ORGANIZACIÓN COMUNITARIA VS. NARCOTRÁFICO
La transformación del Club Tigre: “No fue fácil, pero nos encontramos con personas que nos ayudaron mucho”
La semana pasada, la institución de Victoria y Guido Spano inauguró su nuevo salón de usos múltiples. La obra es parte de la refundación del club, que durante muchos años estuvo signado por el abandono y jaqueado por el narcotráfico instalado en el barrio. La palabra de Albertina y Enzo, madre e hijo, presidenta y secretario tigrense.
Por Luciano Peralta
Los clubes de barrio funcionan, fundamentalmente, gracias al compromiso de un puñado de personas que, en la mayoría de los casos, tienen un lazo afectivo fuerte y un gran sentido de pertenencia con la institución. Generalmente, también, son dos o tres familias las que motorizan esta vida interna, dejando buena parte de sus días, sus proyectos personales y familiares, para “hacer crecer al club”.
Esas fueron las palabras que utilizó Albertina Delgado, presidenta del Club Social y Deportivo Tigre, en septiembre del 2020, en una entrevista publicada por AHORA ElDía. “Cuando me decían que nuestro club iba a desaparecer, siempre respondí que yo algún día lo iba a ver grande”, repite ahora, palabras calcadas a la de aquella vez.
“En el 2012, cuando fallece mi padre, en vez de tirarme en una cama a llorarlo decidí volcar mis energías en la institución que tanto amo. En eso me acompañó mi esposo, parte de mi familia y amigos que creyeron en nuestra historia. No fue fácil, ya que la institución estaba devastada. Hubo que golpear muchas puertas, fue un camino largo, pero nos encontramos con personas que nos ayudaron mucho”, cuenta la hija de Alberto Delgado, uno de los fundadores de la institución nacida el 16 de julio de 1951.
La reorganización interna llevó varios años de trabajo, hasta que en 2018 se logró conformar nuevamente una comisión directiva. Que asumió no solamente el desafío de levantar de cero la institución, también se hizo cargo de otro reto, aún más grande y complejo: lidiar con los vendedores de droga que, literalmente, habían tomado el club. Caminando en la fina cuerda que significó empezar a estar presente en el lugar, dejando de habilitar el “vale todo”, pero evitando la confrontación entre vecinos y tratando de habilitar canales de diálogo.
“Fue un trabajo arduo, no fue nada fácil, pero siempre tratamos de generar el encuentro y el bien común. Hace cinco años el club era una cantina y una cancha de bochas. Con la nueva comisión empezaron a verse caras nuevas y las personas que, lamentablemente, no sumaban, fueron quedando de lado. Ahí empezaron los robos, las entraderas y la rotura de vidrios. Imaginate que, a veces, en una semana teníamos tres entraderas, entonces nosotros veníamos y colocábamos vidrios nuevos”, cuenta Enzo Damer (23), hijo de Albertina y secretario de la institución azulgrana.
La distancia que impone el paso del tiempo hace que estos hechos parezcan algo lejanos, pero fue recién en 2020 que, después de 15 años de venta deliberada de droga en plena vía pública (cocaína y marihuana, fundamentalmente), que la justicia tomó cartas en el asunto y condenó a los responsables la venta al menudeo.
“Los kiosquitos siguen estando, pero ya no al lado del club”, dice Enzo, con cierto gesto de ambigüedad. Al lado del club lo que hay es un terreno privado marcado por el abandono que evidencian los pastos largos y la basura que amontona el viento. Si bien, desde Tigre en algún momento se tuvo la intención de llegar a un acuerdo para darle utilidad al mismo, no encontraron eco en su propietario. Hoy, el lugar continúa abandonado.
“La realidad sigue siendo muy complicada, hay mucha gente con muchas necesidades; hay familias que ni siquiera tienen para comer y chicos de 15 años que andan solos, en la calle, sin rumbo, sin nada. En esas condiciones todo se hace cuesta arriba”, reconoce el estudiante del profesorado de Ciencias Políticas.
“El consumo problemático es un problema grave, los gurises se van metiendo de a poquito hasta que son parte de una red de venta. Pero esto no sucede solo acá, sucede en todos lados. Nosotros, día a día, tratamos de trabajar con eso, con los jugadores nuestros, con toda la gente que se acerca al club. Tratamos de estar presentes, brindar herramientas, mostrar otra realidad posible”, cuenta Enzo.
Albertina, por su parte, remarca el acompañamiento del Estado y lo personifica en Adrián Romani, director de Deportes de la Municipalidad, “quien trabajó y trabaja con los clubes de barrio”. Es que “sin su apoyo hay muchas cosas que no hubiéramos podido lograr”, asegura. Al tiempo que destaca la llegada del taller de Ajedrez y las gestiones para que el colectivo de la colonia de vacaciones pase por las puertas del club.
“Hoy en día contamos con el desarrollo de disciplinas como vóley femenino, futsal, bochas, los talleres laborales de marroquinería, corte confección y tejido; las escuelitas municipales de bochas y ajedrez, en cuanto a lo deportivo. Y, en educación, tenemos el nivel primario de jóvenes y adultos, y apoyo escolar para niños de 6 a 12 años”, enumera, orgullosa, la presidenta tigrense.
El nuevo salón del club
La novedad fue la inauguración del salón de usos múltiples, en el primer piso, donde antes había apenas un depósito. Y en esto es importante remarcar la importancia del programa nacional Clubes en Obra, que financia este tipo de iniciativas.
“Hicimos el proyecto y solicitamos 800 mil pesos, eso salió en septiembre del año pasado y enseguida empezamos la obra. Una cooperativa hizo una parte y nosotros nos hicimos cargo de los trabajos de finalización”, cuenta Enzo, quien se puso al hombro la instalación eléctrica del lugar.
“La idea es que se pueda utilizar para fines educativos, deportivos y culturales”, adelanta el joven de 23 años. Y, entre los objetivos que vienen, destaca la puesta en valor del frente del club y el convenio firmado con el Municipio para ocupar el terreno de Clavarino entre Bolivia y Brasil, con la intención de hacer allí un playón deportivo.
“Proyectamos poder empezar a trabajar desde la temprana edad, con escuelitas. Eso nos va a dar la formativa en cada disciplina, fundamentalmente en el futsal. Por eso es tan importante tener un espacio físico a disposición”, puntualizó. Al tiempo que destacó la participación del primer equipo de futbol de salón de la institución en el Torneo Nacional que se llevará a cabo en Gualeguaychú del 7 al 14 de mayo. “Era un gran anhelo de nuestros gurises participar en instancias que trasciendan los límites de la ciudad. Ahora, están todos muy contentos. Estos desafíos son parte de un crecimiento lento pero sostenido en el tiempo y en el trabajo de todos los días”, finalizó.