LA ÚLTIMA JUGADA
Massa cerró campaña rodeado de estudiantes y Milei habló en un acto que hizo en Córdoba
El candidato de Unión por la Patria dio su último discurso en el colegio Carlos Pellegrini. Le habló a los jóvenes y alumnos y les dijo que "el amor y la esperanza siempre le ganan al odio y la violencia". Por su parte, el libertario habló ante una multitud en la Córdoba, donde estuvo acompañado por Patricia Bullrich.
Finalmente, llegó el último round para definir quién será el próximo presidente de la República Argentina: por un lado está Sergio Massa, actual ministro de Economía y el nombre de Unión por la Patria para ocupar el Sillón de Rivadavia; y por el otro está el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, quien quiere llegar a la Presidencia con una catarata de propuestas disruptivas e inéditas durante los últimos 40 años de Democracia.
El primero en dar su último discurso antes de la veda electoral fue Massa, quien cerró la campaña en el patio interno del Colegio Pellegrini, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, frente a cientos de jóvenes que lo rodearon para escuchar el último mensaje de campaña.
El candidato de Unión por la Patria (UP), de impecable traje, se paró en el centro, y después de tomar dos mates que le convidaron, inició el discurso de clausura a un extenso proceso electoral.
Minutos después de las 16 el ministro de Economía se bajó de la camioneta que lo suele trasladar e ingresó por una puerta lateral al colegio. Adentro lo esperaba el ministro de Educación, Jaime Perczyk, y el legislador porteño Juan Manuel Valdés. Los estudiantes estaban atravesados por la ansiedad, a la espera del único candidato presidencial del balotaje que defiende la continuidad de la educación gratuita.
El bullicio se terminó cuando Massa agarró el micrófono y, después de varios saludos, se decidió a hablar. En ese instante de silencio un grupo de personas se asomó por la ventana de un edificio contiguo y empezó a gritar. “Vamos Sergio”, exclamó con fuerza un hombre calvo que tenía medio cuerpo afuera. Cuando el tigrense alzó la vista, una mujer le mostró un cartel que decía: “Un gran remedio para un gran mal”. De un lado del afiche estaba la cara de Massa, del otro la de Javier Milei. Los gritos volvieron a copar el patio.
“Si me faltaba combustible y energía para llegar al domingo, ustedes me lo dieron. Gracias, de corazón”, afirmó.
“Que este sea nuestro cierre de campaña representa el país que queremos. Vengo a decirles que vamos a defender y mejorar la educación pública, inclusiva y gratuita”, aseguró el candidato peronista. En ese instante se desató la primera ovación de la tarde que le dio vida al grito de guerra que tiene la militancia oficialista: “El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”, agregó.
Massa estaba relajado, en un ambiente extremadamente distinto al que tuvo en su disertación en el Consejo de Inversiones para el Comercio y la Producción (Cicyp), minutos antes de zambullirse en una marea de chicos que le pidieron ganar la elección del domingo y defender la educación pública como un valor fundamental de su eventual gestión. El ministro se reía frente a la ocurrencia de algunos alumnos que lo miraban con atención. Fue un cierre atípico, sin dirigencia política, sin gremios ni banderas.
“No hay mayor libertad que ustedes puedan elegir donde estudian y no tengan que andar mandando un voucher o un cheque para ver si pueden estudiar”, explicó, en clara alusión a la propuesta de Milei, a quien no nombró en toda la tarde. Buscó dar un discurso limpio de cuestionamientos al candidato de La Libertad Avanza (LLA) y evitar la confrontación.
Quiso que su último mensaje sea para el público más joven del padrón electoral, un sector mayoritariamente cautivado por Milei y la revolución libertaria que se instaló intempestivamente en el proceso electoral, logrando llegar a la segunda vuelta. “Les pido que a los que tengan cerca les expliquen los daños de las otras propuestas y traten de convencerlos. Sin faltarles el respeto. Les pido que me ayuden. El voto joven es súper importante en términos de participación electoral y de definición del proceso electoral”, sostuvo.
“La mayor utopía es defender la igualdad de oportunidades”, les dijo Massa a los jóvenes que lo escucharon durante 40 minutos. Después de contarles que su padre empezó como albañil y terminó abriendo una empresa de construcción, expresó: “Construir un país con igualdad de oportunidades es pensar que el hijo de un albañil tenga la misma oportunidad que cualquier otro de ser presidente”.
Luego, agregó: “Es muy importante que ese diálogo, con violencia y descalificación, con falta de respeto, nosotros aprendamos a ponerle la otra mejilla”. La intención fue dar un mensaje de unidad en la sociedad.
Massa se refirió a su contrincante sin nombrarlo. “Parte de la decadencia de la Argentina tiene que ver con esa idea de destruir al otro, llevárselo por delante y faltarle el respeto. Una sociedad, para construirse con valores, tiene que respetar reglas. La regla más importante es el respeto por el otro. Si los demás no lo quieren ejercer, nosotros tenemos que ser la expresión de la mayoría argentina”, indicó.
