LA GUALEGUAYCHUENSE FUE TERNADA EN LOS PREMIOS GARDEL
Noelia Recalde: “Creo que hay un gran grupo de colegas votando mi constancia en la música”
Es una de las artistas más prolíficas de la escena musical actual. Hace dos décadas vive en Buenos Aires, pero vuelve seguido a Gualeguaychú, donde, en marzo pasado, presentó “Mi propia casa”. Por ese trabajo, ahora, compartirá terna con Fito Páez, uno de sus ídolos musicales. “Una parte de mí admite un 100% de fantasía”, dice al respecto.
Por Luciano Peralta
Noelia se hace paso entre el público y, guitarra en mano, sube al escenario. Ese que es sostenido con los cajones de cerveza que le dan la altura suficiente para que todos vean. El club está lleno, no sé bien qué se festeja, pero es sábado y apenas son las diez de la noche. Noelia y sus tiernos 15 años canta, y lo hace tan bien que hasta se gana la atención de los bulliciosos del fondo: su voz, potente y suave a la vez; su guitarra armónica y compañera.
La escena se repite una, mil veces. Los escenarios también. Pasaron más de 20 años desde que la joven gualeguaychuense decidió dedicar su vida a la música. Hace algunos días, algunas semanas después de volver a presentarse en su ciudad, esta vez junto a su nueva banda, Noelia recibió la buena nueva por la que ahora es noticia: fue seleccionada para competir en dos ternas de los Premios Gardel, los más importantes de la música nacional, que tendrán lugar el próximo 16 de mayo. Y eso no es todo: en “Mejor álbum conceptual” compite con Los Auténticos Decadentes y con Fito Páez, uno de sus mayores ídolos.
“Una parte de mí sabe cómo funciona la industria de la música y las premiaciones, los sellos y los obreros y obreras que nos autoconvocamos a los Gardel para ver qué pasa. En mi caso sirve para no pasear por las nubes, bajar a tierra y seguir con o sin reconocimiento, porque igual mi compromiso es más grande que mis razones”, dice Noelia, en diálogo con Ahora ElDía. Y, enseguida, diferencia la “otra parte”, la que “admite un 100% de fantasía”.
“Desde ahí, abrazo a la Noe adolescente que se conmovió una y otra vez con las canciones de Fito, las cantó a los gritos, reinterpretó mil veces la parte de Claudia Puyó en el Amor después del amor que se subió a cantar Tumbas de la gloria en un ‘Gualeguaychú Joven’ solita con una guitarra, tengo miles, es una vida acompañada de esa pluma pisciana, un impulso de inspiración permanente. Yo a Fito lo defiendo con capa y espada y quiero que sea feliz para siempre, no siento que sea un fanatismo ciego, es un agradecimiento real y profundo, por todo lo que le dio a la música argentina”, diferencia.
Con 36 años, la cantautora entrerriana suma más de 20 de recorrido. Ya de adolescente tenía bien claro que tocar la guitarra y cantar iban a ser parte importante de su destino. Actualmente, disfruta de su momento, pero mantiene los pies en la tierra. “Estoy feliz con mi banda nueva, que armé especialmente para presentar este disco, ahora tenemos cuatro fechas en Buenos Aires, a modo de ciclo, y algunas otras sorpresas. Al margen, tengo muchos conciertos en guitarra y voz, tengo la agenda cargada de aventuras que incluyen Misiones, el norte, el sur de Argentina y España”, adelanta. Y no se olvida del disco por grabar con dos de sus tantos proyectos: Triángula y Lohdoh, y “más cosas que me dan alegría”.
Para quien ha dedicado su vida a la música, esto se trata de “un vaivén entre la hermosura, el ritmo del mundo, un equilibrio de que importe más la transformación que de por sí ofrece la música y rogar que el trabajo no sea un tedio”. Sobre las ternas que la llevaron a los Premios Gardel dice: “Verdaderamente, creo que hay un gran grupo de colegas votando mi constancia en la música. Me encantaría saber cuántas personas votaron por escuchar la obra. Para mí es un discazo, pero no queda bien que yo lo diga”, asume, entre risas. Y dice sentirse halagada por la terna que la tiene como una de las mejores nuevas artistas: “No sé… para mí es un piropo ser reconocida como nueva, 20 años después, estar ahí cerquita de las pibas y estar vigente. Un lujo”.
“Agradezco el aliento de toda la ciudad y ojalá le den play a Mi propia casa, vean el video de Suponte y que nos veamos en los conciertos en vivo que en unos años van a ser mucho más caros que el aire, porque la realidad virtual nos está pisando los talones”.