ESTE VIERNES DAN A CONOCER LA CONDENA
Las asesinas de Lucio Dupuy fueron golpeadas en la cárcel por otras presas
Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez fueron atacadas por otras internas del penal de San Luis donde se encuentran alojadas desde antes del juicio.
Magdalena Espósito Valenti y su pareja, Abigail Páez, fueron atacadas a golpes esta semana, cuando se encontraban de regreso en el Complejo Penitenciario N°1 de San Luis tras ser declaradas culpables del asesinato de Lucio Dupuy, hijo de la primera.
Espósito Valenti y Páez fueron detenidas en noviembre de 2021, cuando fue evidente que estaban conectadas con el asesinato de Lucio Dupuy, de cinco años, quien murió tras recibir una golpiza en su casa de Santa Rosa, La Pampa.
Las mujeres habían quedado detenidas en la Seccional Sexta de Santa Rosa pero fueron trasladadas al poco tiempo a San Luis por cuestiones de seguridad. Una vez declaradas culpables se convirtieron en blanco de las otras internas, informó el canal El Trece.
Mientras tanto, el Tribunal de Audiencia de Santa Rosa informará el viernes de esta semana cuál será la pena que le corresponderá a cada una de las condenadas.
El 13 de febrero pasado la fiscala Verónica Ferrero pidió que las dos acusadas sean condenadas a prisión perpetua porque, frente a los delitos cometidos, el Código Penal solo prevé solamente esa pena.
Las defensas de Espósito Valenti y Páez protestaron contra este pedido que el Tribunal de Audiencia resolverá esta semana.
Espósito Valenti fue declarada el 2 de febrero pasado como autora material y penalmente responsable del delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento.
A su vez, Páez fue declarada autora material y penalmente responsable del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento; en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal por vía anal, ejecutado con un objeto fálico, agravado por tratarse de la guardadora y por haberse cometido contra un menor de 18 años de edad, aprovechando la situación de convivencia preexistente, como delito continuado.