SEMANA DE LA LACTANCIA MATERNA
“La teta es el mejor alimento, el más sano y el que va a prevenir múltiples enfermedades del bebé”
Andrea Mantegazza es puericultora y trabaja en Gualeguaychú. Asegura que la leche materna es el alimento más sano y económico y de acceso universal. Hoy finaliza la Semana de la Lactancia Materna y es tan importante como urgente, volver a poner sobre la mesa la necesidad de proteger el vínculo mamá- bebé.
Mónica Farabello
Del 1 al 7 de agosto se celebras la Semana Mundial de la Lactancia Materna. El lema del 2023 es “Amamantar y trabajar: ¡hagamos que sea posible!”.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) publicó que “Amamantar es más fácil cuando el lugar de trabajo ofrece apoyo para la lactancia o para la extracción de la leche”.
Ahora ElDía entrevistó a Andrea Mantegazza, una puericultora que aborda la lactancia desde una mirada respetuosa para fortalecer el vínculo mamá-bebé.
¿Cuál es el rol de la puericultora y cuándo es recomendable consultar?
La puericultora trabaja en los equipos de salud y nos especializamos en lactancia materna y crianza. Nuestro trabajo es acompañar y asistir desde la concepción, hasta el destete. Siempre sigo que es muy importante consultar tempranamente para llegar con mucha información a la hora de amamantar.
Lo más recomendable es tener el primer encuentro antes del parto; no hay que perder los primeros días sin consultar porque son fundamentales.
¿Cuál es la importancia de la lactancia materna? ¿Por qué se aborda esta semana especial?
La lactancia es fundamental. Primero, porque es el alimento más sano y económico al que pueden acceder absolutamente todos los bebés. Y además, porque un bebé que toma la teta es un bebé que tiene muchísimas menos posibilidades de enfermarse.
Lo que muchas personas del entorno no entienden que la teta es protección, es apego. El bebé muchas veces no necesita alimentarse pero sí estar cerquita de su mamá.
Cuando el bebé nace no entiende que la mamá está a su lado. Para él o ella, la mamá “desapareció”. Entonces, mi recomendación para muchas mamás que me consultan es: Cuando nace, abrázalo, olelo, sentile su piel y que tu bebé te sienta cerca. No tenemos que perder nuestro instinto animal.
Muchas veces nos cargamos de información y al momento de aplicarla nos bloqueamos. Entonces, es ahí cuando hay que buscar en lo más instintivo que es lo animal; que es proteger y alimentar a nuestro hijo.
Y en referencia al entorno, muchas veces nos dicen: “Esa leche no alimenta; no lo llena”
Eso es muy común pero es muy erróneo. Toda la leche de las mamás sirven; algunas veces hay confusión por el color de la leche porque al principio puede salir más transparente o acuosa, hasta que finalmente baja la leche con mayor contenido graso. Al bebé le sirve todo, tanto como nutriente como para hidratación.
Es muy duro decirle a una mamá que su leche no lo llena; son frases que no hay que decir. Inclusive me ha pasado que mamás me piden que saque a la visita para poder amamantar tranquilas.
Repito: toda la leche sirve y hay que ser muy pacientes y acompañar ese proceso; sobre todo en las primeras semanas de vida. Y otra cosa importante es no apurar ese proceso. Cuando el bebé nace, es probable que no tenga apetito. El niño cuando nace no llora por hambre, llora porque se está adaptando al medio.
Muchas veces los y las pediatras recomiendan fórmula en las primeras horas. ¿Es aconsejable?
Es un poco parte de apurar este proceso. En las primeras horas, el bebé sigue teniendo líquido amniótico, muchas veces tiene náuseas que son parte de esas primeras horas. Cuando nace, no va a tener apetito.
Por supuesto que es importante ir controlando la hidratación y el nivel de glucosa, pero también es sumamente importante no incorporar fórmula inmediatamente porque es “competir con la teta”.
¿Cuáles son los tips más frecuentes a tener en cuenta a la hora de amamantar?
Hay que tener en cuenta que la lactancia no debe ser dolorosa. Debe ser placentera para ambos. Y también es necesario saber que el bebé algunas veces va a mamar para alimentarse y otras va a tener una succión placentera.
La boca del bebé no debe estar chiquita porque entonces está mal prendido; hay que observar que se prenda de la areola con la boquita bien abierta; que tenga succión y descanso.
Los bebés no son “vagos”: necesitan de esas pausas para respirar y retomar porque aún no diferencian entre succión, deglución y respiración.
Siempre les digo a las mamás, la lactancia no es con un reloj. Se recomienda cada tres horas, pero si el bebé pide antes, está perfecto y si quiere dormir media hora más, lo dejamos descansar. No pasa nada con eso. No son relojes.
Hay que darles de una mama, luego de la otra y si el bebé se queda dormido, lo estimulamos para continuar y que realmente se duerma satisfecho. Y por último: A los 3 meses no “se corta la leche”. Van a notar cambios en la lactancia que son producto del crecimiento del bebé y también porque cambia la manera de almacenarse la leche en el cuerpo de la mamá. Hay que ser pacientes, y confiar en nuestra naturaleza.