Las importaciones de ropa crecieron más del 135% en el primer bimestre del año

La apertura económica del Gobierno repercute en la industria local y especialmente en la ropa, donde las importaciones crecieron más del 135% en el primer bimestre del 2025. El dato genera preocupación por parte de las cámaras del sector que alertaron por la situación y la competitividad local.

Durante enero y febrero de este año ingresaron al país 23,3 millones de prendas por un valor de 90 millones de dólares, contra los 10 millones por 61,2 millones de dólares del mismo periodo en 2024.

A comienzos de marzo, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la publicación de un decreto donde se establecerá una reducción de los aranceles de la ropa y calzado del 35% al 20%; los de telas, del 26% al 18%; y los de distintos hilados, de 18% a tasas de 12%, 14% y 16%.

De esta manera, lo que se espera es que luego de su oficialización en el boletín oficial dichos datos de importaciones vayan en ascenso.

En relación a las importaciones, el principal proveedor de la mercadería textil fue China, con el 80% del ese volumen. Luego le siguieron Vietnam, Bangladesh, Camboya, Pakistán, Perú, Turquía, Brasil, Marruecos e Indonesia. El dato a tener en cuenta es que no solo hubo un crecimiento en los volúmenes de ropa importados, sino que también hubo un incremento en la participación del gigante asiático por sobre el total, consigna la información de Infobae.

La Unión Industrial Argentina (UIA) volvió a manifestar su preocupación ante la decisión del Gobierno de bajar aranceles a las importaciones de productos textiles al alertar que afectará al empleo y la producción local.

"Es preocupante que la agenda de integración comercial no esté acompañada de una agenda de competitividad dentro del país. En los últimos meses la UIA ha advertido sobre la necesidad de atender las cuestiones que dificultan la competencia desleal y propuesto un camino en pos de nivelar la cancha frente a las desigualdades generadas por el llamado costo argentino", expresaron a través de un comunicado.

Luego señaló que, con los actuales niveles de presión fiscal, informalidad, falta de acceso al crédito y demás desequilibrios, la competencia frente a las importaciones de bienes finales, en especial de algunos países, se torna claramente desigual y desleal.

"La industria textil, de indumentaria y calzado se encuentra entre los principales empleadores en provincias como Buenos Aires, Catamarca, CABA, Santiago del Estero y Tucumán, y se estima que, de los 30 mil empleos industriales perdidos durante el último año, más de 10 mil corresponden a esa cadena. Esta pérdida del empleo, sumada a un aumento de la informalidad, podría acelerarse frente a una apertura indiscriminada sin antes equilibrar las condiciones locales", remarcaron.

En lo que respecta al aumento de precios, esgrimido como principal razón para la baja de aranceles, la UIA mostró que, en enero, el rubro textil registró un aumento de precios del 0,6% mientras que la indumentaria de producción textil aumentó un 1%. Por este motivo, el aumento de prendas de vestir y calzado en IPC en febrero dio 0,4%, muy lejos del incremento de precios de otros sectores de la economía.

"Adicionalmente, los sectores textil e indumentaria están especialmente afectados por los problemas de comercio ilegal, contrabando y falsificación marcaria, entre otras. Del último relevamiento del CEU-UIA, un 33% de las empresas relevadas afirmaron que el contrabando las afectaba negativamente, llegando al 80% en el caso de las empresas del sector textil, indumentaria y confecciones", puntualizaron.

"Finalmente la UIA insistió en la necesidad de tener una coordinación entre la agenda de competitividad y la integración comercial para no seguir profundizando la caída de la producción industrial y el empleo, en especial mediante la baja de impuestos nacionales, provinciales y municipales", completaron.