Perros de la calle
Carmen Colombo
Sr. Director:
En estos últimos días he leído muchos artículos sobre la problemática del abandono de mascotas, muchas quejas, muchas versiones de las cosas, pero también muchas personas que salen en defensa de los pichichos.
Hace 10 años que, dentro de mis posibilidades, ayudo a animales abandonados. Y conozco el sufrimiento que les toca pasar a estos seres, ellos viven diariamente el abandono, el hambre, el desprecio de cierta gente, el maltrato, la discriminación y también las enfermedades. En estos años he conocido mucha gente que, como yo, trata de lograr que la calidad de vida de estos animalitos sea un poco mejor: por ejemplo alimentándolos, curándolos, castrándolos, dándoles un poco de cariño y atención, cosa que ellos agradecen eternamente. Porque es cierto!!!! el perro de la calle es el animal más agradecido, y nunca olvida lo que hacés por él. Y esto lo digo por experiencia, porque cada vez que voy a darles de comer o curarlos, vuelvo llena de saltos, lamidas y jugueteos, cosa que me llena de dicha.
También he ayudado en la Protectora de animales, que lucha por alimentar y curar a las mascotas abandonadas, y sé que aunque es muy difícil lograr el apoyo de la gente, ellas no bajan los brazos y todo esto lo hacemos por estos animales que no eligieron ser abandonados, que no eligieron pasar hambre, que no eligieron andar deambulando por las calles en busca de una caricia y de un resto de comida, que no eligieron ser despreciados por tanta gente. Ellos vinieron al mundo sin querer...y lamentablemente nacieron en una sociedad muy insensible, a la que le molesta más un animal abandonado que la inseguridad que vivimos hoy en día, que le molesta más un animal abandonado que ver a los jóvenes de hoy alcoholizados.
Yo estoy convencida que si la gente se quejara un poco menos y colaborara un poco más, estos animalitos no tendrían que padecer estas situaciones. Si hubiese más gente, como la que he conocido en estos 10 años, las cosas serían distintas...
Yo se que es un tanto inútil pedirle a la sociedad un poco de sensibilidad con estos animales, pero siempre mantengo la esperanza de que la gente recapacite y se dé cuenta de que estos perros son seres vivos como nosotros y que sufren el desprecio y el olvido...como el ser humano.
Y también quiero decirle a la gente que lucha por ellos, que no bajemos los brazos porque estos pichichos nos necesitan.
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