INFRAESTRUCTURA Y ESPECIALIZACIONES
Los bomberos de Entre Ríos y de la ciudad están en alerta ante posibles incendios forestales
Son alrededor de 1.000 voluntarios y 114 brigadistas forestales los que están disponibles. Antes de la llegada de la sequía producida por La Niña, hubo capacitaciones en varios puntos, incluido en Gualeguaychú. Además, se cuenta con un avión hidrante que se apostó en Concordia a fines del mes pasado. Aun así, todos los recursos humanos están en guardia y solicitan a la ciudadanía extremar los cuidados y prevenciones.
Desde hace varias semanas, los incendios forestales en La Patagonia fueron una de las mayores preocupaciones no sólo de los habitantes de las zonas afectadas sino de todos los demás argentinos que se vieron conmovidos por esas imágenes crueles. Y cuando la situación aún no había sido controlada –algo que comenzó a suceder cuando llegaron las lluvias de los últimos días– un siniestro similar se desató en la vecina provincia de Corrientes.
En un verano donde la sequía de La Niña volvió con todo y cuando al mismo tiempo existe una desacreditación constante al Calentamiento Global y una falta de ayuda absoluta por parte del Gobierno nacional, las preocupaciones sobre lo que podría pasar en materia de siniestros forestales en Gualeguaychú y el resto de la provincia comenzó a sobrevolar los pensamientos de más de uno.
Lo cierto es que más allá de que Entre Ríos no es una de las provincias donde se conservan muchos bosques o montes nativos o implantados, sí hay zonas que pueden estar en peligro: en enero de 2022 un incendio fuera de control destruyó 200 hectáreas en la reserva natural El Potrero y debieron intervenir voluntarios de Gualeguaychú, Larroque, Urdinarrain, Pueblo Belgrano y Aldea San Antonio para poder controlarlo; en noviembre de 2020, el fuego arrasó con un monte de pinos ubicado cerca del complejo Cerros Indios, en el camino a Ñandubaysal; y si nos alejamos un poco más del Departamento, en 2010 un incendio de proporciones afectó o directamente destruyó al Parque Nacional “El Palmar”, en Colón, y si bien intervinieron bomberos de toda la provincia, sólo la lluvia pudo detenerlo por completo.
Con estos antecedentes, la Federación Entrerriana de Asociaciones de Bomberos Voluntarios (Feabv) puso en marcha el año pasado una serie de cursos y capacitaciones para los bomberos de toda la provincia para poder hacer frente con eficacia a estos escenarios. De hecho, una de esas capacitaciones fue realizada en la reserva El Potrero en septiembre de 2024, a la cual asistieron 50 voluntarios y brigadista.
En concreto, Entre Ríos cuenta con la Coordinación Única de Operaciones (CUO), un mecanismo que garantiza la participación de los bomberos en situaciones de emergencia o desastres. En este contexto, a nivel provincial son alrededor de 1.000 los voluntarios (50 de ellos pertenecientes al cuartel de Gualeguaychú) y 114 especializados e integrantes de la Brigada Forestal, de los cuales más de media docena son locales. De hecho, a fines de esta semana los gualeguaychuenses Daniela Barrios, Ayelén Suárez y Jonatan Dumusset partieron hacia Neuquén, donde colaborarán hasta el martes que viene en el incendio de gran magnitud que acontece ahora en Junín de los Andes.
Además, en materia de infraestructura, la provincia cuenta con un avión hidrante perteneciente al Sistema Federal de Manejo del Fuego que quedó apostado en Concordia a fines del mes pasado. Se trata de un Air Tractor 802 que brindará apoyo ante la presencia de un incendio forestal de gran magnitud y llegando a cualquier punto de la provincia en un espacio de máximo 2 horas.
Finalmente, los cuarteles cuentan con un sistema satelital llamado Firms (Fire Information for Resource Management System, según sus siglas en inglés), un monitoreo que realiza de manera permanente la NASA sobre todos los focos o puntos de calor que existen en el mundo. En el caso de Entre Ríos, el viernes 14 de febrero la mayoría de los puntos calientes sucedieron en el norte de la provincia y en el límite con Santa Fe de Paraná hacia el norte. La alerta más cercana a Gualeguaychú que apareció fue el inicio de un punto entre Herrera y Caseros, derecho a Concepción del Uruguay en dirección oeste.
Con una infraestructura adecuada y recursos humanos capacitados, Entre Ríos encara esta época de sequía con una alerta roja que pone en guardia a todos. Los especialistas saben que cualquier negligencia humana o cualquier accidente natural podría desatar el caos, y aunque los recursos se podrían movilizar de inmediato, siempre puede haber alguna variable –ya sea económica o de recursos– que puede hacer que la situación se torne sorpresiva de manera imprevista.
Y para graficar la magnitud e importancia que este problema está aconteciendo, en Entre Ríos los esfuerzos en la lucha contra los incendios han dado frutos, al punto tal que se sofocaron más de 250 incendios forestales solamente en enero.
