CAYÓ DE PIE
La Selección Argentina de Futsal mereció más, pero perdió 2-1 con Brasil y es otra vez subcampeón del mundo
La Albiceleste puso entre las cuerdas al seleccionado más ganador de la historia, convirtió en figura al arquero William y sufrió un terrorífico arbitraje del español Alejandro Martínez.
La Selección Argentina disputó su tercera final consecutiva en un Mundial de Futsal en busca de su segunda corona, tras la obtención del título en (Colombia) 2016 y el segundo puesto en (Lituania) 2021.
El conjunto dirigido por Matías Lucuix enfrentó a la gran candidata, Brasil, que había sido eliminada en semifinales por Argentina en la última edición, y llegó a Uzbekistán con sed de venganza y con la ambición de cortar una racha de 12 años sin títulos mundiales, después de haber ganado cinco de las primeras siete ediciones.
La Canarinha, que solamente no estuvo en las finales de 2016 y 2021, pegó en los momentos juntos en un primer tiempo parejo, en el cual los dos equipos alternaron el dominio del marcador.
Los pivotes Ferrao y Rafa Santos convirtieron los goles brasileños, a partir de dos desatenciones del equipo argentino.
Cuando el partido estaba 1-0, Pito, jugador brasileño, le metió un planchazo criminal a Ángel Claudino, de clara expulsión, que el árbitro español Alejandro Martínez obvió, incluso con el llamado y la revisión del VAR, mantuvo su postura y Brasil no perdió a una de sus figuras por el resto del partido y se salvó de jugar con cuatro jugadores durante dos minutos,
Con el 2-0, La Selección Argentina sacó a relucir, además de le jerarquía de su juego, el amor propio. Comenzó a acrecentar la figura de William, arquero de Brasil, y tuvo situaciones claras para llegar al descuento antes del final del primer tiempo.
En la etapa complementaria, el seleccionado nacional fue amplio dominador, puso entre las cuerdas a Brasil y generó incontables situaciones de gol, que en la mayoría de los casos no terminaron en gol por la gigantesca figura de William, que sostuvo a su equipo en defensa.
Sobre el final, con Agustín Plaza como arquero jugador, primero, y Matías Rosa, luego, el Argentina mostró su versión más peligrosa y arremetió contra el arco de su adversario. A falta de dos minutos, llego al merecido descuento con Rosa, en el ataque cinco versus cuatro.
Brasil escondió las pelotas para tratar de enfriar el partido y bajar la intensidad de Argentina, que de todas maneras dominó las acciones y dio batalla hasta la última milésima del reloj. Mereció al menos el empate y llevar la definición al tiempo suplementario.
El seleccionado albiceleste cayó de pie y la suerte no estuvo de su lado para sumar su segunda Copa del Mundo. Un sabor amargo e inmerecido, quizás, para los referentes de la generación dorada del futsal como el capitán Pablo Taborda, Cristian Borruto y Alan Brandi, que por una cuestión generacional no llegarán a la próxima Copa del Mundo y le pondrán fin a una etapa gloriosa con la camiseta albiceleste.