INTERNA Y NEGOCIACIONES
Peronistas que ingresarían a la oposición con Frigerio quieren cambiar el nombre a JxC
Ingresarían a Juntos por el Cambio de la mano de Frigerio y su voluntad de ampliar el ala peronista de la coalición que hegemonizan la UCR y el PRO. Pero dicen que la marca JxC está asociada a Macri, a quien "nunca votarían" los "compañeros" que están anotando en su nuevo partido, la mayoría desafiliados del PJ. Proponen el nombre Juntos por Entre Ríos. Los reparos de Alasino con Frigerio. El enojo de Moine.
Se trata del espacio del peronismo no kirchnerista que en la provincia vienen impulsando dirigentes veteranos del peronismo entrerriano, como Mario Moine, Augusto Alasino, Emilio Martínez Garbino, Luis Leissa, Aníbal Vergara y Daniel Rossi. Entre Todos Entre Ríos (ETER) ya es un partido de distrito, con posibilidad de competir en una elección de cargos nacionales, como la de este año. La idea es incorporarse a Cambiemos de Entre Ríos, que actualmente está compuesto por la UCR, el PRO, el GEN y el Movimiento Social Entrerriano (MSE). En las charlas que han tenido con dirigentes de la coalición opositora, plantearon que se cambie la marca Juntos por el Cambio, con la que se compitió en la última elección nacional de 2019 (en los previos comicios provinciales del mismo año, en junio, fueron con el nombre Cambiemos). Argumentan que el nombre Juntos por el Cambio y su abreviatura JxC, están asociados a la figura del ex presidente Mauricio Macri. Con ese sello buscó su reelección en fórmula con Miguel Pichetto, un peronista que no es aceptado por la mayoría de los referentes de ETER. Los peronistas entrerrianos prefieren una figura menos corrida a la derecha. Algunos han planteado que la referencia nacional del espacio debe ser Florencio Randazzo. “Los compañeros no van a votar a Juntos por el Cambio, porque lo identifican con Macri. Si le ponen como opción Macri o Cristina, los compañeros prefieren a Cristina”, explicó a Página Política un referente del espacio. El nombre alternativo propuesto es Juntos por Entre Ríos. Los “compañeros” son los que están afiliando a ETER. Aseguran que muchos de ellos, la mayoría, se han desafiliado del PJ de Entre Ríos. No es una cuestión cuantitativa (no serían, al final del día, más de 300 en toda la provincia) sino cualitativa: se trata de desencantados y enojados con el PJ que preside el gobernador Gustavo Bordet. Los 300 son los que acceden a hacer el trámite de cambiar de afiliación, pero aseguran que la falta de contención dentro del peronismo es mucho más extendida y lleva ya varios años. En ese río revuelto pretende pescar Rogelio Frigerio, para agregarle músculo al brazo peronista de la coalición con la que quiere llegar a la gobernación. Hoy, el peronismo en Cambiemos se limita al MSE del diputado Juan Domingo Zacarías. Frigerio Pero Frigerio no mantiene la misma sintonía con todos los integrantes de la mesa de ETER. Los que dialogan con mayor frecuencia con el ex ministro del Interior son Leissa y Martínez Garbino, en ese orden. Moine venía muy entusiasmado con Frigerio después de haber mantenido un diálogo a inicios de año. Pero parece que quedó ofendido porque en su reciente paso de campaña por Paraná, que realizó hace quince días, no lo atendió. Moine siente que Frigerio no respetó su rango de exgobernador de Entre Ríos y que no pudo ignorarlo en una visita de dos días que tuvo como único propósito dialogar con un amplio abanico político de la dirigencia de la capital entrerriana. Distinto es el caso de Alasino, que nunca digirió mucho a Frigerio, a quien conoce de la época en que ambos eran parte del menemismo; el exsenador entrerriano como una primera espada política en el Congreso y el jefe del PRO como funcionario de segunda línea del ministerio de Economía. Puede que no sean más que prejuicios, que tienen que ver con el mal concepto que Alasino tiene de Octavio Frigerio, padre de Rogelio, y su paso por el gobierno de Carlos Menem. O quizás viejos enconos con Jorge Busti, con quien Frigerio compartió militancia antes de desembarcar en el PRO de Entre Ríos, e incluso después, cuando se asociaron electoralmente para las legislativas de 2013. Radicales Los peronistas “de la década del 90”, como algunos le llaman en Cambiemos, vienen dialogando con la dirigencia de la UCR. Se reunieron con los intendentes que lideran el espacio Construir, entre los que están dos aspirantes a la gobernación, Pedro Galimberti (Chajarí) y Darío Schneider (Crespo); con Convergencia, la línea que conduce el diputado Jorge Lacoste; y ya han dialogado con el nuevo presidente de Comité Provincial, Jorge Monge, enrolado en la corriente Illia de Atilio Benedetti. Las conversaciones pasaron por las posibilidades de asociarse electoralmente. Todo dependerá, naturalmente, de cuánto voto sumen a Cambiemos. Los radicales no le han dicho ni que sí, ni que no. Tanto a la posible asociación como al cambio de la marca electoral. Dos temas que serán centrales en el congreso de la UCR que debe aprobar la política de alianzas del partido antes del 9 de junio, no se sabe –pandemia mediante– si con la nueva o vieja composición. Seguramente por Zoom. “Tenemos que hacer lo que no hizo Pichetto: juntar peronistas. Es la única forma de debilitar al oficialismo”, afirman en ETER. “Si no lo debilitamos, el oficialismo gana”, aseguran. (Página Política)
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