SE CUMPLIERON 60 AÑOS
Natación: Eduardo Almirón recordó el raid acuático que unió los puertos de Fray Bentos y Gualeguaychú
El 20 de enero de 1963 los nadadores Miguel “Pichón” Ventura y Eduardo Almirón se arrojaron a las aguas del río Uruguay en el Puerto de Fray Bentos con destino al puerto de Gualeguaychú. Una multitud esperó a los nadadores que desafiaron las aguas de los ríos Uruguay y Gualeguaychú para cumplir con un raid que todavía se recuerda.
Eduardo Almirón, único sobreviviente de aquella epopeya, en diálogo con AHORA ElDia, recordó lo que fue el raid, como se prepararon, las rutas que tomaron.
El hombre de 84 años, que practicó muchos deportes en su vida, contó que “elegimos el 20 de enero para tener un entrenamiento acorde para un desafío que requería de una preparación adecuada, teniendo en cuenta que en aquellos años no teníamos piletas climatizadas como ahora en la ciudad, si en Buenos Aires y en otros lugares a los que nos resultaba imposible viajar. Razón por la que buena parte de la preparación se realizó en tierra con clavas, donde hacíamos mucho movimiento de brazos, hasta llegar a cubrir 10/12 horas, el tiempo necesario para acostumbrar el cuerpo a las brazadas y evitar dolencias en la zona de los hombros por la cantidad de brazadas que teníamos que hacer. Miguel Ventura contó con el asesoramiento de su padre que siempre lo siguió en las competencias de aguas abiertas, como la tradicional Horqueta que organizaba el club Neptunia, recordándose una que le ganó al Negro Monroe de Colón”.
Almirón expresó que “nos arrojamos a las aguas del Uruguay a las siete de la mañana de una jornada esplendida tomando dos rutas distintas. En mi caso tomé el del corte, decisión que no me favoreció porque me abrí un poco hacia la izquierda y me fui a la Boya 90. Ahí me encontré con un pequeño viento que se levantó en horas del mediodía y tuve que redoblar esfuerzos para enfrentar a olas de dos metros. Veía el bote arriba cuando me sumergía entre las olas, condición que no le tocó a Pichón, porque se largó a la punta del médano haciendo el trayecto que habían realizado anteriormente nadadores como el Vasco Saller y Arturo Basín. Ventura empleó un tiempo de 12 horas con un estilo de nadar muy bueno, mientras que yo era muy joven en aquellos años, completé el recorrido en 14 horas y 32 minutos”.
Almirón resaltó que “todo fue fiscalizado por veedores que estaban en embarcaciones y controlaban que no tocásemos tierra o bote alguno. Solamente nos alcanzaban la comida. En el caso particular tomaba agua con azúcar. Todo el trayecto fue así. No ingerí alimentos sólidos en las 14 horas nado que fueron a fuerza de brazo y una patada suave porque sabía que si exigía en demasía las piernas podría correr el riesgo de acalambrarme”.
Detalló que “con los primeros kilómetros en los que me abrí demasiado y estiraron mi tiempo en el agua debo haber recorrido unos 40 kilómetros con un río Gualeguaychú con corriente en contra que obligó a un mayor esfuerzo. Esos kilómetros de más resultaron nocivos porque llegué un par de horas después que Ventura a quien lo aguardaba una multitud en el Puerto y en la playita del Neptunia. Es más, muchos pensaban que había abandonado. Llegué de noche al puerto, lugar en donde había poca gente por lo anteriormente mencionado. Tuve que remarla. En la parte final, con el río a favor, incrementé el ritmo de brazadas incentivado por mi tío Carlos Degui, quien fue nadador y ciclista, que se largó a la altura de Arroyo El Cura para acompañarme en los últimos metros. Cabe señalar que solamente seis nadadores de la ciudad pudieron cumplir con dicha travesía, siendo el primero de ellos Arturo Basín, que logró unir los puertos en el tercer intento”.
También vale la pena mencionar a quienes formaron parte del grupo de acompañantes de Ventura y Almirón, que realizaron un esfuerzo enorme remando en todo el trayecto para brindar una segura guía a los dos nadadores e inclusive en algunos tramos, nadaron a la par de los dos valientes. Ellos fueron Luis María Barreto, Rufino "Ruso" Falcón, quienes llevaban una heladerita portátil en la canoa. “El Ruso Falcón fue un gran jugador de fútbol, mientras que Barreto fue el primer guardavidas en el Club Náutico, el que velaba por la seguridad e integridad de los bañistas hace muchas décadas”, recordó Almirón, añadiendo que “a Pichón Ventura lo acompañó Amador Fernández, que trabajaba en el Frigorífico en horas de la mañana, mientras que a la tarde, junto a Barreto, cruzaban gente a la Isla desde la Playa El Dorado en unas canoas largas con capacidad para 12 personas”.
El Río
Almirón dijo que “el río Gualeguaychú ha experimentado un cambio para mal en las últimas décadas, cuando antes tomábamos el agua del rio sin problemas. Hoy es imposible siquiera imaginarlo. Se ha perdido buena parte de la flora y fauna que estaba ligado al río, también el recurso ictícola con cardúmenes que no se ven más en el volumen que supimos apreciar”.