TRAS LAS 4 NOCHES DE ENERO
Los puntos a favor y en contra del Carnaval del País 2023
Las primeras cuatro noches de la edición 2023 superaron las expectativas de los organizadores en cuanto a la concurrencia de público, dejando abierta la expectativa para un gran mes de febrero. El espectáculo de las cinco comparsas mostró un elevado nivel y el punto flojo sigue siendo el estado del Corsódromo.
El Carnaval del País volvió a superar un primer desafío, cumpliendo las cuatro primeras noches con números más que aceptables en boleterías, con buena venta previa para lo que viene y, sabiendo que febrero es históricamente el mes más fuerte en concurrencia, la vara ha quedado alta y posiblemente en el final de la temporada estemos hablando de un carnaval récord.
Pese a no haber tenido una promoción masiva, dado que ha sido apenas discreto el trabajo de la productora CV Producciones en cuanto a llegada en medios nacionales y en la presencia de figuras, está más que claro que el Carnaval del País se vende solo.
De hecho, recién en la cuarta noche se pudo ver lo que pasaba en el Corsódromo a través del streaming oficial, algo indispensable en tiempos de redes sociales e internet. Entonces claramente hay que entender que la presencia y afluencia de espectadores se debe al prestigio que tiene el Carnaval del País, a un renovado vínculo con la gente de la ciudad que nuevamente ha tenido una buena presencia en el Corsódromo y al crecimiento del turismo uruguayo que también en el Carnaval refleja su presencia en la ciudad.
Puntos a favor
Otra cuestión que está clara y se reafirma noche a noche es la estupenda calidad del espectáculo que presentan las cinco comparsas. No descubrimos nada al afirmar que lo que proponen los cinco directores, cada uno con su temática, pero ratificando que, sea quien sea la ganadora, el nivel artístico del Carnaval del País está absolutamente garantizado
Otro aspecto que se coloca del lado positivo en el primer balance, es la fluidez del espectáculo. Las cinco comparsas han conseguido un desfile ágil y que no aburre a la gente, pese a los pequeños cambios reglamentarios que hay en relación al año pasado. El respeto por los horarios ha sido fundamental, dado que siempre se ha comenzado el espectáculo antes de las 22, las comparsas se han ajustado al tiempo máximo permitido por reglamento y para las 2 de la madrugada el desfile está terminado.
También se ha mejorado mucho el sistema de ingreso al Corsódromo, el trabajo de los encargados de informes y seguridad dentro del predio hacen más sencillo el acceso, aunque mucha gente mantiene la costumbre de llegar sobre la hora y perderse de ver a primera comparsa.
Puntos en contra
El estado general del Corsódromo sigue siendo un punto a mejorar y mucho. Es un punto delicado para el análisis, porque en este punto suelen haber dardos cruzados entre los integrantes de la Comisión del Carnaval y el Municipio, culpándose unos a otros sobre la falta de mejoras en el Corsódromo.
Este año el Municipio invirtió en la construcción de una nueva tribuna, un cuerpo de sanitarios y el reasfaltado de las calles internas, obras necesarias pero que no terminaron a mostrar una mejoría evidente. Actualmente, la primera tribuna popular, ubicada en el sector norte desde el inicio del desfile, se encuentra inhabilitada y no se ha informado sobre si se realizarán las obras para poder habilitarle y tener una mayor capacidad, especialmente en un sector muy requerido por aquellos espectadores que adquieren su entrada general sin ubicación.
También los sectores llamados Vip o Pullman no tienen el mantenimiento adecuado al costo que tienen. Se supone que los sectores preferenciales, que paradójicamente son los primeros que se agotan en su venta previa, tendrían que tener todas las comodidades y los servicios adecuados, sin embargo hay chapas sueltas o despintadas, sillas sucias y algunas mesas que no están a la altura.
Pasó enero y el Carnaval del País dejó mucho más en el haber que en la columna del debe. El acompañamiento del público ha respaldado una vez más a un espectáculo que, como se dijo oportunamente, no defrauda a su público. Febrero llega con el renovado aire de saberse el mes fuerte para las boleterías.