DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Las mujeres volvieron a tomar las calles en un nuevo #8M: “Si nuestra vida no vale, sigan produciendo sin nosotras”
Otro 8 de marzo más en que miles de mujeres debieron salir a las calles para pedir igualdad, no discriminación y, lo más importante, que paren de matarlas. Con críticas al Poder Judicial, al sistema político y al monopolio mediático, a los cuales describieron como patriarcales e injustos. Además, apuntaron contra el intendente de Gilbert Constantino, que pronto se sabrá si es condenado por violación y abuso sexual. “Exigimos que paren de matarnos”, gritaron al unísono.
Bajo el lema “La deuda sigue siendo con nosotras”, más de mil mujeres de Gualeguaychú se concentraron en la esquina de 25 de Mayo y Rocamora, donde comenzaron a organizar lo que sería la 7º marcha de mujeres por el #8M, que arrancó desde esa esquina a las 18 horas en dirección a la Plaza San Martín, donde fue el acto central pasadas las 19 horas.
2023 es el 7° año que, de forma consecutiva, el paro internacional de mujeres frenó al mundo. Séptimo año en el que la Asamblea EnRedada Feminista de Gualeguaychú y Pueblo Belgrano mantuvieron prendida la llama de la organización y la pluralidad para hacer política desde la construcción colectiva e inclusiva.
Este 8 de marzo volvieron a manifestar en las calles la precarización de la vida, la vulnerabilidad de este mundo, las injusticias machistas y sexistas en un sistema capitalista, neoliberal, colonialista y patriarcal que sigue oprimiendo.
De esta manera, una larga columna –en un 99% compuesta por mujeres– comenzaron su caminata hasta la Plaza San Martín. En la misma se vio el colorido típico y la música de batucada que estas manifestaciones pone en marcha cada año; dos expresiones que se entremezclaron con la bronca bien merecida a la hora de gritar sobre las vulnerabilidades y discriminaciones a la que el género se enfrenta día a día.
“Históricamente las mujeres y las identidades feminizadas hemos sido expulsadas del mundo del trabajo formal y relegadas al sostenimiento de las tareas de cuidado, productivas y reproductivas que triplican nuestras jornadas laborales y nos exponen a mayores niveles de precarización, vulnerabilidad y, en casos más extremos, a la supervivencia”, afirmaron las oradoras que tomaron la palabra en el acto central, donde a modo de introducción recalcaron: “Es el día en el que reclamamos nuestros derechos como trabajadoras, porque todavía la brecha de género impera en todos los sectores del trabajo”.
“La falta de oportunidades para mujeres y disidencias, tanto como la falta de reconocimiento de nuestros derechos son uno de las tantos rostros de la violencia patriarcal que castiga, invisibiliza y niega. Somos las mujeres quienes, por mandato, llevamos adelante las tareas de cuidados, pero también quienes asumimos las tareas socio-comunitarias en los territorios, sostenemos merenderos y ollas populares, nos organizamos en unidades productivas y generamos nuestro propio trabajo ocupándonos de las urgencias en los ámbitos más vulnerados”, describieron su cotidianeidad.
“Seguimos exigiendo una legislación específica que ponga en el centro las tareas no remuneradas que recaen sobre nuestras espaldas; exigimos extensión horaria de los jardines públicos acorde a las necesidades reales laborales; licencias ‘en paridad’ para que se extienda la licencia por paternidad y, a su vez, que la ley de contrato laboral ampare la decisión familiar de quien desea asumir las responsabilidades de cuidado (sea cuidados a personas menores, mayores, con discapacidad o bien que necesitan ser cuidadas por consumo problemático, o que atraviesan violencia de género)”, reclamaron entre sus principales demandas que, a esta altura, rebozan de lógica, e inmediatamente después desafiaron: “Si nuestra vida no vale, sigan produciendo sin nosotras”.
“Exigimos políticas públicas integrales que nos permitan vivir libres de violencia y con autonomía e independencia económica. Necesitamos presupuesto para un sistema nacional de cuidados y reconocimiento salarial e institucional a nuestras promotoras territoriales de género. Es hora de que el Estado tenga políticas específicas e inclusivas que permitan reconocer, formalizar y garantizar los derechos de las trabajadoras de la economía popular”, agregaron.
“Mediante la reproducción de estereotipos heteronormativos que confinan a las mujeres e identidades feminizadas al ámbito privado, señalan que el carácter debe ceñirse a la docilidad y a la sumisión, y que la participación social debe limitarse a las labores domésticas o maternales”, machacaron.
Durante el documento dejaron en claro su postura en contra de la Deuda Externa, del sistema patriarcal del Poder Judicial y de los Monopolios Mediáticos, de las políticas de los Gobiernos neoliberales –apuntando todas las críticas hacia el macrismo– y a la necesidad de lograr un método de producción agroecológico, totalmente opuesto al que proponen en la actualidad los agronegocios, quienes, según denunciaron “afecta de manera directa y con consecuencias irreversibles a les trabajadores y niñes de las 1021 escuelas rurales de la zona en cuestión”.
“Un claro ejemplo de esto es lo que viene padeciendo, hace años, la actual vice presidenta de la Nación, Cristina Fernandez de Kirchner, siendo violentada de manera pública y sistemática por las estructuras más poderosas del país que impulsan, mantienen y promueven discursos de odio en su contra, desencadenando así el intento de magnifemicidio que sufrió en Septiembre del año pasado: el hecho de violencia política más grave y extremo desde el retorno de la democracia en nuestro país”, afirmaron desde el escenario.
Finalmente, apuntaron contra uno de los casos más paradigmáticos de la lucha feminista con anclaje local: el proceso judicial contra Fabián Constantino, Intendente del Municipio de Gilbert, procesado por violación y abuso sexual y que en días próximos se va a leer la sentencia.
“No es menor que se haya mencionado anteriormente la impunidad y la liviandad con la que estos hijos sanos del patriarcado abusan de su poder, utilizando la política como artimaña para cometer delitos, cuando en realidad la política es una herramienta de transformación de la vida social para el pueblo trabajador. Esperamos y deseamos que la Justicia sea justa y que las víctimas de Fabían Constantino encuentren alivio en ese fallo”, expusieron.
“Exigimos que paren de matarnos, necesitamos una Reforma Judicial Transfeminista. La corporación judicial nos sigue matando. Democraticemos la justicia, por una reforma feminista y transfeminista. Todos los días nos matan por ser mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries. Decimos basta a un sistema judicial burocratizado, ineficiente, patriarcal y homo-lesbo-transodiante. ¡Queremos caminar por las calles libres y sin miedo! Por eso decimos: ¡Ni una menos, Vivas nos queremos!”, remataron el sentido documento, cargado de demandas y aplaudido por más de mil personas.