Lo que hay que saber de las termas
En primer lugar la contaminación química, la que puede llegar a ser particularmente importante cuando se encuentra involucrado el manejo de grandes volúmenes de agua con contenido salino.
En segundo lugar la contaminación termal, consecuencia del vertido de aguas con temperaturas superiores a los valores de fondo en ecosistemas naturales preexistentes.
Este es el caso de algunos ríos regionales como el Gualeguaychú, en cuyo curso vuelcan aguas tres complejos termales, uno de ellos el de Villa Elisa, que ha sido estudiado en sus vertidos
Este caso ha sido analizado por los profesionales Lic. Abel H. Pesce, Fernando J. Miranda * y Enrique G. Gárea del Departamento de Geotermia, Instituto de Geología y Recursos Mineros, SEGEMAR. 53 p. (Informe inédito).
“………Los fluidos termales de baja temperatura pueden acarrear consigo sales totalmente foráneas al ambiente actual de superficie, de tal manera que en el proceso de explotación, las perturbaciones ambientales que eventualmente puedan ocasionar deben ser tenidas en cuenta cuidadosamente, y los remedios a las posibles situaciones que se planteen deben ser halladas en los primeras etapas de los proyectos. Para esto se deben analizar diferentes alternativas y tener en cuenta la funcionalidad de las mismas de acuerdo a las condiciones existentes en cada lugar.
Una de las mayores dificultades en el tratamiento de las aguas termales efluentes del pozo termal de Villa Elisa-1, la constituye su elevada salinidad. Si bien existen diferentes metodologías y sistemas de evacuación (dilución previa a descarga en ríos y arroyos, reinyección, piletas de evaporación, sistemas de eliminación de sales, etc.) para este tipo de fluidos, su aplicación en algunos casos, resulta poco viable debido a la composición de las aguas, caudales a utilizar, clima, infraestructura del área, costos, etc……”
El río Gualeguaychú, presenta un tipo químico bicarbonatado-sulfatado sódico, es decir que, a diferencia de los cursos anteriores el anión sulfato sigue en orden de importancia al bicarbonato. El pH de 6.4 y demás parámetros la caracterizan como un agua prácticamente neutra, dulce y de mineralización muy débil.
El tipo químico de las aguas efluentes del pozo termal de Villa Elisa, corresponden al tipo clorurado-sulfatado sódico con un pH de 7.7 que en función de la temperatura registrada en el punto de muestreo (40.2°C), puede ser considerado levemente alcalino.
La concentración de sólidos disueltos (14.400 mg/l) señala la fuerte mineralización de dichas aguas. Los valores de C.E. (18.900 µS/cm.), estrechamente relacionados con la salinidad la clasifican dentro del campo de las aguas saladas.
El ERRTER, (Ente Regulador de Recursos Termales de Entre Ríos) en su página Web nos dice que las termas que actualmente funcionan en Entre Ríos tienen una capacidad de extracción de las napas subterráneas de treinta y siete millones de litros por día.
BOTNIA vuelca 87 millones de litros de agua contaminados al río Uruguay por día, las termas 37 millones que también es una cifra extraordinaria.
Los técnicos dicen que “……Una de las mayores dificultades en el tratamiento de las aguas termales efluentes del pozo termal de Villa Elisa-1, la constituye su elevada salinidad. Si bien existen diferentes metodologías y sistemas de evacuación (dilución previa a descarga en ríos y arroyos, reinyección, piletas de evaporación, sistemas de eliminación de sales, etc.) para este tipo de fluidos, su aplicación en algunos casos, resulta poco viable debido a la composición de las aguas, caudales a utilizar, clima, infraestructura del área, costos, etc.
En definitiva: el agua termal puede ser controlada ¿se esta haciendo?
Nosotros estaremos atentos para prevenir males antes que sea tarde.
ECO Nomista
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