PROYECTOS A MITAD DE CAMINO
Plaza de Aguas: ese tesoro sin aprovechar que podría hacer más bella nuestra ciudad
Con el debate de la compra de Parque del Sol se nombró mucho a otro lugar que muchos conocen de nombre, pero nada más. Muchos fueron los que quisieron aprovechar el lugar, pero pocos proyectos se concretaron. Ahora, el crecimiento de los asentamientos de zona norte amenaza con cualquier tipo de avance. La importancia de la unión de los boulevares De León y Montana para que el día de mañana haya allí otra costanera.
Por Amílcar Nani
Parece lejano, pero no lo es. Inclusive muchos conocen su nombre, pero no específicamente dónde está. Son 57 hectáreas que, desde hace varias décadas, el Ejercito donó al Municipio. Unas tierras que, así como fueron donadas, siguen prácticamente inmaculadas desde ese día. Estamos hablando de Plaza de Aguas. Para ser más certeros, Plaza de Aguas es un enorme terreno de 57 hectáreas ubicadas en la zona norte de Gualeguaychú, entre el río Gualeguaychú en el este y un límite escalonado por las calles Misiones, Mosto y 1 de Mayo en el oeste. A modo de frontera, el ingreso es una tranquera ubicada al final del boulevard De León, 150 metros después de que se acaba el asfalto y comienza el rípio.
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Un cartel con fondo blanco y contundentes letras rojas dice clarito “Prohibido el ingreso y arrojar basura”, pero lo cierto es que no hay nadie que impida o controle que no se violen algunos de los dos pedidos. Es más bien un pedido a lo por favor que una prohibición en sí, porque el ingreso y egreso de vecinos de la zona es constante. Algunos van por la belleza del lugar, otros recorren el lugar haciendo ejercicios y otros más llegan hasta la vera del río, caña en mano, y se ponen a pescar. También los hay, por supuesto, los que por las noches van a tirar basura, aunque por fortuna no se ven tantos residuos en el lugar. Recapitulando, este enorme terreno municipal está a pocas cuadras del puente Méndez Casariego, casi en el corazón de la zona norte, a mano del disfrute, con un potencial enorme a nivel turístico y ambiental, con una posibilidad inigualable para poder extender la Costanera y poder realizar allí una infinidad de inversiones: desde complejos turísticos y hoteles hasta una nueva playa pública de varios cientos de metros de extensión. Este enorme terreno municipal está a pocas cuadras del puente Méndez Casariego, casi en el corazón de la zona norte Sin embargo, Plaza de Aguas hoy en día se ve lenta pero constantemente amenazada por un hecho que no se puede esconder, porque si bien desde el lado oeste aún conserva mucho de lo agreste y autóctono que supo tener el lugar, desde el lado este, donde limita con la urbanización, se ve el avance de asentamientos precarios que poco a poco ocupan este espacio. Desde 2017 a esta parte, en la continuación de calle Misiones se fue armando un grupo de viviendas precarias que ya están instaladas en el predio de Plaza de Aguas, y el riesgo que esto conlleva es que esto siga en aumento hasta el punto de que no se pueda explotar el lugar como corresponde. Y si bien una parte del terreno es bajo y ha sido alcanzado por las inundaciones más grandes que ha sufrido la ciudad, eso no quita que pueda tener un potencial enorme.
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Los motivos y factores por los cuales el terreno se presta para los asentamientos es por la cercanía que hay con los servicios, pero además también porque al ser cercano y estar pegado a todo lo urbano, los que están allí con sus viviendas precarias siguen teniendo el acceso a la vida social de la ciudad. Las relaciones, las amistades, las actividades y los trabajos siguen estando a mano porque no están viviendo desprendidos de la comunidad. Esto último, si o si debe resolverse con un plan habitacional efectivo, que permita que todos los que están en un asentamiento –no sólo el de Plaza de Aguas sino todos– puedan vivir en un lugar digno y urbanísticamente proyectado a futuro, con una planificación adecuada que permita no sólo el crecimiento de Gualeguaychú sino también el desarrollo. Aclarado esto último, aún nos queda una pregunta: ¿cómo se puede explotar de manera adecuada Plaza de Aguas? Una obsesión de antaño Sería injusto decir que ningún intendente de los últimos 30 años ha pensado en Plaza de Aguas. Desde Luis Leissa a Martín Piaggio, todos han hablado y pensado en este lugar. Sin embargo, y como decía al principio, el lugar sigue casi inmutable. En los últimos días, Plaza de Aguas volvió a estar en agenda debido al debate en el Concejo Deliberante por la compra de Parque del Sol. Uno de los argumentos esgrimidos por el Ejecutivo municipal es que de esta manera se podía unir ese balneario con el mentado espacio natural de zona norte. Sin embargo, en este punto surge un problema: Plaza de Aguas y Parque del Sol no son linderos, sino que están separados por un terreno de 40 hectáreas que pertenece a un privado. Ahora bien, ¿es necesario del balneario que tiene su ingreso por Ruta 136 para que el predio de zona norte pueda ser explotado como corresponde? La respuesta es no: Plaza de Aguas tiene un potencial propio.
