MANO A MANO CON JUANE VILLAGRA
Los secretos del tricampeonato, la respuesta a los hinchas de Marí Marí y los primeros adelantos de Papelitos 2025
El director de la comparsa del club Juventud Unida que se ha quedado con las últimas tres ediciones del Carnaval del País contó las claves de los campeonatos, aseguró que “es una falta de respeto ser jurado de jurados” y reveló que ya tiene las primeras ideas de la temática 2025 para ir por el tetracampeonato.
Juane Villagra parece tener la receta ganadora: por tercer año consecutivo llevó a lo más alto y a la gloria a Papelitos, la comparsa del club Juventud Unida. Con un estilo propio que ya es una marca registrada, busca que sus trabajos se luzcan en la pasarela y dejen embelesado a los jurados. Sin embargo, lejos de subirse sólo al pedestal, reconoce que los logros carnavaleros de los últimos años son mérito de su equipo, que lo acompaña desde hace mucho tiempo.
De nuevo saboreando las mieles de los festejos, el artífice de “Valkë, ser nórdico antiguo del oeste” compartió con Ahora ElDía sus secretos, cómo vivió la victoria y los próximos objetivos, dejando en claro que no tiene planeado bajar los brazos y que quiere seguir en la senda ganadora.
¿Qué balance hacés del Carnaval y cuáles fueron las claves del triunfo de Papelitos?
Es positivo, fue un muy buen carnaval con una competencia muy pareja. Fue bueno en cuanto a la cantidad de público y en cuanto a los factores climáticos. En cuanto a las claves de por qué ganó Papelitos, son varias. En primer lugar, nosotros venimos trabajando hace mucho tiempo con un mismo equipo, eso es fundamental para obtener los resultados. Teníamos unas excelentes carrozas y un excelente vestuario, con una clara comunicación, uno veía Papelitos y uno de los mayores elogios que nos hacen es que se entienden desde que empieza hasta que termina, uno tiene que contar una historia, no puede haber híbridos en vestuario o carrozas que pueden dar a interpretación cualquier cosa. Tuvimos un nivel de detalle y de acabado en todas las áreas, y eso se vio reflejado en las planillas de los jurados. Las observaciones nos llenan de orgullo y satisfacción porque uno entiende que no está equivocado. También tuvimos y tenemos el compromiso de todos los integrantes, que salen a ganar, hace ya un par de años nos creemos lo que estamos haciendo. Destaco también la excelente música, que representa el tema que tenemos que contar, una coreografía equilibrada, donde por momentos es distendida para que los integrantes puedan lograr la conexión con el público y por otros permite el orden y poder contar un poco más, explotar el desarrollo del tema. Cada aderezo y destaque que agregamos tenía una razón, aportaba y enriquecía la historia.
Qué opinás de los que dicen que tenía que ganar Marí Marí?
Es respetable. También había gente que decía que debía ganar Kamarr y gente que decía que debía ganar O’Bahía. El hincha es hincha y muchas veces le cuesta lograr ser objetivo en temas así. Me ha pasado a mí, porque yo soy hincha de papelitos, y siempre creía que teníamos que ganar y después, cuando uno lo analizaba, decía no y que tal vez estaba bien el resultado. Para mí, lo fundamental es ser respetuoso de los jurados porque cuando uno se somete a una competencia, en este caso bajo la mirada de jurados, que son cuarenta, no es uno que viene y opina algo y tal vez se queda con eso y fue algo aislado, son cuarenta jurados… Entonces, me parece una falta de respeto ser jurado de jurados, por algo vienen como jurados, están calificados a evaluar el ítem que tengan que evaluar. Hay que entender que el carnaval se divide en cuatro grandes partes, de las cuales algunas tienen más injerencia que otras, como puede ser vestuario y carroza. Una que es un poco menor, que es lo que sería el desfile. Y una cuarta, que si bien es el ítem que genera la unión de todo, es el ítem que menos ventaja te puede dar, que es el ítem música. Si uno analiza eso y analizan los jurados y cómo son las descripciones de cada uno, va a entender porque Papelitos terminó ganando. Y no es casualidad que lo viene haciendo en los últimos tres años. Lo respeto, siempre y cuando se respete la opinión, el trabajo que hacemos todos, porque cada uno puede tener su opinión. Yo tengo mi opinión fundada y argumentada de por qué Papelitos ganó y por qué el resto no, o tal vez que le faltó al resto. Pero siempre con el respeto, porque atrás de cada opinión hay gente que trabaja, hay gente que vive de esto. Entonces, la descalificación porque sí no tiene ningún tipo de validez, por lo menos para mí. Por ahí hay que mirar un poco para adentro, hay que pensar a largo plazo, hay que pensar en proyectos, no en las necesidades inmediatas que tiene cada club. Me parece que en eso nosotros hemos dado una demostración como institución, que los procesos tienen su momento, hay que dejar trabajar a la gente del carnaval, hay que darle continuidad, hay que respetarlos. Entonces, eso me parece que es lo más fundamental. Y no de que lo que se hizo, porque no obtuvo el resultado que querían, no sirve y se cambia. Creo que ahí está tal vez la respuesta sobre cómo se vienen dando las cosas positivas para algunos y negativas para otros.
