ÉXODO DE CHICOS EN LA ASOCIACIÓN
Los niños con Síndrome de Down, desamparados en Gualeguaychú: deudas, obras sociales insensibles y presuntas amenazas
La situación de la Asociación Síndrome de Down es alarmante. Personal que no cobra, chicos que se van, y una deuda que asciende a casi un millón de pesos. Las obras sociales responden con burocracia, y desde la conducción de la ONG piden que intervenga el Estado.
Por Rodrigo Peruzzo
A raíz de la nota publicada por AHORA ElDía días atrás, se puso en foco la crisis que atraviesa la Asociación Síndrome de Down.
Ahondando en la profundidad del problema, la presidenta de la ONG Elvira García precisó que “venimos intentando salir pero la verdad que se nos hace imposible, sólo con las ventas de los papás no podemos, hay que pagarle al poco personal que nos queda y no se ha podido, y ya viene el otro mes y no se ha podido porque no tenemos plata, las obras sociales no han pagado desde el 2022, hay otra obra social que debe cinco años a la Asociación y no nos pagan, se han mandado cartas de Amparo y nada, no hay poder que haga que paguen, entonces toda esta situación hace que la Asociación no pueda seguir cumpliendo con la atención de los chicos que viene haciendo hace 30 años en Gualeguaychú”.
El éxodo de chicos y las deudas de las obras sociales
García, entrevistada en Ahí Vamos (AHORA Cero Radio), detalló que “el año pasado teníamos 26 chicos, y este año tenemos 12, que de esos 9 tienen obra social y sólo una está al día, las otras obras sociales no pagan. De esos 26 que teníamos el año pasado nos deben las obras sociales y hay chicos que ya no están y la obra social nos debe desde hace años”.
“Es plata que le sacan a los papás cada mes de su de su salario y va a Superintendencia de Salud, que tiene que depositarle el dinero a la obra social, y éstas en la Asociación. Son $87.000 en unos niños y $74.000 en otros”, puntualizó.
Consultada acerca de las justificaciones de las obras sociales para no girar el dinero, García marcó que “lo que nos piden es que seamos centro de día, porque los chicos ya no tienen la edad para estimulación. Ellos crecen pero siguen siendo los mismos niños con las mismas necesidades y más porque entre más estén ellos más necesitan este lugar porque ellos no tienen empleo no los contratan, van a estar en la casa viendo televisión y comiendo… Además, el lugar que tenemos es pequeño, no lo van a habilitar como centro de día por el espacio”.
¿Qué servicios quedan en pie en la asociación?
La presidenta de la Asociación comentó que tenían “estimuladora, psicomotricista, psicóloga, terapista ocupacional, trabajador social, kinesióloga, maestras especiales, talleristas de pintura y folclore, educación física, danzas, yoga”, y que “hay que pagarles a todos y no podemos porque no nos da, de todos esos profesionales sólo tenemos dos, estimuladora y psicomotricista, tuvimos que decirle a los demás y otros nos dijeron no podemos continuar porque necesitamos que nos paguen, entonces quedamos con estos dos y con unas talleristas que nos están dando una espera a ver cómo salimos de esto y podernos ponernos al día con ellas, para no mandar los chicos de una vez para la casa”.
La deuda
“En este momento tenemos una deuda de tres meses de salario, que vienen a ser unos $300.000 y algo por mes”, contó García, por lo que el monto sería cerca de un millón de pesos.
¿Cuál es la solución?
García aseguró que “tenemos la esperanza de que el Estado diga voy a empezar a cubrir todos los gastos que tiene la asociación, que fuera del sueldo que se le paga al personal tenemos que pagar el seguro de los chicos y de los que están trabajando con nosotros, el gas, la luz, el internet, lo que los chicos consumen ahí, porque están de 8 a 12 y de 14 a 17.
Además, manifestó que “lo que queremos es que el Estado asuma a la Asociación como una institución más de la ciudad, porque no puede seguir siendo una ong que hoy esta y mañana no va a estar, y los mismos ciudadanos de Gualeguaychú tienen que ayudarnos, no se puede permitir que por la ignorancia de no saber manejar los recursos de una ciudad estemos en riesgo de permitir que cierre la asociación”.
En la misma línea, sostuvo que “hay una sola Asociación de Síndrome de Down, hay muchas escuelas especiales pero no es meter todos los chicos con discapacidad en una misma escuela, ahí cometemos un error grandísimo porque cada dificultad debe tener su lugar, debe tener sus profesionales para que los atiendan, no podemos tener chicos con síndrome de down con niños con TEA, son discapacidades muy diferentes que hay que trabajar diferentes, que requieren otros estímulos”.
“Pedimos es que el Estado asuma la deuda mensual que se paga en la asociación, de gas, de luz, de sueldos de todos los profesionales de la salud, porque ya los papás están cansados que las obras sociales pidan y pidan papeles”, reafirmó.
Presuntas amenazas y discriminación
Por otra parte, la presidenta de la Asociación denunció que fue amenazada a través de una llamada anónima. “Me amenazaron con extraditarme, pero a mí eso no me tiene con miedo porque yo tengo mis papeles en orden, nadie me va a extraditar. Me dijeron palabras que no se pueden reproducir, es tan cobarde la persona que lo hizo… ¿Porque no viene y me lo dice personalmente a mí?”, expresó García.
“No me interesa, no les tengo miedo, no soy Argentina pero siento esa apropiación del país, porque llevo nueve años y vivo la realidad de la asociación, me enamoré de la asociación y estoy preparada para atender esta situación, entonces a mí no me van a callar”, aseveró, y reveló que “no es primera vez, es la segunda vez que me amenaza, he vivido experiencias de discriminación, pero vengo de un país también que se levantó de una violencia muy fuerte y eso nos hizo más fuertes a nosotros. Esa primera vez fue el año pasado en agosto del 2022, porque la persona que trabajaba ahí no llenaba las expectativas para estar con los chicos de la asociación, entonces le pedí que no continuara más, y un familiar me amenazó”, concluyó.