ELECCIONES 2023
PASO: Sergio Massa y Milei, a expensas de la interna entre Patricia Bullrich y Larreta
Larreta, Massa, Bullrich o Milei serán el próximo presidente de la Nación. ¿Hay que estar un poco loco para querer serlo no? ¿A quién se le ocurre que, la camionada de problemas que tiene la Argentina los puede solucionar una sola persona, por más buena voluntad que ponga? Claro, dirán que tienen equipos preparados, que han estudiado los problemas y están listos para agarrar la papa caliente pero…siempre hay un pero…lo mismo han dicho todos los candidatos en todas las campañas anteriores. Y hasta acá llegamos.
Por Jorge Barroetaveña
Las encuestas no son confiables. En rigor hace tiempo dejaron de serlo. Pero hay tufo a elección pareja en Juntos entre Larreta y Bullrich. Este fin de semana, en Santa Fe, habrá otro orejeo de cartas pesado. Carolina Losada alineada con Bullrich y Pullaro con Larreta amagan con un final cabeza a cabeza. Se dijeron de todo y habrá que ver si quedan heridas. Será una prueba de fuego para la coalición, para verificar si los votos se unifican para la general. En Córdoba la movida de Larreta le costó la elección a Juez. No hubo autocrítica de eso. En Santa Fe, los cruces entre Losada y Pullaro han sido duros, con acusaciones de vinculaciones con el narcotráfico incluídas. Arriba, Larreta y Bullrich levantan la guardia.
Milei pelea contra sus propios fantasmas. En los últimos días levantó el perfil y salió a ponerle el pecho a las denuncias. Está preocupado por el impacto que esto tiene en sus números. Aquella frase de Cristina de la pelea de tercios parece ya no es tal. El armado libertario ha crujido en más lugares de los necesarios y Milei no ha sabido colocarse por encima de eso. Sus candidatos hasta ahora han tenido magras performances. El país no se resume a Buenos Aires y CABA. Sus diatribas en contra de la casta, se han vuelto en contra. El mismo barro de la casta que defenestra es el que lo ha alcanzado. ¿Podrá recuperarse? Es probable aunque también está sujeto a la resolución de la interna de Cambiemos. No será lo mismo una victoria de Larreta que de Bullrich. Hay ahí un electorado común que ambos espacios tironean.
Massa va. Apelando al manual kirchnerista, haciendo gala de un defecto que en política es virtud. Le dice a cada uno lo que quiere escuchar. A los que creen que es de derecha les rebate con la distribución de la riqueza y el salario de los trabajadores. A los que, por izquierda, tampoco le creen, les dice que no se va a someter al altar del ajuste, como pide el Fondo. A los empresarios amigos no hace falta decirles mucho: siempre apostaron por él. Con Alberto la distancia es obvia, y con Cristina la conveniente. Sabe que el objetivo será, al menos en las PASO, conservar el voto duro de la jefa. Para eso se endurece y ablanda, según la ocasión. Para pescar más allá de esa zona, se verá luego del 13 de agosto. También, como Milei, pero desde otro lugar, su suerte depende de la interna de Cambiemos. No será lo mismo enfrentar a Larreta que a Bullrich. El kirchnerismo-massismo ya eligió: ellos quieren de rival a la ex ministra de Macri. Es un blanco móvil, fácil de identificar y defenestrar. Larreta es más inasible. No sólo por su amistad con el propio Massa, sino por el contenido de su discurso. Tiene al cabo, para demostrar, sus años de gestión en CABA. En la coyuntura, Larreta ha buscado endurecer su discurso, atento a la fama de blando que le hace Bullrich. Pero será sólo un rato. Si gana, volverá a las expresiones de centro, a los codazos con las que tendrá, previsiblemente, Sergio Massa.
Por eso, el baile electoral gira en derredor de la interna opositora. Lo que hace Massa es tratar de juntar todos los pedacitos en los que quedó disgregado el extinto Frente de Todos. Los gobernadores, los sindicatos, expresiones autónomas como las de Daniel Scioli y las huestes de La Cámpora enojadas por el desplazamiento de Wado. Si no lo hace, la inflación se lo va a llevar puesto. Están buenas escenas como la ‘inauguración’ del tramo del Gasoducto Néstor Kirchner. La foto apenas. El lenguaje gestual vale más que mil palabras y nadie cree que esté todo bien. El abanico de Cristina mientras Alberto hablaba, fue elocuente. Hay que darle algo de sustento al relato.
Queda un mes apenas para las PASO y todo puede pasar. El descreimiento de la gente, y su enojo previo, pueden llevar los números para cualquier lado. El jueves el dólar cruzó la barrera de los 500 pesos. No existe, es ilegal. La calle piensa otra cosa porque sospecha lo que se viene. Esta película ya la vimos. Gastada y vieja, pero todavía vigente.