MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA
La dictadura y la represión en Gualeguaychú entre 1976 y 1983
El 24 de marzo de 1976 no es una fecha más de nuestra historia. Sigue siendo de absoluta vigencia y compromiso el estudio y la toma de postura política lo ocurrido durante la última dictadura militar con fuerte apoyo cívico y de diferentes credos religiosos.
La Junta Militar autodenominada “Proceso de Reorganización Nacional” inició su gobierno con derrocamiento de la presidente María Estela Martínez, viuda de Perón. Los generales Videla (1976-1981), Liendo (en forma interina por 20 días, en 1981), Viola (1981), Galtieri (1981-1982) y Bignone (1982-1983) ocuparon la presidencia del país. El endeudamiento externo; la especulación financiera; la persecución, tortura y muerte de opositores políticos, religiosos, sindicalistas y ciudadanos comunes fue moneda corriente en un ambiente de represión constante. El mundial de fútbol de 1978 y la Guerra de Malvinas forman parte de enormes debates acerca de sus causas, fundamentos y consecuencias en el marco de la dictadura.
En Entre Ríos, el gobernador era Enrique Tomás Cresto quien lo hacía desde 1973 por el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI). El coronel Juan Carlos Trimarco dirigió el Golpe de Estado en Paraná. Tras su breve intervención, se hizo cargo el gobierno provincial el brigadier (R) Rubén Daniel Di Bello (1976-1978). Una de las obras que le tocó inaugurar fue la habilitación del puente internacional General San Martín que Argentina con República Oriental del Uruguay. En esa ocasión, visitó Gualeguaychú el general Videla con una numerosa comitiva. Otra fue el complejo ferrovial Zárate – Brazo Largo.
A Di Bello le siguieron el comodoro (R) Pablo Federico Jávega (1978), el general de brigada (R) Carlos Enrique Aguirre (1978-1981) quien tuvo a cargo el comienzo de las transferencias de escuelas nacionales a la provincia con su desarticulación pedagógica y desfinanciamiento de la educación pública. Luego gobernaron el doctor Jorge Washington Ferreyra (1981-1983) y el ingeniero Mario César Bertozzi (1983). Este último, le entregó el poder al doctor Sergio Alberto Montiel quien resultó vencedor en las elecciones democráticas del 30 de octubre de 1983.
La represión estuvo al orden del día. Incluyó una serie de medidas públicas como la ocupación militar de grandes fábricas y de empresas estatales; la prohibición de partidos políticos y sindicatos; censuras a intelectuales, artistas y escritores. El objetivo de control social e ideológico primó en las acciones gubernamentales. Los centros clandestinos cuya mano de obra eran “los grupos de tareas” llevaban adelante la detención, represión, violación y muerte de miles de personas mostraron una de las caras más perversas de la dictadura.
Los secuestros se producían en la calle, en las viviendas o en los lugares de trabajo como el caso de Norma “Noni” González, la cual fue secuestrada en la mañana de agosto de 1976, por un grupo de personas de civil en el supermercado “El Picaflor” ubicado en Urquiza y Rosario de nuestra ciudad. Los que comandaban el operativo se habían presentado como integrantes de la Policía Federal Argentina. La joven fue obligada a subir a un Fiat 128 color gris y nunca más se supo de ella.
En Gualeguaychú, en la mañana del 24 de marzo (alrededor de las 8.30) las autoridades militares del Escuadrón de Exploraciones de Caballería Blindada se presentaron en el Palacio municipal para reemplazar las autoridades democráticas. El intendente era Leoncio Otero (1975-1976) quien gobernaba tras el fallecimiento de Carlos Bibé (1973-1975). Tras las comunicaciones pertinentes desalojaron a los integrantes del Departamento Ejecutivo Municipal y del Honorable Concejo Deliberante. Los diarios locales, Noticias y El Argentino, destacaron los hechos resaltando que reinaba la tranquilidad entre la población y el orden político. La comitiva militar estuvo conducida por el mayor Juan Miguel Valentino y el capitán Gustavo Martínez Zuviría, quien asumió como intendente interventor interino (comisionado) durante la misma mañana.
En ocasión de ponerlo en funciones a Martínez Zuviría, el mayor Valentino le expresó a los trabajadores municipales que “(…) el Ejército Argentino ha tenido que salir a la calle para luchar contra un flagelo, el flagelo subversivo (…) Así como le expresé a los delegados de gremios, este no es un golpe militar, no es un “golpe” que pretende ir contra un partido político. Esto que hemos realizado es un movimiento de reorganización nacional, en el cual tienen que tomar participación todos aquellos que se consideren argentinos". La realidad de los hechos indica que en nuestra ciudad hubo acciones represivas, desapariciones, control social, persecuciones y censura.
Durante la última dictadura los comisionados fueron Isidoro Etchebarne (1976-1980), Raúl Esnaola (1980-1981), Emilio G. Vitale (1981-1983) y Damián Denardi (1983) a quien le tocó entregar el mando al electo intendente Ricardo César Taffarel (1983-1987).