SALUD PÚBLICA
Planean colocar microchips para controlar la población de perros y gatos
La idea forma parte de uno de los puntos que busca incluir Juan Osvaldo Gondell, el nuevo responsable a cargo del Área de Veterinaria municipal. Por su parte, las proteccionistas no ven con buenos ojos esta iniciativa e insisten en que todos los recursos deben ser dirigidos al Programa de Equilibrio Poblacional.
Los perros durmiendo al sol en las veredas y calles forman parte desde hace tiempo de la postal local y del entramado social de Gualeguaychú, y pone en evidencia que la ciudad vive una situación de sobrepoblación que debe resolver.
En este marco, el año pasado se sancionó la Ordenanza N° 12.083/23 a partir de la cual, el Municipio adhirió al Programa de Equilibrio Poblacional de la Red de Políticas Públicas, y a través de ella se estableció la “castración quirúrgica como único método efectivo de control poblacional”.
El número de oro, es decir la cantidad de esterilizaciones que tendrían que llevarse a cabo para lograr que la comunidad absorba la cantidad de perros y gatos de la ciudad, es 840. Esta cifra, fue alcanzada recién en el mes de mayo y las intervenciones continúan para asegurar su sostenimiento.
Gondell manifestó a Ahora ElDía que quiere “darle una vuelta positiva” a la normativa: “Estamos entablando reuniones con el Ejecutivo, con los concejales y la Secretaria de Desarrollo Humano para darle una vuelta positiva a la ordenanza. Desde mi punto de vista, hablar solamente de un número sin abarcar por qué ese número y sin controlar la población que se encuentra en la calle e identificar a sus tenedores responsables, no se va terminar con la sobrepoblación”, manifestó en esta dirección.
El veterinario apuntó que las castraciones son solo una pieza del engranaje para resolver la proliferación de perros y gatos y evitar que se propaguen las enfermedades zoonóticas.
Un punto que tiene en claro el profesional es que cualquier intervención que se realice desde el Área tiene que ver con una cuestión de salud pública, con especial énfasis en el cuidado no solo de los animales sino de la salud de los niños, que suelen ser los que más indefensos se encuentran y mayor interacción tienen con perros y gatos.
En este sentido, Gondell aspira a reforzar la responsabilidad de los dueños de los animales: “El cuello de botella que tiene el equilibrio poblacional es que el plan nacional estipula tratar en un corto plazo de 4 a 5 años el control de la sobrepoblación animal si se castra anualmente el 20% de la población de perros y gatos que hay en la ciudad. Pero lo que no tiene en cuenta es la responsabilidad de las personas en la tenencia”.
En esta línea, enunció que “la mayoría de los animales que andan en la calle tienen alguien que les da de comer, que los lleva a vacunar y ese cuidado requiere una responsabilidad. Los animales no solamente pueden ocasionar choques, accidentes o lastimarse entre ellos, sino también morder a los transeúntes. Todas esas cuestiones están a la vera del Municipio que debe dar una respuesta más global y holística a la problemática. Como parte de la solución en la que estamos trabajando, se encuentra la posibilidad de colocar microchips a los animales. La implementación de esta tecnología tendría como fin identificar al perro o gato, su domicilio y su dueño para que responda por él”.
En el caso de los animales callejeros, según el profesional, buscarían que alguna persona que lo alimenta se identifique como su tenedor responsable y asuma las responsabilidades. También, tienen pensando hacer campañas de adopción responsable y capacitación. Por el momento, las nuevas medidas se encuentran en una etapa inicial y más en el plano de las ideas que en el de la concreción. No obstante, están llevando a cabo varias conversaciones con diferentes áreas.
Por otra parte, desde Veterinaria apuntan a dar respuesta a la problemática de los perros abandonados o que hayan sufrido algún accidente y para eso requieren de la ayuda de las proteccionistas, ya que el Área no cuenta con la infraestructura para alojar a este tipo de animales.
La visión de las protectoras locales
Coqui Carbó está al frente de la ONG “Patitas” desde hace varios años y afirmó que la única solución efectiva y probada para controlar la sobrepoblación animal son las castraciones masivas, sistemáticas y gratuitas.
Al respecto, la proteccionista explicó que como se establece en los considerandos de la ordenanza municipal que adhiere al Programa de Equilibrio Poblacional, “las castraciones son el único medio para bajar la población animal, pero una de las aristas importantes también es la difusión”.
En este sentido, sostuvo que el Municipio debería dirigir todos los recursos a las esterilizaciones porque “si no atacas el problema, y te vas por la ramas y ocupas mano de obra y recursos económicos en otras cuestiones, la sobrepoblación se va a seguir incrementando. En estos momentos no se puede pensar en hacer un hospital público de atención primaria, hay que poner todos los recursos humanos para bajar la población y así vamos a tener menos accidentes de tránsito, menos animales con parásitos internos y externos. Todo empieza a bajar, cuando se tiene controlada la sobrepoblación, recién ahí se puede pensar en una atención primaria gratuita para todas aquellas personas que lo requieren”.
Por otra parte, dio su opinión sobre la posibilidad de que se implementen microchips para identificar a los animales y sus tenedores responsables: “Eso es un comercio entre la empresa que hace esto, los veterinarios que ha intentado imponerlo y los municipios. Uno de los primero lugares donde se implementaron los microchips por los perros salvajes que comían el ganado, y también se les puso a los de la ciudad, fue en Ushuaia. Resultó un fracaso, gastaron dinero, desviaron recursos y hasta el día de hoy nunca pudieron hacer nada”.
En este punto, Carbó fue muy crítica y destacó que esto “pretende que las personas que se dedicaron a salvaguardar a los animales, entre las que nos incluimos la mayoría de los voluntarios proteccionistas, se hagan responsables de los animales cuando el primer responsable es el Estado que nunca tuvo una política pública para dar respuestas a la sobrepoblación”. Y agregó: “Si alguna persona está a disposición y quiere hacerse cargo bienvenido sea, pero no tiene por qué ser una regla”.
Carbó resaltó que está comprobado que la multa y la colocación de un chip no sirven y que “está probado que a las personas se las tienen que ayudar con un estado presente, que tiene que bajar la población animal, hacer difusión y educar”.
Sobre esto último, la proteccionista de “Patitas” aseguró que “debemos trabajar en conjunto para ir ajustando todo a la realidad” sobre todo en lo que concierne a la difusión y educación en clubes, Caps y todas las instituciones en las que haya participación comunitaria.
Según Carbó, esto está incluido en la normativa, que fue elaborada por profesionales médicos, abogados, veterinarios e ingenieros de la Red de Políticas Públicas.
“Está previsto en la ordenanza una educación por inmersión, con el ejemplo: llevás un animal a una sala de castración que es pública y mientras lo operan te dan una charla de educación primaria sobre tu animal, no solo sobre el post operatorio, sino cómo vas a seguir con tu mascota. Eso hay que hacerlo en los barrios y hay que llevar a cabo campañas de adopción responsable, y no se está haciendo”, detalló.
En esta línea, resaltó que antes de hacer cualquier modificación de la ordenanza, “el Área de Veterinaria debe convocar a las ONGs proteccionistas y a la comunidad”. También, contó que la única vez que el Municipio se comunicó con ella durante esta gestión fue para preguntarle si los animales que ellos levantaran de la calle podían ser atendidos y alojados en sus refugios: “Les dije que no, que Patitas solo tiene cinco personas voluntarias y que se ocupan de todos los perros. No tenemos lugar ni recursos para asistir más animales”.