ESTÁ CLAUSURADO DESDE HACE MESES
Mirador del Río: Ante la falta de cálculos previos a su construcción, investigan si es seguro y estable
A raíz de una denuncia que descubrió que no existe el análisis necesario que se hace previo a una construcción para determinar su seguridad, el Municipio decidió clausurar el acceso al público. Ahora, junto a profesionales, trabaja para saber a ciencia cierta la fiabilidad del mangrullo de madera para decidir cuál será su futuro.
En julio del año pasado se inauguró en Gualeguaychú el nuevo Paseo de la Península, un nuevo espacio público costero cuyo mayor atractivo es el Mirador del Río, una torre en madera de siete plantas de altura (18 metros) que había comenzado a construirse a pocos metros del río Gualeguaychú.
Cuatro meses después, cientos de vecinos se dieron cita esa soleada tarde y muchos disfrutaron de la vista panorámica del mangrullo construido completamente en madera misionera de pino Elliotti y Taeda que está montado sobre una base de hormigón que sostiene toda la estructura.
La idea original era crear otro atractivo turístico para que los visitantes y los vecinos de la ciudad pudieran ver y disfrutar desde las alturas no sólo una vista única de la ciudad, sino también los espacios verdes circundantes, con las maravillas naturales que acompañan al río.
Sin embargo, a poco tiempo de haber asumido, el Municipio decidió clausurar el acceso al público al Mirador del Río, y desde ese día nadie más volvió a subir esos 18 metros. ¿Pero cuál fue el motivo que disparó la decisión para considerarlo inseguro?
Una denuncia que puso a todos en alerta
Todo comenzó cuando un profesional matriculado en el Colegio de Profesionales de la Ingeniería Civil de Entre Ríos (CPICER) notó que había sido un técnico Maestro Mayor de Obras el que se había adjudicado el diseño y construcción del proyecto de esta torres de siete plantas. “La atracción principal del Paseo de la Península es el Mirador del Río, un gran proyecto diseñado por el Maestro Mayor de Obra Eduardo Rubel”, informa una gacetilla de la Municipalidad fechada el 3 de octubre de 2023.
Al mismo tiempo, Rubel, quien también realizó la Tecnicatura en Tecnología en Madera en la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU), brindó una entrevista a Todo Madera donde afirma que este tipo de estructura en madera es la más alta del país y que “cuando la gente suba a la torre y vea a 1.000 metros con un catalejo, va a ser magnífico”.
Es aquí donde se encendieron las alarmas del ingeniero civil que realizó la denuncia, ya que según su criterio un Maestro Mayor de Obra tiene una incumbencia en estructura de hasta cuatro plantas, no de siete como tiene el mangrullo del Camino de la Península.
Es por esto que el Colegio de Ingenieros Civiles –primero la delegación regional y luego la provincial– tomó cartas en el asunto y presentaron una nota en el Municipio para que se arme un expediente para comprobar si existe o no un cálculo de estructura.
Un cálculo de estructura, también conocido como análisis estructural, es un proceso que determina las dimensiones y capacidades de los elementos estructurales de una construcción. Su objetivo es garantizar la seguridad y estabilidad de la obra, y se realiza mediante el uso de software de cálculo de elementos finitos. Los pasos que sí o sí debe seguir son: determinar las cargas que actuarán sobre la estructura, como la carga muerta y la carga viva; analizar los esfuerzos y deformaciones que las cargas producirán en la estructura; diseñar los elementos estructurales, como las columnas, vigas, losas y paredes; y calcular la cimentación, tomando en cuenta las características del suelo y las cargas aplicadas. Además, es necesario en estas alturas tener en cuenta el efecto del viento en la estructura.
Ante la ausencia de un cálculo de estructura en el proyecto original y la falta de un visado de este análisis en el Colegio de Ingenieros Civiles de Entre Ríos se determinó que este trabajo que se debería haber hecho previo al inicio de la construcción no existe.
“Los miembros del Colegio rápidamente averiguamos, no solamente en la regional sureste que es a la que pertenece Gualeguaychú, sino también a nivel provincial si existía este visado del Cálculo de Estructura, pero no encontramos ninguno. Fue entonces, antes de las elecciones Generales, cuando pusimos de sobre aviso a todos los candidatos a Intendente, y cuando asumió Davico, que de motus propio decidió clausurar el acceso al público”, rememoró en declaraciones a Ahora ElDía Aníbal García, presidente de la regional sureste del CPICER.