En el medio de su discurso una persona empezó a insultarlo desde un edificio cercano. Los chicos reaccionaron. Massa trató de seguir adelante dos veces sin darle entidad. Cuando por tercera vez el hombre lo insultó y los chicos reaccionaron, contestó con un mensaje al aire: “No se peleen con nadie. Nosotros estamos poniendo la cara. Algunos eligen el anonimato. A la destrucción, más amor. No van a lograr apagar los sueños que ustedes tienen de vivir en una sociedad más justa”.
En el cierre de su discurso el candidato de UP le pidió a los jóvenes que “no pierdan la convicción sea cuál sea el resultado del domingo”. Además, les advirtió que si gana el balotaje, “toda la energía que ustedes tienen la pongamos en transformar definitivamente la Argentina”.
Si llega al gobierno nacional, les pidió “que sean sensores” y le marquen las promesas incumplidas. “Les pido que cuando vean algo bien, me lo señalen. Y cuando vean que no cumplo con algo de lo que dijimos, me lo griten y me lo hagan saber. Porque el desafío más grande que tenemos es que ante tanta antipolítica los argentinos volvamos a creer”, sostuvo.
El cierre de Milei
El acto de cierre comenzó casi 90 minutos más tarde de lo previsto. El candidato demoró casi media hora en llegar hasta el escenario, primero en un vehículo que lentamente se fue abriendo paso entre la multitud (calculada en unas 9000 personas por la policía) y después caminando. Mientras tanto, sonaba “Panic Show”, de La Renga, por los alto parlantes. Él mismo cantó un segmento para empezar el acto. Con su típico look de buzo deportivo y campera de cuero encima, saludó, recibió banderas, alzó leones de juguetes, besó niños y se sacó selfies.
“Córdoba nos va a dar la victoria”, repitió confiado Javier Milei, candidato a presidente de La Libertad Avanza, quien cerraba esta noche su campaña electoral en esta ciudad, en un acto que incluyó la sorpresa de la presencia de Patricia Bullrich.
“Tomemos coraje, tomemos el riesgo y vayamos por la gloria”, exhortó y aseguró que los “votos están y vamos a ganarles este domingo”. Lo dijo después de pedir fiscalizar. Con tres “viva la libertad carajo” y un “vamos por la gloria”, terminó. Y después de unos minutos regresó al micrófono para cantar “el domingo, cueste lo que cueste,
“El panqueque, el mentiroso, el fullero, quiso decirle a los cordobeses que yo siento desprecio por los cordobeses -arrancó-. ¿Qué está diciendo? Si a mí, el mejor regalo que me dio la vida fue Córdoba, porque Conan es cordobés”, dijo Milei a modo de “parroquial” y sin nombrar a Sergio Massa, su rival en el balotaje del domingo. La multitud le respondió con “Massa, basura, vos sos la dictadura”.
Agradeció también a Mauricio Macri: “Nos están ayudando para darle vuelta la elección este domingo”. Pidió tener “conciencia” de que la del domingo es la “elección más importante de los últimos 40 años y, muy probablemente, la de los últimos cien años”. Repasó que hay 45% de pobres, 10% de indigentes, la inflación viajando al 300%. “¿De qué riesgo me hablan, de qué salto al vacío si estamos yendo al infierno?”, alertó. Reclamó “ganarle al miedo y que triunfe la esperanza”.
En el cuarto oscuro, dijo, habrá dos boletas, “una con las mismas caras de hace 30 años y otra con la libertad. El miedo paraliza, no se dejen ganar por el miedo. Vamos y demos vueltas las urnas”. “Sí se puede” cantó varias veces la multitud, al igual que “Massa tiene miedo”.
Milei insistió en “ponernos de pie y demos vuelta la historia e iniciemos la reconstrucción argentina. Claramente que se puede. No tengan dudas de que se puede. Es la primera vez en la historia que el 54% de los argentinos eligió una opción de cambio liberal. Los cordobeses, estoy seguro, nos van a acompañar para ir por el 60%”.
El candidato preguntó a los presentes: “¿Queremos este modelo de inflación camino a la híper; queremos eterna decadencia o ponernos de pie; queremos estar mendigando un mísero subsidio a un puntero o conseguir empleo de calidad?”. En esa línea subrayó que la votación “también implica elegir entre la corrupción kirchnerista y la honestidad liberal”.
Bullrich habló después del saludo inicial de Milei. “Quiero hablarles a los 6,4 millones de ciudadanos que votaron por el cambio en la Argentina para que el 19 Javier sea el próximo presidente. Les quiero pedir que con el corazón, con el alma, con el cerebro, con lo que les está pasando en la Argentina piensen un minuto en seguir viviendo en esta Argentina de las mafias, de las prebendas, de los privilegios, de ciudadanos ricos y funcionarios pobres -exhortó la excandidata a presidenta-. Tenemos que apoyar el cambio, el cambio que implique que los ciudadanos son más importantes que las estructuras que las estructuras del Estado, que no van a estar nunca más abajo de los Massa que los aplastan, que los someten”. Bullrich habló en los mismos términos que cuando se postulaba.
De esta manera, los dos únicos candidatos que quedaron en carrera dieron su último discurso antes de la veda electoral. Ahora todo está en mano de los votantes, cuando el domingo que viene entren al cuarto oscuro a para decidir quién será el responsable de manejar las riendas de este país durante los próximos cuatro años.