SUFRIERON PERDIDAS MILLONARIAS
La crecida del río volvió a hacer estragos en la economía de los clubes costeros
No se recuperaron de dos inundaciones que, un nuevo repunte impactó de lleno en las instalaciones de las entidades deportivas ubicadas en la vera o a metros de la costa. Padecieron desde daños materiales hasta robos en algunos casos.
El fenómeno de la naturaleza golpeó a la comunidad de Gualeguaychú y los clubes nos quedaron exentos. La crecida del río local en el mes de mayo, que tuvo 4,08 metros como pico máximo, produjo grandes pérdidas en las siguientes instituciones: Pescadores, Regatas, Carpinchos, Tiro Federal y La Ribera en su totalidad.
Pero también el desborde ocasionó daños en Central Entrerriano y Neptunia, que si bien tienen sus respectivas sedes administrativas en el centro de la ciudad, cuentan con predios en el Parque Unzué.
Ahora ElDía se comunicó con dirigentes de los clubes afectados para conocer en profundidad el impacto que generó el nuevo repunte del río (el tercero en menos de seis meses) en sus vidas sociales y deportivas.
En medio de la desazón y la angustia de no poder hacer nada ante este fenómeno natural, los representantes de las siete instituciones consultados por este medio afirmaron que las pérdidas son millonarias, la mayoría se animaron a tirar cifras estimadas y otros optaron por no hacer cálculos para evitar amargarse aún más.
Club Pescadores
El presidente José María Peverelli afirmó que, “la afectación es la misma que en las anteriores, con el agravante de que ya hay un poco de resignación en el estado de ánimo. Es muy desesperanzador ver como el agua paraliza la vida del club y deja todo tipo de roturas”.
En cuanto a las pérdidas materiales, el dirigente apuntó a lo edilicio: “Pintura, instalaciones eléctricas y cercos vegetales quedaron putrefactos. Ahora habrá que empezar de nuevo de cero (con trabajo de restauración) para volver a poner todo en estado para el uso de las instalaciones cuando baje el agua”.
Sobre el impacto económico, expresó: “Después de la inundación de diciembre, compramos y recolocamos cableados íntegros en el buffet, tuvimos que recalzar y recolocar aberturas de aluminio con una empresa privada y sólo eso fue de un millón de pesos, además elementos de iluminación, artefactos para luminarias, pinturas y edificios, desinfecciones varias en baños y quinchos, la curación de la pileta, entre otras cosas. A eso súmale la mano de obra que se contrató para esos trabajos, los fletes y traslados.
Regatas
Juan Pablo Lesik, secretario del club, señaló que, “la última crecida nos perjudicó bastante y en el club no la esperábamos”.
“Nos afectó mucho en la parte de la botera y las tablas, en el salón, en el quincho, en todo lo que es el predio, que de vuelta tenemos que arrancar de cero en las instalaciones porque se arruina todo, en cada crecida sufrimos daños”, profundizó.
Si bien reconoció que pudieron reaccionar a tiempo y mudar los botes a los domicilios de los dueños y subir los que estaban ubicados más abajo en el galpón de los mismos, las pérdidas materiales fueron significativas.
“No nos pudimos recuperar de la segunda crecida (marzo), que sufrimos esta tercera. Sufrimos daños en botes, puertas de los baños, pintura, pérdidas de tablas y en lo económico impacta fuerte, porque en la segunda creciente tuvimos la ruptura de todas las cunas de los botes, las cuales se repararon con soldadura.
Pero sabemos que con el nuevo repunte lo tenemos que cambiar todo de cero. Y eso es un costo muy elevado, más lo que es la pintura del predio y el arreglo de los botes que se rompieron en la segunda creciente. Estamos hablando de alrededor de 2 millones de pesos de pérdidas”, reveló.
En lo que es pérdida material me faltó mencionar la arena de la playa y del predio, que se fue todo en la segunda creciente, así que también es un costo elevado volver a poner en condición la playa cuando baje el agua”, completó.
Carpinchos
Juan Boari, presidente del club con sede en el parque, especificó que no sólo padecieron los desastres del fenómeno natural, sino también robos.
“Está última crecida afectó principalmente el estado de las canchas de rugby y de hockey, arruinando el césped y el cerco perimetral de la cancha principal. En esta ocasión fue lento el proceso, por lo cual nos dio tiempo a tomar ciertos recaudos y organizarnos para evacuar más ordenadamente”, señaló el pope.
Y añadió: “como perdidas tuvimos el alambre perimetral y quedamos expuestos a robos. Rompieron un vidrio del buffet, llevándose TV leds, tostadora, cafetera, utensilios y manteles, etcétera. Además, se arruinaron heladeras, freezer, mesas, sillas, paredes e instalaciones eléctricas.
“También tenemos daños a nivel de cables subterráneos del sistema de iluminación general. Para colmo, en plena inundación sufrimos el incendio en el quincho de hockey con pérdidas casi totales. Estimamos que las pérdidas materiales (sin contar los daños del quincho) son aproximadamente de 12 millones de pesos”, detalló Boari.