¿Cuáles son las responsabilidades?
Además de cálculo de estructura, también se nombró más arriba el término Visado de Estructura. Esto significa que un profesional de la Ingeniería Civil presenta un proyecto y realiza los análisis estructurales estos son presentados en el Colegio para que quede registrado quien es el responsable de esa construcción en caso de futuros problemas o inconvenientes.
Según el Artículo N°10 de la Ley Nº 8.802, la norma que determina la intervención del Colegio de Profesionales de la Ingeniería Civil en el ejercicio profesional, “ningún organismo del Estado nacional, provincial o municipal dará curso a documentación alguna relacionada con el ejercicio profesional comprendido en esta ley, si previamente no cuenta con el sello de intervención y competencia que esta ley le otorga al Colegio de Profesionales de la Ingeniería Civil de Entre Ríos”.
En otras palabras, el proyecto del Mirador del Río no cuenta con este visado registrado en el Colegio de los profesionales, por lo que ante cualquier situación o inconveniente en la estructura –desde la más leve como un pequeño desprendimiento hasta el peor de los escenarios como lo es un derrumbe– hoy en día es el Estado el responsable de lo que suceda ya que no está la firma de ningún profesional para responsabilizarse de esos hechos.
“Para mí el proyecto tiene una falla de diseño estructural porque es una pieza geométrica que es simétrica, pero su estructura de anclaje hacia la fundación no es adecuada porque no es simétrica. Ahí, de entrada hay algún fallo en cuanto al diseño estructural. Pero también hay muchas dudas: ¿Quién lo diseñó? No se sabe. ¿Cómo lo construyeron sin haber un proyecto aprobado? Nadie sabe porque en ningún lado figura del expediente o alguien que haya firmado. Lo cierto es que no existe el proyecto no existe”, remarcó García.
Investigación y búsqueda de soluciones
Lo cierto es que el Mirador del Río ya está construido, pero al mismo tiempo clausurado en el acceso al público desde hace meses. ¿Qué se hace entonces ante esta situación?
El CPICER y el Municipio comenzaron a trabajar en conjunto y actualmente el expediente sobre este tema ya acumuló casi 200 fojas con las investigaciones hechas hasta el momento para determinar la seguridad o no de la estructura.
El próximo paso es que los profesionales realicen una verificación o un peritaje de parte para lograr una Verificación Estructural, una labor que sería a la inversa del Cálculo de Estructura ya que esto se hará ya con la torre finalizada.
Actualmente ya se hizo una preselección de profesionales y se está en la etapa de establecer un presupuesto para hacer esa verificación por parte de los matriculados que estén interesados.
“Hicimos una visita para tener una primera estimación de relevamiento, pero hasta que no nos hayamos sentado a hacer los cálculos no vamos a tener certezas. El resultado de la ecuación todavía no lo sabemos. Esto no es magia, sino un trabajo en equipo”, explicó García.
“A priori habría algunas incompatibilidades, sobre todo porque había un estudio de suelo en donde las recomendaciones indicaban que todo se debía construir sobre pilotes a 8 metros de profundidad, pero eso no se hizo. Todo indica que se hizo sobre una platea (una loza de hormigón apoyada sobre el terreno), por lo que se cambió el sistema de fundación”, amplió el profesional matriculado.
Sin embargo, García también remarca que todo tiene una solución, y a modo de ejemplo usó el caso de la Torre de Pisa, en Italia, que durante siglos se estuvo inclinando de manera constante y que en la actualidad, gracias al trabajo de los ingenieros civiles, la estructura ya no está en peligro.
Una vez que encuentren la solución, todo dependerá del Municipio sobre qué hacer con ella, sobre todo por una cuestión presupuestaria: cuando la equís de la ecuación sea despejada, habrá que ver cuánto cuesta llevar a la práctica lo que la teoría indica que se debe hacer.
Y cuando se tengan estos datos, entonces habrá un par de caminos a seguir: o se hacen los trabajos necesarios para que el Mirador del Río sea estable y seguro; o se deja así como está sin acceso al público si se comprueba que no hay peligro de derrumbe; o que se reabra si los cálculos indican que es una estructura segura; o, en el peor de los escenarios, que se deba desmantelar para preservar la integridad física de los que visiten el Paseo de la Península. Sólo el tiempo, los cálculos y el presupuesto disponible dictaminarán el futuro del mangrullo de madera a orillas del río Gualeguaychú.