La distinción que no debemos abandonar

Por Juan Pablo Castillo*

Una institución es cualquier tipo de organización humana, que implica relaciones estables y estructuradas entre las personas, que se mantienen en el tiempo, con el fin de cumplir una serie de objetivos explícitos o implícitos. Suele también tener una cultura común a todos sus miembros, que comparten ciertas ideas y valores que los motivan a formar parte de ella.

Detengámonos en las relaciones estables, que lo que garantiza es la continuidad en el tiempo, justamente lo necesario para generar políticas de estado. 

Ahora bien, la gestión actual municipal ¿Busca fortalecer el entramado institucional? o por el contrario ¿Los pretende doblegar? 

Es muy común estar en otras ciudades y ver las falencias que existen en este orden, al carecer de instituciones sólidas que no es otra cosa que la falta de participación ciudadana; participación genuina, desinteresada y voluntaria. 

La frase de “Gualeguaychú es madre de sus obras” da cuenta de esto, de la autoorganización de la ciudadanía en pos de un objetivo común que debemos de recuperar, y no podemos permitir cambiar nuestra matriz, eso que nos hace distintos. 

Podemos hablar de la CODEGU como síntesis de la organización de la ciudadanía, lugar en el cual se expresa la vasta representación de un entramado institucional que aglutina instituciones educativas, económicas, culturales y sociales. Por eso, es el Estado el que debería impulsar y promover el buen funcionamiento de las mismas, y no una competencia que no conduce a ningún lado. 

De esta manera generariamos que haya más y mejores dirigentes institucionales, porque recuperariamos la cultura de la participación ciudadana generando un empoderamiento real de la comunidad organizada en instituciones.

*Sociólogo y consultor político.