La UADER, el silencio y la entrega
No tiene explicación el hermetismo oficial en torno de la UADER. La apertura del diálogo es requisito insoslayable si se desea alcanzar coincidencias. Mario Alarcón MuñizEs probable que el próximo miércoles el Senado de la Nación apruebe el proyecto de nacionalización de la Universidad Autónoma de Entre Ríos. Ya están firmados los dictámenes de las comisiones de Educación y de Presupuesto de la cámara alta y nadie duda del resultado de la votación en el recinto. Con media sanción la iniciativa pasará a la Cámara de Diputados, donde se estima que en cuestión de semanas la UADER caerá al precipicio.Desaparecerá así un ambicioso proyecto entrerriano de educación superior propia, adecuada a la provincia y a sus necesidades. Pasará a depender de Buenos Aires. Como casi todas las cosas. Con criterios y conceptos de funcionarios nacionales siempre distantes, cuando no escondidos. (País federal, dicen...¡Qué falta nos hace Artigas!)Mientras tanto en Entre Ríos crece la resistencia a la medida. Luego de la sorpresa que produjo hace diez días la noticia comentada en esta columna el domingo pasado, tanto la comunidad universitaria como otros sectores de la vida provincial han manifestado su descontento. Durante la semana se conocieron diversas expresiones de rechazo, además de convocarse a una movilización que se mostrará el jueves próximo en las calles de Paraná.Versión oficialEl gobierno también opinó esta semana. Los ministros Bahl (Gobierno) y Lauritto (Educación) ven el proyecto con beneplácito porque "se respeta el régimen actual de 4 facultades y 19 carreras". Se puede suponer que no leyeron el despacho de comisión a tratarse el miércoles, pues en rigor no es eso lo que dice.Habla de "transferencia paulatina y progresiva", pero también de "compatibilizar su oferta académica" (art.2°), lo cual supone que algunas cosas pueden cambiar. Asegura "la continuidad del funcionamiento", pero aclara "mientras se sustancie el proceso paulatino y progresivo de incorporación a la nueva universidad" (art.4°). ¿Y después? Por otra parte ¿quién garantiza que se contemplarán las necesidades académicas, profesionales y laborales de la vida provincial como ha ocurrido hasta ahora y de qué manera?Los ministros se mostraron complacidos porque el personal docente y administrativo se beneficiará con el regimen salarial de las universidades nacionales. Es cierto. Pero también es verdad que perderán el derecho al 82% móvil del sistema previsional provincial, además de la obra social (Iosper), pues pasarán a integrar la Osplad, que no funciona desde febrero.La gente enojadaPartidos políticos y legisladores han manifestado sus opiniones. Sin desvalorizarlas -todo lo contrario- atendemos a los interesados directos.La Asamblea Interclaustros solicitó a las autoridades provinciales y nacionales "respeto por el trabajo y la identidad que la UADER ha fraguado en doce años de lucha".AGMER rechazó el proyecto "elaborado en el más absoluto silencio y sin la participación de los actores de la comunidad universitaria".La Universidad Pública Memoria y Esperanza advirtió que es un asunto demasiado importante como para "ser tratado como un trámite".Delegados de la Facultad de Ciencias de la Gestión expresaron su "contundente rechazo" señalando que el proyecto "es un nuevo atropello del gobierno a la educación".La Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales se manifestó mediante un documento de su consejo consultivo. Se trata -dijo- de "una violación a los derechos adquiridos a lo largo de doce años", producida a las puertas de la normalización de la universidad, prevista para diciembre. No descarta del todo la nacionalización, pero propone "abrir la discusión, el debate y la participación democrática de todos los actores involucrados" una vez concluida la normalización de la UADER. Y este es el centro de la cuestión.Preguntitas¿Por qué no se dialoga? ¿Por qué no se abre el debate? ¿A quién urge sacar este asunto rápido y a escondidas? ¿A qué se debe tanto misterio? ¿De dónde viene este casi hábito del cuchillo bajo el poncho? ¿Es una cuestión meramente financiera o se trata de una preocupación académica? ¿No es mejor, más sano, democrático y civilizado analizarlo en conjunto? Y la gente de la universidad (directivos, docentes, administrativos, estudiantes, padres, graduados) está de adorno? ¿Siempre tienen razón los funcionarios y los demás somos de palo?La situación planteada sorprende y molesta. No es cierto que se lo haya discutido. Llegó al Senado en silencio y en todo caso lo conversaron los miembros de las comisiones, pero si los interesados no están, no es diálogo abierto y participativo.Bien lo sabe el gobierno entrerriano. En otros asuntos ha sufrido los tropiezos de jugar a las sombras. Recuérdense sólo este año la ley del Delta y el impuesto inmobiliario.El diálogoEn todos los órdenes -y en cuestiones políticas de manera especial- lo aconsejable es hablar claro, sin vericuetos ni tapujos. Si así fuera el gobierno podría decir de frente y mirando a los ojos, que le afligen los 300 millones de pesos que le costará la UADER el año próximo. Le responderíamos que es razonable, pero antes de entregar nuestra universidad, conviene reclamar el 15% de coparticipación que ilegalmente nos sustrae el gobierno nacional desde diciembre de 2009. Si respondiera afirmativamente estaríamos en condiciones de avanzar en la conversación.Algún día entenderemos que si no dialogamos no hay posibilidad alguna de coincidir. Sin diálogo no hay soluciones. El silencio es el momento anterior a la sumisión.
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