UNA GUALEGUAYCHUENSE SUEÑA CON CONOCER A ABEL PINTOS
La historia detrás de una torta: Magui, su mamá, la hipoacusia y el amor por un cantante que traspasa todo
Como la gran mayoría de las historias, todo comienza con una foto, una publicación en las redes sociales y el amor de toda una comunidad que quiere ayudar a una niña de 13 años a cumplir su deseo máximo: conocer a Abel Pintos y transmitirle todo lo que él significó en su vida y en la lucha por su salud.
Mónica Farabello
No es ninguna novedad: Abel Pintos se instaló en los corazones de todo el país. Su música, su manera de decir, de cantar y de bailar denotan una sensibilidad que su enorme público abraza y valora.
Este domingo el bahiense estará en nuestra ciudad, en nuestro puerto y en nuestra Fiesta del Pescado y el Vino; se trata de una gran posibilidad para todos los que quieran escucharlo en vivo, y poder verlo desde más cerquita.
Una de las miles es Magui, una niña de apenas 13 años, alumna de la Escuela Técnica Nº 1, que sueña con entregarle un regalo que preparó junto a Daniela, su mamá. Pero la historia de Magalí no es una más entre miles. Es “La historia”.
Ella fue diagnosticada hace varios años “con hipoacusia bilateral neurosensorial progresiva”. Según fuentes médicas, “la hipoacusia bilateral es una patología auditiva que se produce en ambos oídos. Las razones por las que surge pueden ser muy diversas, desde el envejecimiento natural hasta infecciones víricas. Existen, además, diversos grados de hipoacusia: leves, moderada y severa”.
En medio de la búsqueda del diagnóstico atravesado por la angustia y la necesidad de un buen tratamiento para Magalí, la música de Abel Pintos “fue quien nos calmaba en cada viaje”, contó Daniela Cabrera, su mamá, quien es una reconocida pastelera de Gualeguaychú.
Durante toda esta semana, Daniela pintó una hermosa imagen que va a ir sobre una torta que quieren regalarle al cantante. “Este domingo viene a nuestra ciudad y es el deseo más grande, de esta familia, poder entregarle este regalo. No creo que él pueda medir, dimensionar, lo que es para cada uno de sus seguidores, lo que es su música, para nosotros”, contó la mamá de Magalí.
Además, en su cuenta de Instagram escribió: ““Teníamos un CD con compilado de su música. Se quedó atascado en el estéreo del auto. Creo que de tanto escucharlo. También tuvimos un drive con su música y ahora escuchamos por Bluetooth”.
También contó que Magui pasó por incontables estudios y tratamientos con corticoides; y sin saberlo, Abel les ayudaba a no viajar nerviosos y estresados. “Cantábamos todas, pero todas, sus canciones en el trayecto. De ida y vuelta”, detalló.
“El día que Magui recibió sus primeros audífonos, pudo comprender la letra exacta de las canciones y dejo de llamar a Abel: Abel “Pintor”. No había forma de que entendiera que era Abel Pintos”, relató su madre en redes sociales.
Actualmente, Magalí y Daniela continúan viajando a Buenos Aires para realizar todos los controles médicos. La música de Abel siempre estuvo presente; en los peores y en los mejores momentos.
Hace unos meses Magui comenzó con mareos, hipersensibilidad a la luz, aturdimiento, dolor de cabeza. Daniela contó que “el líquido de sus oídos en ocasiones, se absorbía por demás y en otras se producía por demás. Ahora está medicada para que estos episodios, no pasen tanto. Ahí también, Abel estuvo presente”.
Hoy es el gran día; y sin temor a equivocarme lo escribo antes: Magui va a conocer y a abrazar a Abel para entregarle la hermosa torta que hizo con el amor de las manos de su mamá.