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En 2014 se realizó un proyecto para unir el boulevard De León con el boulevard Montana. Esta unión iba a ser mediante el ingreso a Plaza de Aguas, que a su vez iba a permitir que, en ese lugar, se logre una prolongación de la Costanera de Gualeguaychú y transformar el lugar en un Parque Urbano. Algo así como el Unzué pero dentro de la ciudad, con un puente sobre el arroyo Gaitán para poder retomar un camino costero en dirección norte/sur y viceversa. “Los procesos de urbanización que generan promoción y mayor calidad de vida son necesarios y son decisiones de la sociedad. No hay proyecto político si no hay detrás una política de Estado, porque lo que se define es el futuro de la ciudad. Plaza de Aguas no va a ser un proyecto de Leissa, de Irigoyen, de Emilio, de Bahillo o Piaggio, es de la sociedad que vio con buenos ojos estas políticas, y en esta línea hay que trabajar”, explicó a ElDía el arquitecto y ex candidato a intendente por el vecinalismo Domingo Carrazza sobre el potencial del sitio.
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Inclusive, antes de 2014, otra administración pensó en la explotación del lugar junto a los privados: en 1999 salió la licitación pública 17/99 en la cual se ofrecía la posibilidad de la construcción de complejos turísticos, hotel, playa, centro de convenciones, centro de compras y equipamiento recreativos y deportivos. Por lo tanto, Plaza de Aguas siempre tuvo todo para dar, pero aún estamos esperando que dé. Política de Estado Lo cierto es que el proceso en Plaza de Aguas no sería mucho más complejo o complicado que, por ejemplo, la recuperación de la Costanera Sur, actualmente conocida como Costanera del Tiempo. Recordemos: esa parte de la Costanera no siempre fue un paseo bonito como lo es ahora, sino que pasaba por una situación parecida a la que ahora enfrenta Plaza de Aguas: asentamientos, terrenos bajos, chancherías y basurales. Nadie quería estar allí. Sin embargo, luego de un proceso de años, de trabajo conjunto, un día el paseo de la ciudad creció y hoy en día es disfrutado por turistas y vecinos. “Todo es producto de un proceso, como lo fue la avenida Parque. Son procesos urbanísticos que se tienen que pensar a largo plazo. Plaza de Aguas es accesible: el Municipio ya lotiene, no tiene que pagarlo, y desde el punto de vista ambiental es muy rico, resuelvo todo lo que es la salida del Gaitán y comienzo a pensar la zona desde el punto de vista recreativo. Se puede parquizar y tener otro parque urbano con la recuperación de toda el área deprimida como lo era hace unos años la Costanera Sur”, analizó el arquitecto Carrazza.
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Sin embargo, Carrazza también aclara que a la larga todo se resume a un concepto: “Esto lo resuelve la política de Estado, que es cuando se acuerda que se tiene que ir en una dirección y se sostiene esa decisión en el tiempo. Donde la ciudad dice que esto es importante y va por eso, pero de manera consensuada, que no es otra cosa que una mayoría viendo que eso que se hace está bien y que es necesario. Y todos aquellos a los que les toque gobernar sobre un pequeño período sigan avanzando hacia ese objetivo. Y cuando queremos acordarnos tenemos un proyecto concretado”. “Tenemos que mejorar nuestra ciudad, hay que solucionarla de alguna manera, pero hay que empezar. Y el Estado sólo no lo puede hacer, tiene que hacerlo en conjunto con los privados. Lo tiene que seducir al privado y no que se vaya para otro lado. El Estado tiene que promover lugares. Y para eso necesita de un proyecto, pero un proyecto serio, porque de lo contrario es una idea, e ideas hay tantas como habitantes de nuestra ciudad”, concluyó.