PATRIMONIO CULTURAL
La historia del reloj que volvió a sonar su campana 50 años después
Como parte de los festejos patrios, la Municipalidad de Gualeguaychú hizo sonar nuevamente las campanas del antiguo reloj ubicado en el Palacio Municipal.
Se reparó el antiguo reloj que se instaló en el edificio en 1910. La puesta en marcha de esta reliquia forma parte de la revalorización del patrimonio histórico y cultural municipal.
El proceso de reparación contó con la participación de diversos actores: el relojero Miguel Ángel Lanterna, quien reparó gratuitamente la delicada maquinaria; la museóloga Natalia Derudi, encargada de la Casa de Haedo, quien proporcionó valiosos datos históricos sobre el reloj; Pilar Piana, Conservadora y Restauradora de Bienes Culturales, quien guió todo el trabajo de restauración; y Jorge Chaves, empleado de la subsecretaría de Cultura, quien trajo la inquietud de Darío Lizzi, la persona cuyo deseo en reavivar las campanas del viejo reloj se hizo finalmente realidad.
La historia del reloj
El 24 de septiembre de 1909, a través de una ordenanza, se autorizó la contribución para la adquisición de dos relojes: uno para la Municipalidad y otro para la Iglesia Parroquial (actual Catedral San José). El aporte sumaba 1.500 pesos moneda nacional.
Luego del Tedeum del 9 de julio de 1910, el Doctor Emilio Marchini, presidente de la Comisión Pro Reloj, hizo entrega a la Municipalidad del espléndido artefacto fabricado en Francia por la casa Prost Freres, de la que era representante en Argentina, Francisco Mairotti.
Como dato curioso es bueno destacar que en Europa existen relojes similares en varias ciudades. Se destaca también, en Colombia, en la famosa Torre del Reloj de Cartagena de Indias, hay uno de idénticas características. Se estima que su mecanismo funciona igual, se le da cuerdas por 15 minutos y dura en funcionamiento más de 50 horas, según datos proporcionados por Patricio Álvarez Daneri, creador de Gualepedia.