LA SALUD MENTAL COMO PRIORIDAD
Martina Vela se retiró del canotaje a los 23 años: “Me saqué un gran peso de encima”
La palista local tomó la decisión de dejar el deporte de alto rendimiento y priorizar su salud mental, después de experimentar momentos de angustia y ansiedad, entre otras emociones.
Mediante una sentida publicación en su cuenta de Instagram, Martina Vela sorprendió al comunicar su retiro del canotaje, deporte que practicó durante diez años y en el último tiempo en el alto rendimiento como integrante de la Selección Argentina, en la modalidad velocidad.
La noticia generó impacto en el deporte de Gualeguaychú porque se trata de una palista de 23 años con mucho potencial, pero los motivos esgrimidos por la protagonista, en cuanto a la tajante determinación, dejan en claro que en este caso el “canotaje” queda en un segundo plano.
“Así como el deporte me dio muchísimas alegrías, hoy me toca alejarme, quizás de la peor manera. Esta decisión la tomé hace un año, pero el camino hasta acá no fue fácil. Pasé por muchísima ansiedad, angustia, insomnio, autopresión y sobrepensamiento constante”, reza parte del mensaje que compartió Vela en redes sociales al momento de comunicar su retiro de la disciplina que abrazó a lo largo de una década.
A fines de abril de 2024, casi exactamente un año, Martina Vela viajó a Estados Unidos para competir en el Preolímpico de Sarasota, en busca de la plaza para los Juegos Olímpicos de París. Lo que era un sueño, se convirtió en una pesadilla y a la postre terminó de desencadenar su alejamiento del canotaje.
La gualeguaychuense corrió la prueba de C1 200 metros y cerca estuvo de lograr la clasificación a los JJOO, el máximo anhelo de cualquier deportista amateur. Si bien, en los papeles, no era tarea sencilla lograr el objetivo, el “cómo” se dio la carrera fue un golpe anímico muy grande para ella, el cual nunca pudo asimilar.
Para contextualizar, Martina tuvo un excelente arranque de la regata clasificatoria y lideró durante gran parte de la misma. Sin embargo, en los últimos 15 metros –aproximadamente- se le escapó la victoria y por tres segundos (el tiempo que le sacó la ganadora Conceiçāo Do Nascimento, de Brasil) se quedó afuera de los Juegos Olímpicos París 2024.
Si bien, después de esa frustración, Vela –con el apoyo de su familia, amigos y el trabajo de su psicóloga- continuó en competencia y cerró el año pasado como tricampeona argentina (en c1 200, 500 y 1000 metros) y cuádruple medallista (tres de planta y una de bronce) panamericana.
Sin embargo, la palista local atravesaba un calvario interno en su mente y alma, que se agudizó en los entrenamientos y en las concentraciones con la Selección Argentina durante los primeros meses de este 2025, por lo que optó valientemente por exteriorizar sus emociones y tomar la decisión abandonar la pala y el bote.
En diálogo con Ahora ElDía, la protagonista profundizó sobre el duro momento que atravesó post Preolímpico, los sentimientos que la invadieron y su reflexión sobre la salud mental en el deporte de alto rendimiento.
“Siento un gran alivio y tranquilidad porque me saqué un gran peso de encima”, afirmó sobre la tajante decisión que tomó en su carrera deportiva y ahondó sobre cómo procesó la determinación de abandonar el canotaje repentinamente: “Fue hace casi un año, cuando estuve en el Preolímpico y no pude clasificar a los JJOO de París. A partir de ahí me empecé a desgastar mentalmente y no la pasaba bien en los entrenamientos. Después del Preolímpico tendría que haberme tomado un descanso y estar con mi familia y amigos, y no lo hice. Continué con la preparación para el Campeonato Sudamericano y Panamericano, al cual llegué totalmente rota y muy mal psicológicamente”.
Sobre esos momentos de ansiedad, detalló que, “no paraba de llorar en los entrenamientos. Estaba muy angustiada y quizás mis compañeros o entrenador no notaban mis estados de ánimos, porque no suelo mostrarme vulnerable ante otras personas. Pero siempre buscaba el momento para estar sola y desahogarme en lágrimas”.
“No paraba de llorar en los entrenamientos. Estaba muy angustiada y quizás mis compañeros o entrenador no notaban mis estados de ánimos, porque no suelo mostrarme vulnerable ante otras personas. Pero siempre buscaba el momento para estar sola y desahogarme en lágrimas”
Ante la consulta si es una despedida definitiva del canotaje, Vela no dio una afirmación contundente, aunque afirmó categóricamente: “Terminé odiando el deporte, hoy en día no me quiero vincular, porque ya no me genera esa desconexión que antes si me provocaba”. Y añadió: “Si bien el alto rendimiento no es algo disfrutable, porque llevás tu cuerpo al límite todo el tiempo, en el canotaje encontraba momento de paz y la realidad que hoy no me produce nada”.
Para finalizar, Martina dejó una reflexión sobre la importancia de la salud mental en los deportistas de alto rendimiento, a partir de su experiencia. “Hay que escuchar lo que manifiesta tu cuerpo y si tienen que hablar, que se animen a hacerlo, que nunca van a estar solos, que siempre va a haber alguien que los va a escuchar, ya sea un psicólogo, un amigo, un padre, una madre o quien sea”.
“Que se visibilice esa problemática, porque se dice mucho que los deportistas son máquinas, y lamentablemente muchas veces los somos, porque no nos ponemos un límite nosotros, ni tampoco los entrenadores y las instituciones. Ojalá se escuche un poco más al atleta, porque como tiene disciplina y constancia en su deporte, mucha veces se levanta a entrenar o se presenta a competir, por más que por dentro este totalmente roto psicológicamente”, sentenció.
Ahora, con paz interior y alejada del deporte de alta competencia, Martina Vela se enfocará en completar sus estudios universitarios en Licenciatura en Nutrición.