Los problemas del territorio
Entre Ríos tiene una topografía absolutamente diferente a lo que es La Patagonia o cualquier zona montañosa o cordillerana. Sin embargo, hay alguna similitud en la vegetación, ya que ambas son resinosas, lo que hace que el fuego se propague rápidamente debido a que se da un fenómeno conocido como “Explosión de copa”. En otras palabras, los fuegos van recalentando toda la savia resinosa y cuando llega una llama directamente explota la copa, algo que muchos creen que sucede en los dibujos animados pero que sucede en la realidad.
Para dar una idea sobre la magnitud de esta resina, es la misma que hizo que el incendio de la planta de Resyder, sucedido en agosto del año pasado el Parque Industrial, fuera tan difícil de controlar ya que utilizaban el producto de la materia prima que generan los pinos y las coníferas.
Por otra parte, si bien los fuegos pueden ser similares por el tema de las resinas, las propagaciones sí son diferentes porque cuando el fuego sube, el calor y el humo ascienden muy rápidamente. Esto hace que si el incendio se inicia en un terreno plano, como es la llanura entrerriana, es mucho más sencillo de controlar. En cambio, en la montaña el fuego empieza de abajo hacia arriba y es por eso que se propaga a muchísima mayor velocidad.
Sin embargo, la provincia también presenta dificultades que La Patagonia no tiene, y estas se presentan en las zonas de islas, tanto en el Delta del Paraná, en Victoria, como en el Delta del Uruguay, en Villa Paranacito.
En estos casos, los terrenos se tornan en muchos casos inaccesibles, y muchas veces los brigadistas deben ser trasladados en helicópteros, los cuales los dejan allí y más tarde los pasan a buscar. Y más allá de la dificultad a la hora de combatir las llamas, el fuego otra complicación más: el humo generado invade los dos accesos principales a Entre Ríos, el de Rosario al norte y el de provincia de Buenos Aires al sur.
En el caso más engorroso, pero más leve, es que el tráfico vehicular quede interrumpido; y en el peor que el humo ocasione un accidente fatal que, paradójicamente, obligará a los bomberos a tener que intervenir en el siniestro. Por lo tanto, son dos frentes los que tienen que combatir los bomberos de las zonas isleñas, como el cuartel de Ceibas: el fuego y los accidentes.
Alerta roja
Hace una semana atrás, la provincia instó a los ciudadanos a extremar las precauciones en la manipulación del fuego para evitar la propagación de incendios.
“Se recuerda a la población que la provincia se encuentra en una situación de peligro extremo y se solicita tomar los recaudos necesarios para evitar quemas, controlar e instruir a los vecinos, y asegurar que el entorno esté limpio de materiales combustibles. En caso de detectar un incendio, se insta a llamar inmediatamente a la policía y a los bomberos locales”, reclamaron desde la Gobernación.
Ante esta situación crítica, se recomendó también a los productores asegurar la disponibilidad y el correcto funcionamiento de los recursos para responder ante posibles emergencias, incluyendo radiocomunicación, herramientas y equipos de combate. “Es fundamental mantener el equipo ordenado y preparado para actuar rápidamente ante cualquier eventualidad”, remarcaron.
La declaración de alerta roja busca concientizar a la población sobre el alto riesgo de incendios y promover la adopción de medidas preventivas para proteger la seguridad de las personas, los bienes y el ambiente.
En lo que respecta a Gualeguaychú, desde Defensa Civil resaltaron que está prohibido realizar cualquier tipo de quema, ya sea de basura o de pastizales. Y en caso de que algún vecino detecte que se están cometiendo estas acciones, que lo denuncia al 3446-641628.
Brigadistas al sur
Las semana pasada, la Feabv hizo saber que la Coordinación Única de Operaciones activó la alerta roja para la Brigada de Bomberos Forestales de Entre Ríos en el marco de los incendios que azotan a Neuquén.
En este contexto, tres integrantes del cuartel de Bomberos Voluntarios de Gualeguaychú viajaron el jueves pasado para sumarse a la Brigada de Bomberos Forestales de Entre Ríos, la cual colaborará con el ataque al fuego que actualmente acecha a Junín de los Andes, provincia de Neuquén, a 1.800 kilómetros al sur.
Los locales que viajaron allá fueron Daniela Barrios, Ayelén Suárez y Jonatan Dumusset, y los tres integrarán los equipos que combaten el incendio en Junín de los Andes, donde el fuego ya arrasó miles de hectáreas y dejó millonarios daños materiales.
Los voluntarios de la ciudad permanecerán hasta el lunes o martes de la semana que viene donde reforzarán las brigadas forestales.
También integraron el contingente entrerriano colegas de Concepción del Uruguay, Colonia Elía, Santa Anita, General Campos, Chajarí, San Salvador, Aldea Brasilera, San José y Villa Elisa.
Esta brigada, capacitada y equipada, que ha demostrado su capacidad en diversas situaciones críticas, trabajará en conjunto con otros bomberos voluntarios de distintas provincias para sofocar las llamas y minimizar los daños.