DEJÓ SU HUELLA
Lautaro Puebla, el futbolista que convirtió goles en el “Clásico del Oeste” con las dos camisetas
Con la casaca de Sarmiento le convirtió a Defensores del Oeste y con la del Tractor celeste le anotó a La Tromba. La paradoja es que lo hizo con menos de un año de diferencia.
El clásico barrial entre Defensores del Oeste y Sarmiento, Sarmiento y Defensores del Oeste, es el más convocante del fútbol departamental.
Acompañados por barriadas populosas, el Clásico del Oeste despierta mucho fervor en ambas parcialidades y los partidos se juegan a estadio lleno.
Los jugadores, en su mayoría, poseen un sentido de pertenencia con el club que representan y además de ser protagonistas dentro del campo de juego, suelen ser hinchas.
Por eso no es existen muchos casos de futbolistas que hayan vestido las dos camisetas, mucho menos que hayan facturado con los dos equipos ante el acérrimo rival.
Pero Lautaro “El Rayo” Puebla es la excepción a la regla, porque sabe lo que es hacerle goles a Sarmiento con la camiseta de Defensores y viceversa.
El jueves pasado, El Tractor y La Tromba se enfrentaron por la Copa Gualeguaychú en el Estadio Municipal y empataron 2-2.
El primer gol del partido lo hizo Defensores del Oeste y el autor fue Lautaro Puebla, quien en 2023 jugó en Sarmiento y el 20 de junio pasado, en un encuentro válido por el Torneo Apertura de aquel año, anotó el tanto con el que Sarmiento ganó el clásico por 2-1.
Verdugo y justiciero en el Clásico del Oeste, el “Rayo” Puebla comenzó a jugar al fútbol de muy chico en el “Defe”. A los 16 fue aprobarse a Boca y a esa misma edad arribó a Juventud Unida, donde estuvo desde 2016 a 2018 jugando los torneos de inferiores de AFA.
En 2019 recaló en el club Independiente en el cual hizo su debut en la Primera del fútbol local y después de la pandemia recaló en Sarmiento, mientras que este año arribó a Defensores del Oeste, el club de sus amores, para cumplir una cuenta pendiente.
¿Cuándo y dónde fueron tus primeros pasos en el fútbol?
Arranque en Defensores del Oeste a los 9 o 10 años, porque era el club de mi infancia, ya que me crié en el entorno de la cancha. Mi abuelo me hizo fanático y tuve la suerte de poder entrenar ahí cuando era chico.
¿Cómo se dio la posibilidad de llegar a Sarmiento?
Por conocidos y amigos que tenía. Me invitaron a jugar y tuve la chance de poder presentarme a entrenar y que el técnico (Diego Collazo) me tenga en cuenta.
¿Qué balance haces de tu paso por La Tromba?
Aprendí y crecí mucho como jugador. Sinceramente hay muchas buenas personas. El club es impresionante, hay muchas familias y mucha buena gente. Agradecido con el club por haberme abierto las puertas, por la predisposición que tuvieron conmigo y por haber estado siempre.
Tu familia es hincha Defensores ¿Qué dijeron cuando te fuiste a jugar a Sarmiento?
Fue medio chocante, porque son todos muy fanáticos, mi abuelo principalmente, que fue el que me hizo hincha de Defensores y me llevaba a la cancha desde chico. Él fue un ejemplo a seguir para mí y tenía ganas de volver a Defensores para agradecerle todo lo que me había enseñado.
En Sarmiento te tocó jugar un Clásico y convertirle un gol a Defensores.
Sí, fue todo muy fuerte para mí. Sabía que me enfrentaba al equipo de infancia y del que siento cosas. Pero traté de dar lo mejor para Sarmiento y se me dio el gol. Sé que esto fútbol y uno juega para ganar. Terminé contento y a su vez triste porque yo sabía que la gran mayoría de mi familia no iba a estar contento con el gol.
¿Cómo se dio la posibilidad de pasar directo de Defensores a Sarmiento?
Se me da la oportunidad de que hablo con uno de mis primos mayores (Marcelo, colaborador del club) y me dijo si quería venir a probar. Tuve el apoyo de mis familiares y mis amigos, que estaban ahí jugando, para que vaya. Me animé a ir y me recibieron con los brazos abiertos, así que muy contento y, para mí no hubo más felicidad que haberles regalado un gol en el clásico, como para tratar de que ellos sientan que yo soy del club.
Era una cuenta pendiente jugar en Defensores
Sí, era una cuenta pendiente. Necesitaba mucho por mi abuelo que fue el que me hizo fanático del club.
Ahora te tocó convertir en un clásico con la camiseta del “Defe”
Si, la gente de Sarmiento muy enojada por lo que estaba pasando, que me estaban viendo con otros colores, los del clásico rival, y sentí muchos insultos. Pero supe manejar bien la situación, tratar de jugar lo más tranquilo posible y por suerte pude convertir mi primer gol en la Primera de Defensores, así que muy contento.
¿Cuál son tus objetivos como jugador en el club de tus amores?
Yo vine a Defensores a pelear un puesto, a tratar de ganarme el lugar y meterme en el once y como grupo tratar de pelear el próximo torneo. Sé que si laburamos con seriedad vamos a lograr cosas positivas.