MUCHOS COMPRAN CON TARJETA Y EN CUOTAS
Nuevo incremento de frutas y verduras en Gualeguaychú: entre la inflación y las heladas
Los costos de logística y factores climáticos han hecho que los precios de las frutas y verduras se incrementen considerablemente durante los últimos meses, y se esperan 50 días con valores aún más elevados por la helada. Algunas familias ya apelan a endeudarse para poder seguir comprando.
La suba de precios y de los costos de vida en general que ha sufrido la economía argentina se hace sentir en todos los rubros. Uno de los más sensibles y vitales es el de los alimentos, ya que es el último eslabón de la cadena que una familia ajusta.
En ese aspecto, las verdulerías si bien han sufrido una merma de ventas con respecto al año pasado, por lo general mantienen un buen caudal de clientes, pero lo que se observa es que cada vez menos transacciones se hacen en efectivo y la mayoría costea sus compras con tarjeta.
“Al efectivo lo vemos muy poco, un 70% de las compras son con tarjeta”, comentó un reconocido verdulero de la ciudad a Ahora ElDía, quien acotó que “hay clientes que compran con crédito y pagan en 3 cuotas; de esa encerrona no salen más porque los bancos les cobran recargo y estamos hablando de algo que se consume en el día, no es un electrodoméstico”, expresó.
Consultado acerca del incremento que tiene la mercadería, aseguró que “se trata de una cuestión de oferta y demanda, por la helada se perdió la cosecha de papa en Tucumán, entonces ya sufrió un incremento porque no hay suficiente para abastecer a todo el país, y en estos próximos 50 días se va a sentir aún más”, ejemplificó, y añadió que “lo mismo va a pasar con los vegetales verdes y el morrón, hace unas semanas regalábamos un atado de rúcula con las compras porque estábamos repletos y ahora se va a encarecer mucho porque va a escasear”. En este sentido, adelantó que “en un mes y medio, aproximadamente, si el clima acompaña se va a normalizar y vamos a estar ‘tapados’ de verdura de nuevo”.
Otro ejemplo de la fluctuación de precios atada a factores climáticos fue el de la banana, ya que viene de Ecuador e ingresa al país por la frontera con Chile, pero estuvo cerrado el paso varios días por la nieve y eso hizo que el precio se incrementara. Lo mismo ocurre con frutas fuera de estación como las frutillas. “Un paquetito que trae 10 costaba $3.000”, aseguró.
Además, afirmó que el costo fijo que tienen que sortear las verdulerías es el de la logística que implica el transporte de la mercadería. “Para traer choclo teníamos que hacer casi 1.000 kilómetros más de lo habitual y nos quedaba de costo a $2.000 cada uno; por eso optamos por dejar de tenerlo a la venta porque vendía muy pocos y el resto se pudrían” contó.
Por otra parte, hizo una reflexión acerca del fenómeno que se dio en la ciudad acerca del notorio incremento de la cantidad de verdulerías que abrieron en el último tiempo. “Ahora está lleno, muchos se juntan y viajan en combi al Mercado Central”, reveló acerca del detrás de escena del rubro y marcó que “las más chicas son las que sufren más estos fenómenos climáticos porque con los incrementos a la hora de reponer no les alcanza el dinero; muchos vienen a comprarme a mí para no quedarse sin mercadería, pero no es fácil, en todos estos años he sorteado varias crisis, me he fundido, resurgí, pero tenés que tener millones para reponer y si no vendés, se te pudre y es dinero tirado a la basura”, resumió.
El fuerte impacto que tendrá la ola polar
Las intensas heladas le asestaron un durísimo golpe a miles de productores de frutas, verduras y hortalizas. Esta situación pone en riesgo no sólo el sustento de quienes tienen esta actividad como ingreso primario, sino que además enciende una luz de alerta en el sector comercial.
Melideo Alegre, productor frutillas, aseguró que aún los daños de las heladas de las últimas semanas no pueden cuantificarse y explicó que “eso lo vamos a saber en la primera quincena de agosto, cuando veamos los efectos de las temperaturas de -4 grados que sufrimos. Aunque no hay un daño en las plantas, sí lo hay en las flores y los frutos; por lo tanto, vamos a ver frutas chicas y deformes”. Y agregó: "El impacto se va a ver en la calidad, porque además se sufre las sequías que agravaron los efectos de las bajas temperaturas. Creo que en el momento de la cosecha habrá muy poca fruta de calidad, que se va a buscar mucho y se va a pagar con un valor diferenciado”.
Otra zona afectada fue la del norte de Buenos Aires. Desde la Cámara de Productores y Empacadores de Frutas del Norte de Buenos Aires (Caproem), advirtieron que en la zona se registraron las temperaturas más bajas desde 1965 y que los cálculos iniciales indican que se perdió alrededor del 30% de la producción.
Mario Giroldi, productor de cítricos, contó que “hubo muchas pérdidas en cítricos, pero fundamentalmente en la producción de naranja de ombligo, que es la de mayor superficie. La naranja se va a cosechar, el efecto de la helada la quema, la fruta se desprende (se corta la savia de la fruta) y ahora comienza un proceso de secado. Por ahora se sigue cosechando, pero se suspendió la exportación porque ya se llenaron los depósitos. Todos comenzaron a enviar naranjas a las industrias y los que no lo hicieron deberán resolver la comercialización en el mercado interno”. En todos los casos, las pérdidas no sólo perjudican a los productores, sino también a toda la cadena productiva que incluye cosecha, empaque, transporte y comercialización.
Rodrigo Balcas, productor de hortalizas, aseguró que “la helada quemó las plantaciones de tomates, pimientos, zapallitos... Ahora quedamos atrasados. Fue algo inesperado y ahora debemos comenzar de nuevo”.
Aumentos y consumo
El segmento de frutas y verduras fue el que más aumentó en los primeros 15 días de julio, alcanzando un promedio del 4,43%. Desde enero, los vegetales registran una suba acumulada del 140,31%, muy por arriba del acumulado general. Según el Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el mes pasado los precios de los alimentos agrícolas se multiplicaron por 3,3 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Esto significa que el consumidor pagó $3,3 por cada $1 que recibió el productor.
En promedio, los productores recibieron el 31,1% del precio de venta final, una caída del 9,6% con respecto a mayo. Los productores de cebolla tuvieron la mayor participación (62,5%), mientras que los de limón la menor (6,3%).
En el caso de la mandarina, disminuyó un 45,8% al productor sin cambios en góndola. El consumo ha caído significativamente y hay un exceso de oferta debido a una buena campaña en calidad y volumen. Las industrias no pueden procesar toda la fruta, lo que lleva a que se deteriore y se descarte, sin cubrir los costos de producción y empaque.