“El club viene padeciendo la inundación desde diciembre, no consideramos que sean tres porque no podemos recuperarnos de una que sufrimos la nueva crecida. La situación continúa actualmente difícil, porque queda humedad en las paredes, en los kit de entrenamiento y en los baños del buffet. En febrero juntamos a los jugadores, socios y familiares y entre todos pudimos poner en funcionamiento nuevamente el club, pero al mes estamos sufriendo otra inundación”, sentenció sobre la desesperante situación que vive el club.
Tiro Federal
Gustavo “Titi” Pauletti, mandamás de la entidad ubicada en la zona este, en un parte baja de la ciudad, expresó: “La última creciente grande afectó casi por completo al club, apenas una parte de la secretaria y buffet no quedaron bajo agua. Esto realmente es un grave problema no solo por las pérdidas materiales innumerables que ocasiona, sino también el trabajo que lleva recomponer el estado de dichas cosas a la situación anterior a la creciente”.
“Desde ya que toda creciente que avanza genera múltiples daños que aún estamos tratando de solucionar, como reconstruir canchas de tenis, piletas, paredes, sanitarios, entre otras cosas. Además de las tareas de desinfección y fumigación, que son importantísimas cuando el agua se retira”, añadió.
En cuanto al revés económico, Pauletti afirmó que: “Todavía no hemos terminado de cuantificar el impacto, pero son perdidas de millones de pesos”.
Para cerrar, el presidente se refirió a cómo afectaron las tres inundaciones que sufrió la ciudad en menos de seis meses.
“Estamos cada vez más preparados y con el personal entrenado y capacitado para intentar minimizar los efectos, pero es imposible recuperarse con tan poco tiempo entre una creciente y otra”, sentenció.
Club La Ribera
Julián Acosta es el presidente de uno de los clubes que más padece el desborde del río Gualeguaychú, no sólo por su cercanía a la costa, sino porque el ingreso de dinero por cuota social (uno de los principales capitales de los clubes) es nulo.
En cuanto a la inundación, Acosta afirmó: “Esta última crecida del río, es la que más nos afectó y daño hizo”.
“Entre las pérdidas materiales también creo que fue la más sufrimos. Se torció todo un tapial, porque el agua corrió con mucha violencia. Además, se arruinaron cocinas y freezers, los daños en la pintura y los alambrados fueron totales. Como si fuera poco teníamos unos materiales que habían llegado para terminar de arreglar una tribuna y unos baños que estamos haciendo en el estadio. El cemento se mojó todo y se echó a perder”, repasó.
Y contextualizó: “Después de la primera crecida pintamos todo, acomodamos y quedó todo muy lindo, empezamos a restaurar la parte de los alambrados, los postes y rellenamos la cancha con arena. Luego vino esa creciente grande (marzo), volvió a venir agua y nos arruinó todo lo que es la pintura. En este momento quedó todo así, estamos esperando, queriendo arrancar, pero lastimosamente hemos gastado mucho dinero en materiales, sin contar el trabajo de mano de obra que el que te saca más plata”.
“Si hablamos de dinero yo creo que perdimos unos tres millones de pesos”, completó el presidente de unos los clubes más humildes de la ciudad, que cuenta con pocas disciplinas federadas y apuesta más a lo social.
Neptunia – Sede Parque.
El vicepresidente Hernán Parra especificó que, “la última crecida afectó a las canchas de tenis y futbol y parte del sector de quinchos lindantes al club Náutico”.
En cuanto a los daños materiales, el directivo señaló que lo que más afectó fue la reposición del polvo de ladrillo de las canchas de tenis, el cual se tuvo que hacer por tercera vez.
“El monto aproximado es de entre 800 mil y un millón de pesos, sumado a otro 200 mil de fumigación y desinfección y otros 300 en elementos de limpieza”, agregó Parra sobre el impacto del último repunte para las arcas del club.
Central Entrerriano – Predio Julio Colazo.
Ignacio Giachello, presidente del fútbol infantil e integrante de la comisión directiva, describió: “Nos afectó muy grande, se nos tapó el predio en su totalidad, quedó todo bajo agua, ya es la tercera vez en seis meses que pasa lo mismo y se está haciendo cada vez más frecuente. Da mucha impotencia porque frena todas las disciplinas, porque además del fútbol, acá entrena el hockey femenino, a veces el rugby y también lo utilizan los chicos del colegio José María Bértora”.
“Hay una parte del predio que hace seis meses que tiene agua, que se quedó ahí y no se fue más, porque en la época del año en la que estamos hace que no se seque tan rápido como en el verano, entonces le cuesta mucho más al predio recuperase. Realmente hemos hecho esfuerzos muy grandes en todo sentido”, expresó con dejo de resignación.
En cuanto a las pérdidas, el dirigente no quiso hablar de cifras y dio sus motivos. “Realmente si nos ponemos a sacar números de los gastos nos descomponemos peor”, disparó.
Aunque dio como ejemplo el costo de reparación del mini tractor que corta y nivela el césped de la cancha. “El arreglo del tractorcito solo salió alrededor de 450 mil pesos para que te des una idea”.