autos no se suman a las agencias, hay muchos que se fueron por la pandemia, pero la realidad indica que los costos de mantenimiento de los autos se han elevado. Necesitamos encontrar una solución entre todos los protagonistas de estas cosas, hay gente que conoce mucho del tema, inclusive gente del Municipio”.
Asimismo, Torres señaló que “en principal problema es que el remís en Gualeguaychú siempre fue barato, sigue siendo barato. Entonces, si no hay un cambio en los precios de las tarifas, nadie que tenga un auto que vale un millón de pesos, lo va a poner en una agencia de remises sabiendo el deterioro que va a sufrir, por las calles, por el mismo rodaje del vehículo. Todas las agencias tienen que subir la tarifa para que de a poco el remís empiece a ser más rentable. En toda la provincia hay otros valores y por eso hay mayor cantidad de vehículos abocados al servicio, pero en Gualeguaychú no es rentable tener un auto de remís. Está absolutamente claro, y creo que es el principal motivo por el cual muchos se fueron y otros no quieren sumarse”.
Palabra de propietario
Luis (55 años) fue dueño de autos de remís durante casi veinte años. Llegó a tener tres vehículos de su propiedad afectados al servicio, trabajando con cinco choferes, además de uno de sus hijos y él.
“Durante varios años el remís fue mi medio de vida, tuve la chance de cambiar de modelos, los autos siempre estuvieron en impecable estado y busqué contar con choferes que fueran responsables y entendieran que, cuando mejor sea el servicio que brindáramos, más clientes íbamos a tener”, sostuvo en diálogo con ElDia.
Sobre las problemáticas que vivió como propietario de vehículos, Luis indicó que “actualmente los propietarios de las agencias se ven en una situación que durante mucho tiempo nosotros como dueños de autos les marcamos, pero ellos no quisieron escucharnos. El costo fijo de un remís en Gualeguaychú siempre fue alto en relación con el precio de la tarifa. Nosotros pagábamos religiosamente todos los días, aún si el auto estuviera roto o fuera de servicio. Entonces para que el trabajo diera rentabilidad, había que tener los autos trabajando las 24 horas y rotarnos los conductores. La pandemia hizo lo suyo, pero no fue solamente la pandemia, los propietarios de las empresas colaboraron a que el servicio no fuera de la calidad que el cliente exigía”.
También dio otros datos que ayudan a entender el por qué muchos propietarios decidieron por sacar sus vehículos del servicio. “En mi caso particular, siempre tuve los autos impecables, lavados cada 4 o 5 días, con aire acondicionado o calefacción, los choferes todos trabajábamos de forma presentable. Y lamentablemente, no todos los autos estaban en la misma forma. Y eso a la larga se nota, porque el cliente empieza a llamar a la agencia pidiendo por tal o cual móvil de acuerdo al servicio que cada uno prestaba. Y eso generó problemas, porque otros empezaron a quejarse que la empresa tenía ciertos favoritismos, pero nunca se preocuparon por tener el vehículo en buenas condiciones”.
Sobre los motivos que lo llevaron a sacar sus autos del servicio, expresó que “la pandemia jugó en contra, igualmente antes de la pandemia ya había quedado con dos autos, roté los choferes para que mantuvieran el trabajo. Y con la pandemia, especialmente los primeros meses en los cuales la gente estuvo en sus casas, opté por sacar los dos autos y de paso cuidarme yo también, que tengo problemas de salud. Me dolió por los choferes, que conmigo siempre respondieron de la mejor forma, pero no podía perder plata”.
El chofer, el más perjudicado
Marcelo fue chofer durante 15 años en distintos autos y en varias agencias. Se considera una persona responsable, de hecho nunca tuvo un choque ni sufrió ninguna multa en todo el tiempo trabajado. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, el propietario del remís que manejaba sacó el auto de la agencia y se quedó sin trabajo.
“Fue durísimo, porque si bien el dueño del auto fue claro conmigo y me pagó lo que me correspondía, yo también entendí que era imposible que pudiera seguir con el auto, pero me quedé sin trabajo. Y como yo, hubo cientos de compañeros y compañeras que pasaron por la misma situación”, expresó, añadiendo que “durante mucho tiempo los choferes fuimos el empleado más barato del rubro. Se nos pagaba por las horas trabajadas y muy pocos tuvimos la posibilidad como tuve yo durante casi seis años, de contar con un patrón que me dejara el auto para que lo maneje durante el tiempo que pudiera. En otros casos había choferes que hacían un turno en un auto y enseguida se subían a otro, porque necesitaban trabajar”.
Sobre la realidad de las agencias y la falta de vehículos, Marcelo sostuvo que “se veía venir algo así, los propietarios de agencias en los momentos de mayor auge del servicio se creyeron dioses. No escuchaban consejos, manejaban los costos de forma antojadiza y, si alguno no estaba de acuerdo, directamente le decían que se fueran a otra agencia, que ellos tenían autos de sobra. Resulta que ahora no tienen autos, pero no los escucho hacer autocrítica por lo que hicieron mal durante todo este tiempo”.
Marcelo consiguió otro trabajo, pero cuando ElDia lo consultó sobre si volvería a subirse a un remís, dijo que “lo haría si el auto fuera mío. De chofer nunca más”.