¿Qué se siente ser tricampeón?
Para mí es un orgullo enorme. Todos me conocen que soy un hincha fanático, enfermo, de Papelitos. Me ha tocado estar en distintas áreas de la comparsa, yo arranqué a trabajar cuando estaba en la secundaria, en 1995, en las carrozas estudiantiles. En esa época terminaba trabajando en el carnaval. Tuve la suerte de que me invitaron a formar parte de Papelitos. Y desde ahí nunca me fui de la comparsa. He pasado por distintas áreas. Fui integrante a los 20, formé parte de subcomisiones, estuve encargado de la imagen de la comparsa, desde la creación de un escudo, un logo, hasta toda la merchandising, gráficas para redes, carpetas para jurados… Soy diseñador gráfico. Y, bueno, estos últimos años tuve la suerte de poder ser director, que siempre fue mi sueño. Y entendiendo que para llegar a ser tricampeón o tener este presente en la comparsa, tenía que pasar por un montón de instancias que fueron bastante duras. En parte porque la necesidad de querer tener un título muchas veces es muy ingrato porque se tienen que dar varios factores para que pase eso, no sólo la cuestión económica, sino también lo humano, lo edilicio… Nosotros primero tuvimos que trabajar en acondicionar una comparsa y un galpón que estaba prácticamente abandonado. Tuvimos que administrar lo poco que quedaba en la comparsa, administrar pobreza, entendiendo que era el primer paso para poder entrar en competencia. Nosotros no estábamos a la misma altura del resto, así que ese fue el primer paso fundamental para poder empezar a proyectar estas Papelitos de los últimos años.
¿Qué cambió en la comparsa? Le costaba competir y ahora ganó tres al hilo…
Cambió la forma de ser y trabajar, en cuanto a la calidad humana del equipo que se terminó formando… fue un proceso largo que arrancamos en el 2017 con Vanesa Mantegaza y con Martín Naef en las carrozas, pero más que nada con Vanesa trabajamos mucho en la cuestión edilicia tratando de acondicionar el taller, porque la desidia fue total: los materiales no estaban cuidados, las plumas, las máquinas, las herramientas… fue todo un trabajo largo que los resultados no vinieron enseguida, costó mucho, y a partir de que mucha gente vio el compromiso que teníamos y lo que se veía generado con la nada misma, se acercó para colaborar y dar una mano a nivel económico y de recursos. Eso hizo que de a poquito empezáramos a tomar fuerza y cuanto más gente hubo, fue más fácil para todos lo que estábamos ahí adentro, y sobre todo la clave es que en Papelitos los talleres siempre están abiertos, no hay un hermetismo, todo el que va y quiere sumarse a colaborar enseguida siente el sentido de pertenencia, porque se sabe lo que se está haciendo y hacia dónde queremos ir. En esos lugares donde muchas veces los egos y algunas cuestiones de vanidades, en Papelitos se han dejado de lado y el que no lo entendía así tuvo que dar un paso al costado, el integrante que se sintió más importante que la comparsa tuvo que dar un paso al costado, el dirigente que se sintió más importante, el trabajador o la trabajadora que en los talleres hacía lo que quería cuando era tierra de nadie tuvieron que dar un paso al costado. Todo eso es un trabajo que obviamente no gusta y genera algún tipo de malestares o incomodidades, pero la mayor cantidad de energía fue positiva y eso hizo que la comparsa hoy tenga un presente que es soñado, que no se había dado nunca: un tricampeonato que hoy es una realidad.
¿Ya tenés pensada papelitos 2025?
Tengo una idea general. El proceso creativo y artístico es diferente, cuando tengo más o menos algo delineado a grandes rasgos se lo traslado al equipo creativo, tanto a Vanesa como a Martín Fernández y Andrea Benedetti en la música, y a algún que otro colaborador y trabajador de la comparsa. Más o menos, uno va tirando la idea y ahí empieza a enriquecerse, a veces de tanto debate surge otra idea mejor en cuanto al desarrollo del tema o de la estética que vamos a tomar, pero en este momento todavía lo he trasladado a quien corresponde para empezar a trabajarlo, porque estamos en una etapa de desarme de Papelitos 2024. Todos los años, al terminar el carnaval, desarmamos todo, acondicionamos, arreglamos plumas, embolsamos… Se cuida todo para poder utilizar las plumas al año siguiente, que es el mayor capital que tienen los clubes hoy en día y que cada vez resultan más difíciles de comprar; entonces eso hay que cuidarlo, hay que restaurarlo. Una vez que tenemos eso empezamos a trabajar con el taller de cero. Inclusive hay cuestiones edilicias que requieren atención antes de arrancar con la próxima comparsa, como por ejemplo cerramientos y demás arreglos para la comodidad de los que trabajamos. Vamos a seguir en la misma línea de lo que hemos generado estos últimos años, comparsas con contenido. En los años que he sido director, siempre tratamos de que las comparsas tengan un contenido, que te dejen un buen mensaje y, sobre todo, que tenga una línea clara del principio a fin. Eso es fundamental para para poder lograr una buena comparsa. Creo que vamos por el mismo camino y estaremos con el mismo nivel que logramos. Ese es el mayor reto año tras año, ir superándonos.