La seguridad social frente a una encrucijada
Es la agenda del futuro a resolver en la Argentina, la región y el mundo: el sistema de previsión social dejó de ser sustentable. ¿Cómo se financiarán las futuras jubilaciones?Los expertos coinciden que el sistema de protección a la vejez -cuya autoría se atribuye al canciller alemán Otto von Bismark, con la ley del Seguro de Enfermedad, de 1883- atraviesa una encrucijada histórica.El diagnóstico es el que sigue: los sistemas establecidos, que fueron adecuados y exitosos durante décadas, se ven ahora amenazados por la rápida expansión de la población de jubilados en detrimento de una base cada vez más reducida de trabajadores productivos, quienes sostienen el sistema a través de sus aportes."Los sistema de seguridad social basados exclusivamente en regímenes contributivos son ideales pero pertenecen al pasado", acaba de decir Elizabeth Tinoco, directora Regional de la OIT para América Latina y el Caribe.Según explicó, en la región más del 70% de la población en edad de trabajar no contribuye con ningún sistema de pensión. "Es un dato abrumador en una región donde las tasas de natalidad se desploman y el envejecimiento de la sociedad no tiene precedentes", indicó.Las últimas estimaciones de la OIT indican que solamente 27,6% de las personas entre 15 y 64 años cotizan para su pensión en América Latina y el Caribe. "Pero la verdad es que todos envejecemos, y todos necesitaremos un ingreso para esquivar la pobreza a una edad avanzada", aclaró la directora del organismo.El gerontólogo y ombudsman de la Tercera Edad, Eugenio Semino, en una entrevista con EL DIA, realiza meses atrás, comentó que el sistema previsional argentino sufre las mismas tensiones.Por un lado está el proceso de envejecimiento, que hace que más beneficiarios perciben por más tiempo la cobertura, pero por otro el nivel de aportantes es insuficiente para sostener el sistema, en una economía que paga muchos salarios en negro."A esto se suma que históricamente en la Argentina los sucesivos gobiernos, durante 60 o 70 años, fueron acudiendo a la recaudación de la seguridad social para cubrir sus baches, sus rojos presupuestarios", sostuvo.La ecuación financiera cierra en el caso argentino con el aporte extra de dinero del propio Estado a través de impuestos varios que afectan la actividad económica y el consumo (como el IVA).Esta percepción de agotamiento del sistema quedó refrendada por un reciente estudio de la Universidad Católica Argentina, que lleva como título y conclusión una sugerente frase: "El sistema previsional avanza hacia una nueva crisis".Entre las razones que esgrime el trabajo académico para vaticinar un futuro negro en materia de jubilaciones figuran: el crecimiento desproporcionado de beneficios sin aportes que los sostengan y la alta litigiosidad impulsada por las malas liquidaciones de haberes que se arrastran desde hace años."En los últimos años, el sistema previsional de la Argentina ha experimentado profundos cambios y ha pasado a desempeñar un importante papel en el financiamiento del déficit fiscal del sector público", explica el informe elaborado por los investigadores de la Escuela de Economía de la UCA."Mientras que a lo largo de la última década la cantidad de beneficios con aportes se reduce, el crecimiento en el pago de beneficios sin aportes ha sido intenso", se advierte.Los dilemas financieros que enfrenta el sistema de previsional, aquí y en otros lados, son un serio reto para la sociedad. Por lo pronto, hoy el sistema funciona mediante parches, aunque no se sabe por cuánto tiempo más.
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