Ola de suicidios en el primer mundo
Una serie de suicidios entre empleados de France Telecom ha puesto en el tapete el impacto dramático de la crisis económica, en un país desarrollado como Francia.Las autoridades y los empresarios del país galo están alarmados. No saben cómo procesar esta noticia: veintitrés trabajadores de la firma telefónica ya se quitaron la vida, en los últimos 19 meses.Ante la crisis, la compañía se vio obligada a suspender los traslados internos de personal, a reforzar su plantel de psicólogos y a negociar con los sindicatos su plan de reestructuración.Al mismo tiempo, el gobierno francés tuvo que intervenir y convocar a los directivos de la empresa. La situación cobró notoriedad cuando una mujer de 32 años se arrojó al vacío desde la ventana de su oficina.Minutos antes se había enterado que le cambiaban su jefe de equipo. Días atrás otro empleado había tratado de suicidarse apuñalándose en el estómago en plena reunión de trabajo.El ministro de Trabajo, Xavier Darcos, se preocupó por las condiciones de seguridad de trabajo en la compañía. Concretamente pidió a los directivos de France Telecom que extremen las prevenciones de situación de estrés laboral.La multinacional, por su lado, afirmó que la tasa de suicidios que padece no es algo estadísticamente inusual en una empresa que cuenta con 100.000 trabajadores.Y alegó que muchos de estos casos tienen que ver más con las circunstancias personales que con las profesionales. No obstante lo cual admitió que el proceso de privatización, ocurrido hace once años, pudo haber generado estrés laboral.De hecho, instruyó a 20.000 directivos para "detectar señales de debilidad psicológica" entre los empleados. El contexto en que ocurren los suicidios se vincula a una reestructuración interna de las plantillas.Y esto en virtud de una caída de los beneficios de la empresa en 2008, en el marco de la crisis económica mundial. Esta menor rentabilidad se ha traducido en despidos y en inestabilidad laboral.Desde que la empresa pasó a manos privadas se han eliminado 40.000 puestos de trabajo. Los gremios, en tanto, han venido denunciando una fuerte presión sobre los empleados para que dejen la compañía o acepten las nuevas condiciones.La ola de suicidios se enmarca, así, en un cuadro de crisis laboral. Todo lo cual hace presumir que la decisión de quietarse le vida trasciende los móviles individuales.En 1897, Emile Durkehim, uno de los fundadores de la sociología, escribió "El Suicidio", un texto que pretende demostrar que ese acto extremo no se explica sólo desde los móviles individuales.Su tesis central es que si se ven los suicidios en su conjunto, esto es durante una unidad de tiempo y en una sociedad determinada, esto constituye un hecho social, superior a los hechos individuales.Su argumento es que los cambios en las sociedades determinan cambios, en cantidad y cualidad, en los suicidios. En su clasificación sociológica, lo que ocurre en Francia podría entrar dentro de lo que Durkeeim llamó suicidio anómico.Este tipo de suicidios ocurre en las épocas de grandes cambios. Por ejemplo, una gran crisis económica. En tales situaciones, las rutinas del trabajo y la familia se desintegran.La inestabilidad económica corroe el sistema de referencia social, en el cual se desenvuelven los individuos. La sociedad está en crisis. ¿Para qué vivir? En Francia y en otros países desarrollados este dilema estaría atravesando a aquellos empleados que temen por su fuente de trabajo.Y el trabajo, como se sabe, es uno de los pilares sobre los cuales se asienta la estabilidad de los individuos y las familias.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios